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viernes, 6 de julio de 2012

¿SOY ESPAÑOL?



Nacemos donde nacemos, por puro accidente. No podemos elegirlo. Se supone y se da por hecho, que debo sentirme orgulloso de ser español, especialmente en estos días de euforia y victoria futbolística con la Copa del Mundo.



¡Lo que me faltaba! 
amortajado con la bandera española!


No me gusta el fútbol. Sólo jugaba al fútbol cuando me obligaban en el colegio y yo no seguía las reglas. Me limitaba a seguir el balón y darle patadas cuando llegaba a él e incluso quitándoselo a miembros de mi propio equipo que jugaban infinitamente mejor que yo, para desesperación de todos. Pero no era mi culpa, me obligaban a jugar, no sabía hacerlo como es debido y no me gustaba.  Otro día, al baloncesto, pero fue suficiente para que no me obligaran más a jugar a cosas con pelotas. Pero jugué al hockey, donde era tan inconsciente como en los dos deportes anteriores, pero con un palo, por lo cual, más peligroso también. Pero me compraron el stick y había que amortizarlo.



Cuando iba de visita con mis padres a casa de mis tíos, muchas veces era el único niño en una reunión familiar de varios matrimonios y toda la tarde la pasábamos delante del televisor viendo el partido. Me dormía. Afortunadamente, me solía llevar algún libro de Tintín y así abstraerme del fútbol.




Pero ha quedado grabada en mi memoria, como algo que no puedo soportar, la voz gritona de los comentaristas de fútbol, ya que aunque leyera, del sonido de la televisión, que lo ponían como si fuera un asilo con residentes duros de oído, no podía escapar.  Ese grito televisivo de "¡Goooooooooooool...." que parecía durar veinte minutos, se me hacía eterno, molestísimo y me daban ganas agarrar la enorme tortilla de patata hecha porciones en cubos, que había preparado entre otras ricas viandas, mi tía para merendar, y arrojarla contra el televisor. Por cosas como estas, el fútbol no me gusta, pero además, escucharlo, más que verlo, me pone frenético.




Hace unos días, a mi galga Lolita, estando tumbada plácidamente en mi cama, le volvió a dar otro microinfarto de esos que lógicamente, nos asuntan tanto. Mientras yo saltaba del ordenador, para consolarla y calmarla, angustiado, pensando que puede que un día no salga de uno de estos, unos fanáticos futbolísticos (¿se dice así?) se pusieron a hacer sonar por la ventana del patio esas estridentes trompetillas que no recuerdo como se llaman (¿vuvuzelas?) y a gritar "¡Goooooooool...!" Sonaba como si usaran un megáfono junto a mi oído. En el momento en que esto ocurría, yo intentaba de los nervios, que Lolita se recuperara.




No lo pude remediar. Era lo último que yo necesitaba y les grité "¡Tarados! He de decir, que mis patios son enormes y rodeados de edificios de seis plantas y cualquier ruido nocturno se amplifica como si fuera el anfiteatro de Mérida. Tenemos el privilegio de no oír el tráfico de la calle desde mi casa, a pesar de vivir en una calle céntrica de Madrid. Cuando cualquier vecino, ahora en verano, da una fiesta hasta las cinco de la madrugada, Tú los oyes gritar a todos a la vez (¿alguien escucha a alguien ahí?) como si estuvieran en el salón de tu misma casa.  No para de venir la policía y no paran de sucederse fiestas. Yo, si estoy viendo una película, no me pongo a gritar por la ventana en la escena de más emoción, ni grito asomado por encima de los cactus en mitad del silencio de la noche ¡Bravoooooooo...! al ver un concierto de Bette Midler en DVD y hay muchos motivos para ello. 








Se supone que es normal y natural desmadrarse con un partido de fútbol. Y más si es España quien gana, por que es un orgullo ser español.








