LAURA LINNEY y "The Big C".

Me gusta muchísimo Laura Linney. Me ha gustado desde que la ví en una de mis películas de terror favoritas de los últimos años: "Mothman".

Es de esas personas que te gusta mirar, por que te gusta como ella mira. Como habla, escucha, ríe y como llora. Al verla en una película, siempre pienso que tiene aspecto de que sería un placer tenerla como amiga. Tiene esa luz especial que ves en las buenas personas. Esa luz especial que no abunda. Da gusto mirarla.

Por Laura Linney comencé a ver "The Big C" (En España "Con C mayúscula"). Me encanta esta serie. Y ella está soberbia.

Se ha hecho muy popular, pero para el que no la conozca, trata de una mujer, Cathy Jamison (excelentemente interpretada por Laura Linney), de cuarenta y tantos años, que recibe la devastadora noticia de que se encuentra en estado terminal a consecuencia de un cáncer (De ahí la "C" del título). Le quedan meses de vida.  El tema es serio. Muy serio y dramático. Lo paradógico, es que en ocasiones, la serie no esta exenta de humor.

Cathy se enfrenta al hecho de su enfermedad de una forma particular y admirable. Intenta aprovechar el tiempo que le queda, disfrutando todo lo posible de cada momento y prescindiendo de todo lo que debería haber prescindido hace años. Y también se enfrenta sola.

Echa a su marido (Oliver Platt) de casa, con el que que tiene una peculiar relación.

Prohíbe a su hijo (Gabriel Basso) irse de campamento para no perderse ni un día de su compañía. A pesar del tremendo enfado de él.

Se empeña en ayudar a su hermano (John Benjamin Hickey) homeless por convicción y ecologista, con el que llega a compartir una comida recogida de la basura.

Y después de sincerarse y contarle, sólo a él, que se está muriendo, viendo como reacciona, llorando con desesperación, pasa ella, riendose a carcajadas, a desmentirlo diciendo que le ha gastado una broma pesada para hacerle pagar todas las que él le ha hecho a ella. Es una escena tremenda.

Se larga de la visita que le hace a su padre, al que no ve desde hace tiempo, diciéndole que le quiere, pero es un gilipollas. Y lo es.

Tiene una desinhibida relación sexual, iniciada de una forma muy divertida, después de depilarse el pubis (ha sorprendido a su hijo viendo porno en internet) con resultados sorprendentes para ella, con un empleado (Idris Elba) del colegio donde ella es profesora...

Y sobre todo, se propone no decirle a absolutamente nadie que le quedan sólo meses de vida. Nadie lo sabe. Todo su empeño es que sus seres queridos ignoren su estado y así, evitarles todo sufrimiento.

Su "secreto" hace que  los que la rodean, no comprendan su reciente forma de actuar, como cuando riega su blanco sofá con una copa de vino tinto, para después, pretender prenderle fuego en el jardín. Todo por que nunca le gustó ese sofá tan blanco. Acabará en el fondo de la piscina a medio construir, con ella y el perro de su vecina de confidente y consuelo.

Saca todo el dinero que tenía en un fondo de pensiones y se propone darse caprichos de los que siempre se privó.

Invita a su oncólogo a una marisquería. Ahí, conmovida por su próximo fin, roba una langosta del tanque (se niegan a vendérsela viva) y la suelta en una piscina en la que se zambulle también ella.

Además, se ha comprado un deportivo descapotable rojo, para después de usarlo durante un día, guardarlo en un almacén para que sea entregado a su hijo cuando sea mayor de edad.

"PUTA CONTAMINADORA A BORDO"

Obra de su ecologista hermano.

Acude a un grupo de apoyo de enfermos como ella, del que sale huyendo incapáz de entender la actitud tan exultántemente optimista de estos.



Se hace amíga de su arisca y anciana vecina (Phyllis Somerville), que luego resulta no ser tan arisca. Además de ser la única que descubre lo que la pasa.

El tema es serio, delicado y dramático, pero creo que está tratado con inteligencia y  siempre, de una forma muy conmovedora.

Todo esto da pié a muchas situaciones dramáticas y sorprendentemente, también cómicas. Yo no puedo perderme un capítulo. Cada uno de ellos, me hace sufrir en determinados momentos y reir en otros. Tiene un fantástico guión y unas también fantásticas interpretaciones. Además cuenta con Gabourey Sidibe (nominada al Oscar por Precious) en uno de los personajes secundarios. Le ofrece 100 dólares por cada kilo que adelgace. "No puedes estar gorda y ser mala".

"The Big C"  es una serie llena de sensibilidad y talento. Ahora mismo, es mi serie favorita.

Laura Linney ganó el Globo de Oro de este año. Además de otras nominaciones, tanto ella como la serie.

Otras series fantásticas son Nurse Jackie y Weeds. Curiosamente, las tres con mujeres fuertes en el papel principal y enfrentadas a problemas que les dificulta su existencia. Pero todas con sentido del humor. Y eso, es de agradecer.