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viernes, 29 de noviembre de 2013

El invierno ya está aquí y el PP sigue jodiendo. Y un hermano cabrón, una pesadilla y dos películas. Y unos preciosos borzois, también.


Vuelvo a utilizar la misma imagen invernal de todos 
los años. Usarla solo una vez, sería un disparate



Ya ha llegado el invierno y de repente, el frío, mucho frío. Nos habíamos acostumbrado, hasta hace dos días, a seguir, a pesar de las fechas, con ropa de verano o como mucho de benigno otoño, si es que existe eso. Me paso los veranos quejándome del calor y de tener que ponerme escasa ropa, yo, que me gusta ponerme catorce prendas y camuflar mis adiposidades, pero al llegar el frío, me doy cuenta, de forma dramática, que la ropa del invierno pasado, no consigo abotonarla. Chaquetas, camisas, pantalones... que no puedo cerrar! Eso es dramático.






Y aún me encuentro con gente que me dice que lo que engordas al dejar de fumar, lo pierdes enseguida...! Eso, si no es mentira, es bastante incierto. Soy la prueba andante de ello.

Hoy, debido a que estoy pasmado de frío, decido rescatar unos leotardos que me ponía el invierno pasado bajo los pantalones. Sí, leotardos. ¿¡Que pasa!? ¡Uno, ya tiene cierta edad y le cuesta entrar en calor! (Ahora y siempre que hablo de leotardos, me acuerdo de un amigo del pasado que decía que los leotardos los inventó Leotardo da Vinci :D Además... ¡No hay nada malo en que un señor se ponga leotardos! Siempre que se posean buenas piernas, claro está.








Bueno, pues decía, que me he puesto esos leotardos marrones de canalé, pero me ha costado un buen rato meter el culo dentro de ellos (Yo, sinceramente, creo que no es debido a lo ambicioso de mi trasero, si no a lo ridículamente pequeños que son esos leotardos). Cuando aparece mi hermano y (¡tonto de mí!) se me ocurre comentárle lo de mi lucha...

Oliver: ¡No me extraña nada! ¿¡Pero como pretendes meter ese culo dentro de unos leotardos de una cría de 15 años!?

Hay dos o tres cosas que me han irritado en esa simple frase. ¡Cuatro cosas!

1. ¡¡No le extraña nada!! Da por hecho lo obvio e imposible que resulta meter mi culo en esos leotardos. Eso es muy hiriente. Y humillante, también.

2. Cuando dice "Meter ese culo", lo dice haciendo un desagradable gesto con las manos, como si mi culo fuera del tamaño de un piano. Aún más hiriente y humillante, aunque parezca imposible.

3. Hay crías de 15 años con unos culos en los que se podría proyectar "La conquista del Oeste". Y no pretendo ser cruel, solo constato un hecho.




"La conquista del Oeste" 1962
(How the West Was Won)
Con la imagen proyectada con tres proyectores



4. Mi hermano es un cabrón, pues su culo tampoco entra en esos leotardos.

Y luego, por si fuera poco, cuando ve que los botones de la chaqueta están tan tirantes dentro de sus ojales, me dice:

"¡Vas a matar a un guardia"!

¡Acabaré matándole yo a él! Se que es cuestión de tiempo.


Lo que no cabe duda, es que esta vida es puta. Y no solo por el tamaño de tu culo, no, hay cosas muy graves. Madrid ha estado hecho un asco durante días y días, pero es inevitable, si piensas en la tan arrogante como incompetente alcaldesa del Partido Popular que dirige la Corte y Villa. Además, ella llamaba vándalos a los empleados de limpieza, que lo único que pedían era no ser despedidos y que no les recortaran los sueldos.