En el partido final de la copa del mundo de fútbol, hasta mi hermano, que no estaba viendo el partido, gritaba "¡Es-pa-ña!" "¡Es-pa-ña!" cuando por los griteríos y trompetillas de esas que se oían por el patio, se enteró de que habían ganado la copa. Yo me quedé paralizado y mirándole anodadado mientras él me decía: "¿¡Tú no eres español!?" "¡Ha ganado España!". Él, que su mayor ilusión sería irse a vivir a Londres, desde que vivió allí más de dos años y no volver a pisar este país...

Mi madre, ahora ya no tiene cabeza para nada, pero hace años, cuando sí la tenía, la veía pasmado viendo el tour de Francia (o lo que fuera), mordiéndose las uñas, sólo por que Perico Delgado, participaba en el tour y es segoviano como ella, cuando mi madre se aburría terriblemente con el deporte. El diálogo era más o menos así: 


Yo:   ¿Que haces viendo ciclismo?
Ella: ¡Es Perico!
Yo:   ¡Es ciclismo!
Ella: ¡Ya, pero es Perico!
Yo:   Pero si no te gusta el ciclis...
Ella: ¡Perico es de Segovia! ¿¡Como no voy a verle y alegrarme si gana!?
Yo:   ..............








No entiendo muy bien los nacionalismos. Eso de: "¡Como mi pueblo no hay ná!" Sí, mire usted. El mundo es muy grande y está lleno de pueblos y países tan bonitos o más que el pueblo de cualquiera. "¡España es lo más grande!". ¡Y Rusia! ¡Y China! ¡Y Norteamérica! ¡La India!...








Eso me hace pensar en que cosas pueden hacer que yo me sienta orgulloso de ser español. Pienso y pienso y pienso aún más y me cuesta encontrar algo único que sea español y me haga sentirme henchido de orgullo por haber nacido aquí. 


Me obligaron a hacer la mili (Fui casi de los últimos) cando me disponía a emprender unos estudios que luego no retomé después de perder inútilmente un año de mi vida.




El de las gafas, yo. 
¡Ojala volviera a tener esa cintura!

Esos tres buenos chicos, me rescataron de la depresión inicial.
Ahora, ni siquiera recuerdo sus nombres.




¡La paella es rica y española! ¿A quién no le gusta la paella? Me gustan los callos a la madrileña (esa salsilla es puro deleite), pero eso no me hace feliz de ser madrileño. ¡El museo del Prado! Es enorme y lleno de precioso arte de otros siglos. Pero para mi desgracia, apenas lo piso. Y si viviera en París, tendría el Louvre o el Hermitage en San Petersburgo. ¡El botijo! Es muy práctico y pintoresco, pero teniendo un frigorífico o un termo a mano, nadie carga con un botijo hoy en día. Hablando de Segovia... ¡El acueducto! Es una imponente reliquia de la arquitectura, pero... el mérito fue de los romanos. 








¿Lola Flores, Rocío Jurado y la Pantoja? Sí, tendrán mucho arte, pero prefiero a Edith Piaf, Judy Garland o Shirley Bassey, para mí, no hay color.






Aunque me gustan mucho Miguel de Molina, Juanita Reina y Sara montiel, todos ellos muy españoles. Sara no era precisamente Bette Davis interpretando, pero me gusta mucho cantando en los cincuenta y sesenta. Y nadie era más guapa que ella.





Por más que lo intento, no me gusta el flamenco. En cambio, entro en trance escuchando a Bessie Smith.




Prefiero a Billie Holiday, Ella, Dinah, Mae West... por nombrar unas pocas, a Camarón.

Me gustan mucho los preludios de zarzuela, algo muy español, pero también los de Rossini. Veamos...




¡El gran Balenciaga! Un maestro español. Si no fuera que se tuvo que irse a París para triunfar... 


