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miércoles, 2 de septiembre de 2009

TALLULAH


Tallulah llegó a casa un año después de Lolita. Es una Borzoi (o Galgo ruso). El perro de los Zares, dicen (otro dia hablaré del tema de los Borzois en la Rusia Imperial). Sus padres son los mismos de Nikolai , el cachorro que murió antes de llegar Lolita. Cuando llegó, tenía solo seis semanas de edad. Venía infestada de garrapatas. Esas manchas oscuras que tiene en las ingles, son debido a ellas. Con paciencia e insecticidas, conseguimos eliminarlas a todas.



Su llegada, fue una sorpresa para Lolita. Se sentía feliz de ser la única receptora de mimos en la casa. Ella era La Reina. Ahora tenía que compartir el trono con una cachorra pesada y llena de energía.

Tallulah tiene un ojo azul. Esto es una horrible aberración para un juez de un exibición canina. A mi hermano y a mí, no nos importó. De hecho, a mi hermano le encantó ese ojo azul.
Ahora tiene cuatro años. Mide 79 centímetros hasta la cruz. Me han dicho que es muy alta para ser hembra. Pesa 44 kilos. Está un pelín gorda. Supongo, que por que no le gusta mucho correr, y le encanta comer todo lo que sea digerible.
No es en absoluto consciente de su tamaño. Es capaz de asustarse de un yorkshire, si corre hacia ella, o de tumbarse encima de mí, como si fuera un chihuahua.También es verdad que las han mordido varias veces a las dos. Desde un pastor alemán, hasta un american staforshire (!!!)

Es muy tímida con la gente que no conoce. Y muy cariñosa con quien tiene confianza.

Yo me siento absolutamente fascinado por ellas. Tanto, que, cuando paseamos por la calle, las voy mirando reflejadas en los escaparates. Además, me hacen reir muchísimo.
 Adoramos a las dos. Por supuesto.  ¡Y las adoran quienes las conocen!

3 comentarios:

  1. Lo dicho, las niñas están preciosisisisiiimmaasssss... las fotos de marilyn fenomenales. Ya te contaré cosas de su fotógrafo...es muy heavy.

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  2. Muchas gracias, Lagalgalluenta. Todos los perros son guapos para mi, pero adoro a los galgos desde que era un niño. Nunca pensé que yo podría tener galgos. Para mí, el tener a Lolita y Tallulah, y a los otros que se me han muerto, ha sido un privilegio. Me fascinan.
    Un beso.

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