Mirenla. La señora Botella, en la basura



Esa señora Botella, tuvo la poca vergüenza de llamar, a la actitud de los empleados de limpieza, "Estrategia de intimidación". Intimidante es que te despidan y no puedas alimentar a tu familia. Esto, en un país donde la crisis y las medidas tomadas por el gobierno, hacen que los pobres sean aún más pobres y los ricos, más ricos, o que se recorte en sanidad y educación, clama al cielo. La señora alcaldesa y los miembros del partido político que nos gobiernan, no pasan ninguna privación, ellos viven muy bien. "El PP y la reforma laboral son la ideología que ha traído más progreso a la Humanidad". Ha dicho esta alcaldesa.






Y a mí me parece un despropósito tal, que solo puede haber sido dicho por alguien absolutamente tarado y a la vez tan arrogante, como para no darse cuenta de que esa frase es el mayor disparate de la Humanidad. Debe de ser duro, que su marido, Aznar, esté considerado como unos de los peores expresidentes del mundo, según la revista Foreign Policy, y ella, como el peor alcalde de Madrid. Pero ahí sigue.









Y no cesa de dejarme perplejo, la manera en que sin ningún rubor, esta gente no para de mentir, como cuando Rajoy dice que no se ha destruido empleo en los últimos 12 meses en España, pero según la Encuesta de Población Activa (EPA) hay 500.000 desempleados más. ¿Por que niegan lo que es demostrable? ¡Claro que también negaba el cambio climático! Lo lamentable es que un personaje como este, sea elegido como presidente de un país. Y Rajoy, además, tiene el cuajo de decir que ya se ve la luz al final del túnel. ¿Que luz? ¿¡Donde!?




No veo yo ninguna nobleza en esa cara




Muchos, demasiados españoles, ni siquiera vemos el túnel. Casi dos millones de familias españolas, tienen a todos sus miembros en paro. ¿Que puta luz, Rajoy? Y para colmo de los colmos, como es normal en un partido de derechas, toman medidas fascistas y amenazan con sancionar duramente las manifestaciones no autorizadas. Si vas a apoyar a una familia que es desahuciada, por ejemplo, cometes un delito, según el PP.








Los bancos son protegidos, apoyados y ayudados por el PP. ¡Manifestarse, es un derecho democrático! Pero ellos se cagan en la democracia. Es en las dictaduras donde se prohíben y castigan las manifestaciones. Y tantísimos españoles que los siguen apoyando... es demencial. Pero es obvio que son coherentes con sus ideas, si pensamos que retiran presupuestos a muchas causas sociales de gente necesitada de ayuda, al mismo tiempo que (no dejaré nunca de repetirlo) subvencionan la caza y las corridas de toros. Y además, también subvencionan a la fundación Francisco Franco. Está claro que piensan que hay que honrar el recuerdo de ese individuo. Dan naúseas.

Y por si esto del gobierno nefasto del PP, no diera ya bastante miedo y te helara la sangre, yo que nunca recuerdo los sueños, aunque dicen que soñar, soñamos siempre, solo los recuerdo, cuando son terroríficas pesadillas que hacen que me despierte en mitad de la noche, con los pelos de punta.








El último hace unos días, en el que aparecía yo, en compañía de mi amiga Arquepe por las calles de, supongo Madrid, y veíamos como, en un portal iluminado, un hombre y una mujer, ella en un sencillo camisón y él, solo con el pantalón del pijama, parecían pelear. Más bien, él parecía agredirle a ella. Nosotros, alarmados, nos dirigimos al portal, tratando de ayudar, pero al entrar en él, habían desaparecido los dos. En eso, surgió el hombre, saliendo de detrás del mostrador del conserje, visible solo de cintura para arriba, prácticamente calvo a excepción de un poco de pelo en las sienes, con una cabeza imponente, y al vernos, nos miró fijamente, antes de que pudiéramos hablar. Su expresión y su cara en su totalidad, se transformaron en algo terrorífico. Se le afilaron las orejas y sus ojos se volvieron amarillos con el iris negro. Era del color de la cera. Abrió la boca desmesuradamente, para mostrar una dentadura terrible de dientes afiladísimos y exageradamente largos y emitió un tremendo rugido excalofriante, que nos ensordeció. Por si esto no fuera poco, para helarnos más la sangre en las venas a Arquepe y a mí, salió de detrás del mostrador para mostrarse lleno de sangre desde la cintura hasta los pies. Arrastraba a la mujer, agarrada por un tobillo, toda ella destrozada, cubierta también de sangre. Ahí, aterrorizado, me desperté. No es lo mismo leerlo, que vivirlo, aunque lo vivas dormido.





