Un claro ejemplo de algo por lo que merece la pena entusiasmarse y disfrutar en esta vida.

En 1992 Liza Minnelli, consiguió, una vez más agotar las entradas de su concierto en el Radio City Music Hall. No era para menos. Ella es única, es grande. En cualquier ocasión en la que aparece en un escenario, deja más que claro su talento. Enorme talento. Yo, he podido verla en concierto en Madrid y es algo que no se olvida.

Cuando pienso en algunas cosas que merecen la pena en esta vida, pienso en el arte. Pienso en la pintura y en tantos cuadros que me alegran la vida. Pienso en los libros que he leído, releído y volveré a hacer. Y en los que aún leeré. Pienso en el cine y en lo que he disfrutado riéndome, llorando o aterrorizandome. Y pienso en la música y en todos los momentos en que me ha emocionado durante toda mi vida. En todas las canciones que me vuelven loco. En las que escucho cada día. Creo que mi vida, sin todo esto, sería mucho más aburrida, triste y anodina. Sería una pena.

He visto ese show de Liza del Radio City Music Hall en DVD en varias ocasiones.

El número, después de la overtura, "Teach me Tonight", es uno de mis favoritos. Cojonuda su versión. No podría cantarla mejor.

(Por favor, pon antes en pausa el reproductor de música para que no suenen dos temas a la vez. Gracias.)

El número al que pertenece los dos siguientes vídeos, lo he disfrutado como veinte veces y no me canso nunca de ello.

Es un número fantástico en el que ella, Miss Minnelli, comienza a cantar "Stepping Out" pero es interrumpida por una espontánea fan del público. Pero eso no es más que el principio.  Lo que viene después es un potpourri de canciones célebres con los hombres como tema principal. Y con quienes ella llama, sus "Demon Divas" (Divas del demonio). No me cansaré nunca de verlo. Impagable el momento en que Liza llama a seguridad, pidiendo ayuda.





Esta es la segunda parte del número. Mi momento favorito del número: 2:36 "Natural Man". Canción, voces, coreografía... ¡Genial!




Estas cosas, me alegran el día cada vez que las veo. Luego está esa gente que disfruta con una puta corrida de toros. ¡Arte es esto!