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miércoles, 21 de septiembre de 2011

Los niños necesitan animales de compañía. Serán mejores adultos.



Esas personas, esos padres que ante la llegada de un bebé a casa, en lo primero en que piensan es en deshacerse del perro o el gato, de ese miembro de la la familia tan cuadrúpedo como fiel y noble, esos padres, decía, me sacan de quicio y me indignan tremendamente.

Esto es muy injusto y ocurre más veces de lo que podríamos creer.  Entendería que lo echaran a la calle o lo dejaran abandonado en una gasolinera, si se tratara de un cura. Eso sería arriesgado y un verdadero peligro para el niño. Pero de alguien que se podría convertir en el mejor amigo y compañía que ese niño podría tener en su infancia, no me entra en la cabeza.

No puedo evitar pensar que unos padres que toman esa decisión tan equivocada, tomarán también muchas otras muy erróneas, con la educación de ese niño.

En cualquier caso, está más que claro que ese inocente perro o gato, no era muy querido.



Estoy harto de ver en la calle, todos los días a padres que evitan que sus hijos se acerquen a mis galgas. Esos mismos padres, luego permitirán que esos niños escuchen a Esperanza Aguirre hablando en las noticias, o los llevarán a misa.

Me encanta cuando algunos niños se acercan a mis galgas preguntando. "¿Puedo acariciarlas?". Es entonces cuando yo tengo que explicar que a Lolita sí, pero Tallulah no se dejará, pués tiene pavor por los niños. Un trauma de cuando era cachorra.




Dieter Krowatschek en su libro "Los niños necesitan animales de compañía" dice que "Los animales a menudo demuestran ser mejores que los seres humanos. Ayudan a desarrollar la responsabilidad y la autonomía, y se comportan de manera equilibrada, sensible, alegre, atenta y cariñosa. Es imposible pasar por alto una influencia tan positiva. Incluso entre los adolescentes, que se encuentran en una fase de desarrollo en la que se sienten incomprendidos y ven a sus padres cada vez más inaccesibles, los animales actúan de manera estabilizadora".





El autor cita un anónimo que dice:

 “Todos los niños deberían tener dos cosas: un perro, y una madre que les deje tener un perro”.

No es necesario educar a los niños para que les gusten los animales. Nacen con una simpatía natural hacia ellos, simpatía que va creciendo o disminuyendo en el transcurso de la vida, según la influencia que los adultos ejerzan sobre ellos. Es tarea de todo educador fomentar el amor y el interés de los niños por los animales y educarlos para que los respeten y los traten de manera responsable. Lo cual redundará en el bien de los animales, de los niños y de la sociedad. Por encuestas realizadas se puede colegir la relación benéfica entre niños y perros porque: cundo vuelven de la escuela el perro se alegra y los saluda. Se divierten jugando con ellos. Tienen vivencias alegres y placenteras. Disfrutan pensando en el animal que los espera. A ellos pueden contarles todo lo que les sucede. Los entienden mejor que muchos adultos y los consideran como el mejor amigo. Está comprobado que los niños que tienen algún animal de compañía son más equilibrados, resistentes y tolerantes que los que no lo tienen. Aprenden a relacionarse con los demás y a asumir responsabilidades.







Yo he sabido lo que significa acariciar a un perro, gato, conejo, gallina, tortuga, cobaya o burro, desde mi más tierna infancia. Doy gracias todos los días por ello. Y siento una enorme lástima por todos esos niños a los que no se les permite esa experiencia tan especial como importante. 






No recuerdo quien fué el que dijo: "Todo niño debería crecer junto a un perro". Estoy de acuerdo. También pienso que todos deberíamos envejecer junto a uno.
