"La pesadilla" Johann Heinrich Füssli




Supongo que debería dejar de leer novelas de terror. Cuando le comenté a Arquepe lo de la pesadilla, sin entrar en detalles ni describírsela, ella me dijo que morir en un sueño es bueno, que te alarga la vida. ¡Me encantó saberlo, pues seguro que en esa pesadilla, morimos los dos despedazados! No debo tener miedo. Aunque en mi casa, se siguen encendiendo la araña del salón y la televisión, muchas madrugadas. Nunca de día.







Otra cosa que me ha dejado bastante frío, es ver en televisión "Los amantes pasajeros" de Almodóvar. Y decir "frío" es quedarme bastante corto. Es una pena. Parece la primera película de alguien que no promete, y no la de un director experimentado, con una filmografía cargada de premios, incluido el Oscar (Yo nunca he comprendido todos esos premios, perdonénme). Es más, resulta increíble que el guión de esta película esté escrito por alguien que ha recibido un Oscar como guionista ("Hable con ella"). ¡Esto se me escapa, mire usted! Da pena ver a esos actores esforzándose e interpretando unos personajes con tan poco fondo.





Esta imagen de promoción, hace pensar, erróneamente,
que la película promete, pero no es así


A mí, que el Almodóvar dramático, nunca me emociona y solo me gustaba cuando me hacía reír, esto, que se supone que es una comedia, me hizo reír solo en un par de ocasiones. En los dos momentos más soeces, me temo (Digo "soez" para que se me entienda, aunque yo, considero como soeces, otra serie de cosas, como Ana Botella, Rajoy y toda su coorte, incluído Rouco Varela). No recuerdo haber visto tal serie de personajes menos desarrollados, con menos "carne". No llegamos a conocer a ninguno de ellos, ni llegan a importarte. Ni recuerdo un argumento o una historia, más vacía y con menos interés. Ya digo que solo dos momentos me hicieron reír (La conversación de los dos pilotos en la cabina del avión, con las dudas sexuales del personaje de Hugo Silva; es uno de esos momentos).






El resto de la película lo pasé pensando en que no podía comprender que ese interior del avión lleno de personajes que no paran de hablar, resulte tan vacío.  Cuando no te importa una mierda lo que les suceda a los personajes de una película, es muy, muy mala señal. Una pena con muy poca gracia e inspiración, según el que aquí escribe.

Para compensar, supongo, diré que he visto Les Misérables y el efecto ha sido justo el contrario a la película de Almodóvar. Es decir, señoras y señores... ¡Una joya!






Eso es saber dirigir una película con un resultado emocionante, llena de secuencias deslumbrantes y momentos fascinantes, ya desde la primera escena.

Desborda tanto talento Tom Hooper, el director, que hasta consigue que un drama tan grande como este, tenga el inteligente detalle de que cada escena en la que aparecen los repugnantes personajes de Helena Bonham Carter y Sacha Baron Cohen, sean momentos muy divertidos, dentro de la tragedia, lo cual se agradece.








Todo en esta película es perfecto, de principio a fin. Salvo, si se me permite, la horrible peluca que le han plantado a Hugh Jackman al final de la historia. Pero eso, son cosas mías.







Lo peor de todo, es que esos, tan difícil de poner leotardos, calientan poco. Incluso yo diría que incluso son refrigerantes, pues noto frescor en la calle con ellos. ¡Parecen mentolados!








No es plan, mire usted. Hay demasiadas cosas misteriosas en esta vida.

Tendré que buscar otras alternativas para ir calentito este invierno.