Modelo de Balenciaga, fotografiado por Avedon

Lisa Fonssagrives-Penn, fotografiada por su marido Irving Penn

Otra fotografía de Irving Penn


Bueno, teníamos al maestro Pertegáz, pero yo prefiero a Dior. ¿Picasso? Nunca me ha gustado Picasso, perdónenme. Prefiero a Klimt, ya sé que no tiene nada que ver, pero por poner un ejemplo.


¿Será por los oros?

¡Gaudi! pero nunca he pisado Barcelona. Cervantes y su Don Quijote es un orgullo para los españoles, pero para mi vergüenza, aún no lo he leído. Pero me encantó leer "Romeo y Julieta" de Shakespeare o a Oscar Wilde, Poe o las Brontë.

No se esperará que esté orgulloso de compartir patria con Almodóvar, cuando hay docenas y docenas de directores que me gustan más que él... Lo cual no es tan difícil.







¿El clima de España? The sunny Spain! Si no fuera por que yo en verano, con el calor ando por los suelos, nunca piso una playa desde... ni me acuerdo. Y no sería capaz de tumbarme relajado en la arena con multitud de gente a mi alrededor.... Y este seco clima donde apenas llueve en meses, propicia esos terribles incendios forestales que me amargan los veranos.




Me gusta el verde del norte. Y me gusta la lluvia. Me gustan los bosques asturianos.




¿He de estar orgulloso de ser español por nuestra realeza? No entiendo la necesidad de eso. No gracias.  Y para colmo, un monarca cruel. 





Y hablando de crueldad ¿He de sentirme también orgulloso de ser español por la desidia que existe en este país en proteger a los animales?  ¿En la vergonzosa permisividad ante su maltrato, donde se permite la caza con galgo (único país de Europa) y se ahorcan, abrasan, arrojan a pozos o como mínimo, se abandonan tanto galgos como podencos, bretones... ¿He de sentirme orgulloso de ser español? Siento una tremenda vergüenza por ello. Estos nobles perros por sí solos, si hacen que me sienta orgulloso de ellos.






Justo todo lo contrario que los responsables de esto 









"Del cielo al infierno"
¡Que gran verdad!


Me hacen sentirme orgulloso de haber nacido en este despiadado país, la gente que es capáz de encontrarse con esta pobre e inocente criatura en este estado...





Y hacer que se transforme en este otro.






¿He de sentir orgullo de haber nacido en un país en el que la fiesta nacional consiste en torturar y asesinar y llamarlo arte y cultura?  No gracias. Siento una enorme vergüenza.







Se que España está llena de cosas buenas, no soy tan tonto como para no apreciarlo. Quizás la culpa de que me ponga crítico, la tienen todos los que cometen o permiten que se cometan, tantas barbaridades que suceden en este país cada día. Que impiden que este sea un mejor país del que sentirme más orgulloso. Aquí se realizan injustos recortes (que sólo afectan a los que menos tienen), pero se permite la amnistía fiscal o se le entrega a la Iglesia 17.000.000.000 (¡diecisiete mil millones!) de euros al año. Y no se le cobran los impuestos por sus bienes inmuebles, cosa que se hace hasta en Italia. 

Aún así, sé que tengo que dar gracias por haber nacido en España y no en Uganda o Irán, por poner un ejemplo.





El lunes, andaba yo viajando en el metro de Madrid y decidí bajarme en la Gran Vía y darme un homenaje en las rebajas, que falta me hacía. Al ascender a la calle, me dí cuenta de que había elegido un mal día. La Gran Vía estaba cortada al tráfico y atestada de gente vestida con camisetas rojas, aullando y haciendo sonar esas dichosas trompetillas. Ya tenía que haberme dado cuenta de la situación cuando sufrí a una de estas sonando estridentemente dentro del metro a poca distancia de mí.




¡Esto me pasa por no gustarme el fútbol y no ser un español como es debido! Pensé.