(Gracias, Isabel)



http://www.youtube.com/watch?v=d_EZDBVuOk4&list=FL-VYkQRxw-2GWxeRWBZaiqw&index=15

23 comentarios:

  1. Amen hermano
    Cuando te seleccionaban para Cesar Millan era una de las preguntas, que si te desharias del perro si hay bebé o te da miedo relacion perro-niño.
    Tambien podriamos añadir que una hogar sin perro o gato no es un hogar, es solo una casa

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  2. Aparte Alberto, los niños que viven con animales domésticos fortalecen su sistema inmumológico :-)
    Una vez teniendo Gordi unos 5 años, en la plaza de abajo de mi casa había un niño llorando sin querer caminar y la madre le suelta " pues como no vengas ese perro te va a morder" Gordi como constumbre en el rabo en pleno movimiento diciendo ¿Que? ¿jugamos?, el niño rompió a llorar aun mas fuerte y cuando pase por su lado vi miedo en sus ojos, le dije a la madre , "usted debería llevar bozal señora, espero que esta noche no le deje dormir las pesadillas que acaba de hacer que su hijo tenga"... ¿porque tienen que traspasar sus miedos y odios los padres a los hijos? es algo que nunca entenderé
    Besotes

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  3. Por desgracia esto que cuenta Nayr es aún lamentablemente esgrimido. Yo, que hasta mis quince años sufrí de fobia a los perros (¡sí, lo juro!) puedo entender hasta qué punto son nocivas esas amenazas, si bien no fue, en modo el origen de lo mío, que era patología.
    Hay madres a las que imaginar un perro en casa les eriza la piel. Piensan que el perro les contagiará a sus retoños mil y una enfermedades, que no es higiénico, que algún día el perro los morderá... estas madres privan, a mi juicio, de grandes sensaciones y experiencias a sus hijos. Son las mismas que, guiadas de una histérica obsesión por la aseptia y la protección jamás permiten que jueguen con barro, que se mojen con la lluvia, o que "guarreen" en alguna divertida circunstancia. Lo harán, no me cabe duda, con buena intención, pero contribuyen a que la humanidad gane un tono más gris. Soy de la opinión de que es mucho más sano un buen lametón en la cara que un prejuicio que se enquistará con peores consecuencias. Mis hijos mayores se criaron con una maravillosa Gran Danés y la gente me miraba como si fuese una loca imprudente. Ni que decir tiene que el respeto imperaba por ambas partes, que es algo que también se obvia a veces. La gente quiere que en su relación con los más pequeños los pèrros sean héroes o mártires. Me producen compasión algunos perros en manos de pequeños psicópatas mimados. Yo sí creo que un perro es un buen amigo. Está más que demostrado que implica al niño en valores tangibles: la responsabilidad sobre todo. Un niño ve con mayor naturalidad que un adulto ciertas relaciones; no les busca explicaciones ni significados metafísicos. La complicidad entre un niño y su perro creo que es de las cosas más hermosas de las que jamás deberíamos robar a un pequeño hombre. Cuando este proyecto de hombre aprende a amarlos y comprenderlos creo que hemos educado en la clave de los buenos sentimientos y en eso que para todo padre, supongo, debe ser el principal objetivo: hacer de ellos buenas personas.

    Un besote grande. (Y disculpad la extensión... ya me conocéis...)

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  4. Y leyendo esto ,miro a mi hijo Lucas y lo veo que crece feliz y sonriente ...él tiene perros y gatos ,ha crecido con ellos ,los siente parte de la familia..Lucas tiene una sensibilidad especial por los animales y a veces me siento culpable de habersela transmitido .Lo pasa mal cuando "ellos" nos abandonan ,pero tambien rie cuando hay finales felices ..(Sylvi,como en el caso de Syra...)Ningún padre debería privar a un hijo de esta experiencia tan gratificante ..Besos !!

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  5. Con tu permiso, me llevo el post a todos sitios...a mi blog, a mi facebook... y para siempre, porque nunca lo hubiera sabido transmitir tan maravillosamente bien... gracias!!!