Y ahora, de regalo, algo para mirar un rato. ¡No 45 minutos como he hecho yo!



miércoles, 27 de noviembre de 2013

Los maravillosos borzois. Y un guepardo





Los borzois son unos galgos muy, muy especiales. Cualquiera que ha convivido con uno de ellos, puede confirmar que es una experiencia única e increíble. Son nobles, cariñosos, aunque no de lametones, pero muy cariñosos a su manera. Además, son inteligentes, testarudos, y son increíblemente bellos, aunque no son conscientes de ello. Pocas cosas son comparables a pasear a un borzoi. No puedes parar de mirarle caminando a tu lado. Además, son tan grandes (una de las razas de mayor tamaño), que les puedes acariciar, según caminas. Y si se ponen de pie, sobre sus patas traseras, son tan altos como tú.







Fueron, como todos los galgos, considerados los perros de la nobleza, en este caso, al ser rusos, los perros de los zares. Y fueron muy admirados durante el siglo XIX en Europa y por ello, no se extinguieron pues durante la revolución rusa, los bolcheviques casi acabaron con ellos. Gracias a los que salvaron y sacaron de Rusia, siguen existiendo.




Alexandra, consorte del rey Eduardo VII, y Alex



La emperatriz Sissi, con su borzoi



Una mujer, en la calle, le dijo a su marido cuando me vio con uno de mis borzois: "¡Mira, un galgo ruso! A estos los utilizaban para embellecer los salones". Y es verdad, por eso me hizo sonreír. Nada embellece un salón, como un borzoi. O puede que me ciegue la pasión :)





Mi querida Tallulah, ocupando el sofá







No deja de indignarme el hecho de que mucha gente, por la calle, cuando ha visto a mis borzois, exclame sin reparos que son perros feos. Pero ya sabemos que abunda la gente sin sensibilidad (y sin educación) y no saben apreciar la belleza aunque se la pongan delante de las narices.






Theda Bara





Mrs Dulcie Rice con dos de sus borzois





Hoy, en particular en España, son poco frecuentes. La gente piensa que no son perros apropiados para vivir en un piso, debido a su tamaño y como todos los galgos, por creer que corren sin parar, incluso por casa. Nada más alejado de la realidad. En un piso, son como gatos, todo el día tumbados. Y son tremendamente limpios y a pesar de su tamaño, cuidadosos.

Y su pelo, su sedoso y maravilloso pelo, que puede alcanzar un sinfín de colores diferentes, no necesita tantos cuidados como el de un afgano.








El guepardo, es el animal terrestre más veloz, alcanzando una velocidad punta entre 95 y 115 km/h en carreras cortas. Posee una anatomía especializada para la carrera. También (como los galgos), posee el mayor corazón en proporción a su tamaño de todos los felinos. Esto le permite bombear la sangre con más fuerza hacia todo su cuerpo. Sus pulmones y fosas nasales son muy amplias para absorber más oxígeno, una cola larga, que puede alcanzar la mitad de la longitud de su cuerpo, que le da estabilidad en la persecución. Sus garras no son retráctiles como las de los demás félidos; esta característica mejora su tracción en altas velocidades. Wikipedia









El siguiente vídeo, me deja pasmado.

(Pon antes en pausa el reproductor de música, en la barra inferior de la pantalla. Gracias)





No entiendo como los humanos nos llevamos tan mal entre nosotros y estas dos criaturas, de especies tan diferentes, disfrutan tanto de su mutua compañía. Una vez más, la Naturaleza nos da lecciones.


Y de regalo, un vídeo más de un borzoi dándose un baño.


 


Esa es la mirada irresistible de los borzois.


lunes, 25 de noviembre de 2013

Siento odio por muchas personas



Yo no he sabido nunca, a lo largo de mi vida, lo que era odiar, pero desde hace unos años, irremediablemente, siento odio por muchas personas. No es que me sienta misántropo, que inevitablemente lo soy, y cada vez más, es que creo que la mala gente abunda demasiado y nos jode la vida, mire usted. Mi odio nació con cierto individuo. Fue la primera vez que me sorprendí a mí mismo, conociendo lo que es el odio. Pero es que hay personas a las que es muy fácil odiar.