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  6. Crecí rodeada de gatos, el Boris, blanco y negro, al que mi tia-abuela rescato de unos -ejem- niños que, cogiendole por el rabo, le estaban estampando contra un muro. Mi Boris querido. Estaba el Sapus, que era salvaje,inusitadamente grande y que una vecina habia llevado a mi tia abuela desde un pais lejano. Siempre pensamos que era algun tipo de lince o un cruce...Y mi Musi. Mio, mio mio, mio, una cosita escualida y fea que me vendieron en el rastro por 500 pesetas, le tenia en la palma de mi mano y ronroneó. No voy a relatar como fue crecer juntos, tan juntos, porque me faltarian las palabras. Se hizo grande y guapo y nuestro entendimiento mutuo era total, tal y como se espera de los perros pero no de los gatos. Desde mis ocho años hasta mis veinte...crecimos juntos, literalmente. Aun me falta, cada vez que miro una cicatriz que tengo en el hombro izquierdo y que me hizo en cierta ocasion, sin querer. Amo esa cicatriz...es mi Musi...y ahora que ya estoy a puntito de llorar, lo dejo.
    Besitos de Eva.

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  7. SILVIBILL:

    No me extraña que esa fuera una de las preguntas clave. Puede definir muy bien la actitud y mentalidad de un persona en este tema.

    Y sí es verdad que una casa sin perro o gato, queda mucho más fría, vacía y deshumanizada. Y triste, también. Que me lo digan a mí.

    Muchas gracias, guapa.

    Besos.

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  8. NAYR:

    Vivir con un perro o gato. es beneficioso en muchos sentidos. Ya seas niño o adulto. Yo lo compruebo en mis carnes todos los días. me riría mucho menos, me movería mucho menos y me sentiría más triste y menos querido, entre muchas otras cosas.

    Yo estoy hasta el culo de eso de: "No te acerques al perro que te muerde". Yo siempre respondo que en esta vida, son los humanos los que más muerden. Estoy absolutamente convencido de que la inmensa mayoría, no debería procrear. No tienen ni idea de como educar a un niño para hacer de él un gran ser humano.

    Tengo una vecina, que se crió con un pastor alemán, con lo cual, no tiene ningún miedo a los perros y los conoce muy bien. Su hijo, desde que comenzó a caminar, cuando entra al patio con su madre y ve a las galgas en el patio, echa a correr hacia Lolita gritando su nombre. Yo le digo a Lolita: "saluda a Rodrigo" y ella va y le dá un lametón en la naríz. Toda y cada una de las veces que se encuentran. Todos nos reímos. Y yo siempre pienso que muchísimos padres se horrorizarían de eso. Un día ella me contó que vieron a un chico en Opera, con dos Borzois. Rodrigo se quedó flipado y mirando a su madre dijo: "Tallulah y Tallulah. ¿Y Lolita?" Más risas. me encanta con la naturalidad que esa mujer educa a su hijo. Como habla con él y responde a sus preguntas. Eso no abunda.

    Muchas gracias y besos.

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  9. ARQUEPE:

    ¡Nunca dejas de sorprenderme! ¡Tú, fobia a los perros! ¡Que giros tan caprichosos dá esta vida.

    Esa gente que se horroriza de que un perro se acerque a un niño, no conocen en absoluto a los perros. Sólo tienen la idea y el prejuicio de que los perros muerden y están cargados de gérmenes. ¿Y los humanos no? Hay mucha ignorancia.

    no deja de sorprenderme cuando veo pinturas británicas del siglo XIX con escenas de niños jugando, durmiendo y viviendo felíces en el interior de sus casas. Incluso escenas de campesinos y gente humilde, que llenan una cocina con el perrillo entre ellos. Siempre pienso que en España vivmos con un retraso espantoso. En los pueblos, incluso hoy en dia, los perros viven en la puta calle. Se les prohíbe entar en las casas y menos en las cocinas. Lo he visto yo mismo en mis veranos de infancia en Segovia. El perro nunca entraba en casa. En ninguna casa del pueblo. Tipical spanish.

    Comprendo que para la gente ignorante, la visión de un Gran Danés junto a dos criaturas, les deje horrorizados. pero ya digo que son ignorantes.

    Tienes más razón que una santa en todo lo que dices. No puedo estar más de acuerdo.

    Y por favor, me encanta que os extendais en vuestros comentarios. No te disculpes. ¡Mirame a mí!

    Muchas gracias y besos.

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  10. LOLITA:

    Lucas es un hijo afortunado. Ha aprendido a conocer a los animales como muchísimos niños no lo harán nunca. Y gracias a tí.