Cuando hablo de mi creciente misantropía con otras personas, me miran raro. Por supuesto, hay personas que me gustan y los que me gustan, incluso me gustan muchísimo y también quiero muchísimo. Quiero a ciertas personas que están a mi alrededor, y a otras con las que no tengo practicamente contacto directo con ellas,  más que a través del ordenador o los WhatsApps. Ellas saben quienes son. Su compañía y cariño, aun en la distancia, me hace saber que existen personas dignas de amar. Luego, por supuesto, está Liza Minnelli. También Marilyn, Audrey o Judy, aunque algunas haga décadas que no estén con nosotros. Eso es amor.











E incluso Frankenstein, aunque sea mera ficción. Eso también es amor.








Luego, además de los que me gustan, está la gente que inevitablemente y sin avergonzarme de ello, estoy odiando cada día más. Odio a los integrantes del gobierno del Partido Popular. Y me parece que no odiarles, sería una traición a mí mismo y a todo lo que pienso. Tal como están las cosas y con todo lo que están haciendo por joder a los más necesitados, no odiarles es insensato.











Mariano Rajoy se niega a eliminar las concertinas de cuchillas instaladas en la valla de Melilla. Algo que a mí me resulta inhumano. Inhumano y cruel, como todas las medidas que ellos toman.

Y resulta paradójico, que a ese siniestro alambre de cuchillas le llamen con el mismo nombre que a un bonito instrumento musical.








Odio a los toreros por pretender llamar arte a su manera de lucrarse, torturando y asesinando toros y pretender intentar hacernos creer que esa dedicación de matarifes es arte. Y al gobierno del Partido Popular por decidir que esa primitiva y cruel tradición, impropia de un país civilizado y europeo del siglo XXI, es un bien de interés cultural. Y por subvencionar esa salvajada cuando cada año más españoles están en contra de ella. Los odio.








Odio a los machistas que zurran a sus esposas e incluso acaban con sus vidas, así, "por que eres mía y puedo acabar contigo si me sale de los cojones". Y odio al gobierno del Partido Popular por recortar dinero a los centros de las mujeres maltratadas y así, propiciar su situación desvalida. Los odio.








Odio a los cazadores y cada día más. Por que sufren una psicopatología cruel que ellos insisten en llamar amor por la Naturaleza. No comprendo como puedes acabar por diversión, con aquello a lo que dices amar. El verdadero amor por la Naturaleza consiste disfrutar hasta extasiarse de quienes la pueblan, en su plenitud de vida.








Y odio al gobierno del Partido Popular por subvencionar la caza, mientras recortan presupuestos a importantes causas sociales de los más desvalidos. Los odio.







Por supuesto, odio a los galgueros cazadores, que abusan, hacen pasar frío y hambre, maltratan, abandonan, ahorcan, arrojan a pozos, inyectan lejía... a tantos, tantísimos inocentes, bellos y nobles galgos cada año. 50.000 cada año. Y odio al Partido Popular por no hacer absolutamente nada por evitarlo, castigarlo o penalizarlo.













Y quien dice galgos, dice miles y miles de podencos, bretones, pointers, etc. Los odio.








Los odio profundamente por maltratar y no apreciar, salvo como meras herramientas, a tantos valiosísimos seres. Los odio.




Hay muchos necesitados de ser salvados 
urgentemente AQUÍ.

Corren terrible riesgo de sacrificio inminente.



Podría seguir así, muchos párrafos más, pero como muestra de mi racional y justificado odio (lo digo sin ningún rubor), no me alargaré más. ¡Hasta otra ocasión!








Creo sinceramente que la mala gente nos jode la vida, siento insistir. Todos viviríamos más felices si desaparecieran del mapa. Bastante tenemos ya con lo inevitable. Aunque puede que esto, también sea inevitable. Lo cual es dramático.