    El problema es que abunda muchísimo la clase de gente que no quieren un animal cerca y menos en casa con sus hijos. Yo creo que es una tremenda carencia en su crecimiento y formación como personas.

    Muchas gracias.

    Un beso.

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  11. ANACHURRETES:

    Puedes llevarte este post a donde quieras. Me siento muy honrado y halagado.

    Gracias y besos.

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  12. ANONIMA EVA:

    Comprendo muy bien lo que me cuentas de tus gatos. Yo también he tenido varios y como a los perros, no se les olvida.

    Y también yo tengo una cicatríz de Keaton, mi siamés, en mi muñeca izquierda. Y también, fué sin querer. Pero aunque hace años que Keaton no está, la cicatríz está ahí. Larga y fina como uno de sus bigotes.

    Tú también has sido afortunada al crecer con tus gatos. ¿¡Un lince!? Me hubiera gustado verle.

    Besos. Gracias.

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  13. imcreible articulo me ha encantado coincido en cada una de las palabras creo que quien ha tenido el lujo de criarse entre animales y aprendio a respetarlos de niño sera una gran persona en el futuro, mientras que aquel a quien no le han inculcado esa adoracion y respeto nunca conocera una parte de si mismo.

    Yo si he tenido el lujo de criarme entre animales desde los 2 años

    un saludin!!

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  14. yo contare un dia mi historia pero es muy larga y no quiero entorpecer este blog, ;)

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  15. NOEPEREZ:

    Muchas gracias. No es para tanto, no creas. Unas bonitas fotos y cuatro frases.

    A mí, me indigna la falta de educación y de respeto de tantísimas personas hacia los animales en este cruel país. Estoy harto de difundir entradas en el blog de los perrillos, en las que se habla de cierto perro o gato abandonado, muerto de asco, hambriento y enfermo, que es, además, apedreado o perdigoneado por niños o adultos. Esto, además de horrorizarme, me deja perplejo. ¿Que clase de personas son? ¿Quién les ha educado? Y además ¿No han visto pelícuala de Walt Disney? ¿No han llorado con Dumbo o Bambi? ¿No les han leído cuentos protagonizados por tiernos y buenos animales? Otra vez pienso en eso de que en España, hay muchísima gente que no debería procrear. Han criado niños embrutecidos y crueles. Así están las leyes de protección animal y los españoles. Ahorcando galgos, abandonando perros y gatos a mogollón y alanceando toros.

    Y no te preocupes por entorpecer este blog. Si alguien lo entorpece soy yo.

    Muchas gracias.

    Un beso.

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  16. No sé, creo que no puedo decir nada más. Ya lo habéis dicho todo vosotros y de una manera maravillosa. Yo sólo puedo decir que siempre he sido el garbanzo negro de la familia; en el sentido que siempre fuí muy "animalera". En mi casa nunca gustaron especialmente los animales y yo debí nacer con un gen alterado. Cómo comprendeéis yo soy de esas a las que nunca dejaron tener un perro. A lo máximo que llegué fue a una pareja de periquitos. Lloré y supliqué lo que no está escrito durante toda mi vida y no hubo manera. Cuándo conocí al que hace 22 años es mi marido compartí con él y con la mayor ilusión mi primer perro, un mesticillo al que quisimos durante casi 14 años mas que a nada en el mundo. Por eso me juré a mi misma que el día que tuviera mis propios hijos, si ellos querían un perro, no iba a ser yo quien les privara de tal privilegio, por eso después de unos años en blanco por problemas de salud de mi hijo pequeño y a petición de los dos llegó Iru, después de cuatro años más llegó Martina, y puedo asegurar que mis hijos son mucho más felices de lo que fuí yo y mucho, pero mucho más maduros y responsables de lo que era yo con sus años. Iru y Martina les han educado tanto o mas que nosotros y han hecho que desarrollen una tremenda sensibilidad hacia los animales abandonados y maltratados. Estoy orgullosa de que mis hijos se hayan criado con perros y estoy orgullosa del "trabajo" maravilloso que han hecho mis perros con ellos. Si, es cierto; todos los niños deberían criarse con un perro a su lado. Aseguraríamos de esta manera grandes personas, estoy segura.
    Un besín.

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  17. Si bonito era el post mas aun todos los comentarios, Anonima Eva, a mi no me dejaron tener animales de niña, y creci junto a ellos a partir de mis 19 años que me independicé. Y digo crecí porque hasta ese momento mi vida habia sido incompleta e inmadura.
    Yo tambien tengo una pequeña cicatriz que me recuerda a ese dia que le mordí la barrigota a mi Dorge.
    Alberto, es verdad, tantas pinturas costumbristas victorianas con perros y niños con puntillas jugando juntos, yo tenia un precioso libro asi cuando era pequeña. Siempre me haces recordar cosas bonitas de mi vida. Alberto sabes lo que son los palacios de la memoria? Pues todas tus estancias son preciosas. Gracias

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  18. divinas las fotos y el video, después de todo, durante mucho tiempo me han atraído más los animales q los niños, sin embargo, no se si por la edad, ahora los niños también me inspiran mucha ternura. Silvibill tienes razón, me encanta leer los comentarios también...yo nunca he tenido perros por la misma razón y ahora dudo en querer una responsabilidad de ese tipo, sin embargo, hoy en un parque al pie de mi casa me acosté a descansar y llegó una perrita "criolla" y me consintió divina!! (criolla le decimos en colombia a los perros q no son de raza). Ciertamente si tuviera un perro algún día preferiría uno de los que están abandonados por montón en Bogotá y bueno si tuviera un hijo me encantaría que tuviera una mascota.

    Alberto: muy buena música! (suena Debussy)

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  19. ¡Me han encantado las fotos, que ternura, dan ganas de comerselos!
    A mi como a Aleja,tambiém me atraen más los animales que los niños, la verdad, solo de pensar que luego crecen (los niños) y algunos se convierten en auténticos c... Debería ser obligatorio que los niños desde bien pequeños tuviesen contacto libre con los animales.

    Un besazo.

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  20. IRU Y MARTINA:

    Es verdad que resulta muy triste y frustrante para un niño desear tener un perro y que sus padres piensen que es una locura y no estén por la labor.

    Y estoy convencido de la gran verdad de lo que dices sobre tus hijos y su convivencia con Iru y Martina. Es algo que los que no lo han vivido no pueden imaginarse. Y también estoy seguro de que ellos, serán mejores en muchos aspectos, a otros adultos, cuando crezcan.

    Lo triste es lo ignorantes con este tema que resultan tantas personas.

    Muchos besos y gracias.

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  21. SILVIBILL:

    Es muy cierto que cuando deseas tener un animal y no te lo permiten, tu infancia es incompleta. Es injusto. Si todos esos salvajes adultis y crios que se dedican a maltratar a los perros abandonados, hubieran tenido un perrillo desde su infancia, y digo tener con ellos, a su lado, no atados a una cadena a la puerta de su casa, Hoy, estoy seguro, habría menos maltrato. Y gente más sensible.

    Muchas gracias por todo lo que dices.

    Más besos.

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  22. ALEJA:

    Yo, siento escandalizar, siento más ternura por un cahorrito que por un niño. Tal véz sea por que siempre tengo en mente que ese bebé tan tierno, se convierte en un adulto humano que ya no me gusta tanto, pué me decepcionan cada véz más los adultos humanos. Esto nunca me pasa con los adultos perros.

    Y debo decir, que mis posts, sin vuestros comentarios, nunca serían lo mismo.

    Muchas gracias, Aleja.

    Un beso.

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  23. SARA:

    No necesitas decirme que te atraen los animales. lo vemos todos los días en tus preciosos dibujos.

    Y ya he dicho que los niños al crecer, pueden, muy fácilmente decepcionar. Esto no pasa con los animales. Y no lo entenderá, quién no tenga la experiencia de vivir todos los días con cuadúpedos a su lado. El problema con los niños es ese, que se convierten en adultos. Incluso abundan los niños que de tiernos infantes no tienen nada.

    Muchas gracias, Sara. He visto tu precioso último dibujo, el de las cabras aburridas, pero aún no he comentado. ¡Siempre ocupado!

    Un beso.

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