A pesar de todo, al final, entré en H&M y me compré dos camisetas por 3,95€, dos pantalones a 10€, uno de ellos de fresco y cómodo lino y una camisa blanca de algodón, tan fina, que es casi transparente. ¡Gangas! Para que Oliver no protestara, otras dos camisetitas baratitas para él. Y al salir, me topé con Torres, Iniesta y Casillas (son tres de los pocos nombres de futbolistas que conozco) saludándome. ¡Y yo haciéndoles fotos!








Y he de confesar que imbuido por la alegría general que me rodeaba, incluso llegué a emocionarme cuando vi a Casillas saludar en mi dirección. ¡Me sentí español!

¡Pero esa emoción sólo duró un efímero instante! Enseguida volví a poner los pies en el suelo y pensé: ¡Componte! ¡Ni que fueran Liza Minnelli!


Así solo posa para una foto alguien a quien le desborda el talento.
Y no es española.


13 comentarios:

  1. Hi,

    Soy Oliver, "el hermano". Alberto no subraya la intencionada ironia y una sutil coña en mi entusiasmo patriótico ante la victoria de España. Yo también abomino de los innumerables defectos y carencias de este pais, especialmente la absoluta ausencia de empatía por los animalillos. Y, si, mi sueño sería vivir en Londres, donde los ingleses quieren a sus hijos casi tanto como a sus perros.

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    1. "Intencionada ironía y sutil coña", pero exultante de alegría! :D

      ¿Y que haces comentando en mi blog cuando eres tan crítico conmigo? ¡Te vas a enterar!

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  2. Querida Susana (Vuelvo a ser Oliver), si no me equivoco, la caza del zorro fue prohibida hace unos en Inglaterra, ante la oposición de los de siempre, incluido el impresentable Prince Charles. Y no te engañes, en muchos aspectos España es un país bananero, lleno de corrupción y abusos. También hay gente decente, pero son tan pocos! De todas formas, yo soy un misántropo compulsivo, muy poco objetivo con mi especie, de la que me me siento muy lejano.

    Nice to meet you, too!

    Oliver

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  3. Maltrato y burradas se cometen en todas partes, la diferencia es que en pocos lugares existe la pasividad legal que se da aquí. Por las cosas que difundo en el otro blog, se montaría un escándalo en otro lugar. Tu lo has dicho, estamos a años luz. Lo grave es que los españoles se sienten absolutamente europeos. Lo que vemos en las difusiones, esas slvajadas, so propias de un país tercermundista, no de uno avanzado, moderno y europeo.

    Y creo, si no me equivoco, que la caza del zorro se prohibió ya hace años en Inglaterra. Lo cual indica que las arraigadas tradiciones, muchas veces hay que acabar con ellas, cuando no son propias del siglo XXI. Pero aquí, como tú también dices, abunda el español inculto y cateto.

    Gracias y besos.

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  4. Las acciones de los ciudadanos incultos, insensibles y egoístas, las pagamos nosotros, que no lo somos tanto y sus pobres víctimas. Y los gobernantes, unos tras otros, son los responsables de no educar al populacho como es debido. Pero, si piensas que defienden y protejen las corridas... Es vergonzoso!

    Y también es vergonzoso que se tengan que encargar, esas pocas personas sensibles, de salvar, proteger y ayudar a las pobres criaturas maltratadas.

    Muchas gracias.

    Besos.

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  5. El gobierno (cualquiera de ellos) pasa de leyes de protección animal. Parece que no se quieren enfrentar a los taurinos o perder sus valiosos y sangrientos votos.

    Los príncipes no tienen vergüenza. Los hijos, al menos por la memoria de su madre Diana, que no llevaba pieles y detestaba la caza, deberían abstenerse, pero no. Les encanta pegar tiros a los pobres animales. Deben de llevar en los genes la cosa de la patología. Y eso de quese pasen la ley de la prohibición de la caza del zorro, por donde se colocan la silla de montar... es tener poca vergüenza y les define.

    Yo no me iría a una isla desierta por que me agobia el sol, pero haría que mi Chateau des Barres fuera rodeado por un muro de doce metros de altura.

    Acabo de darme cuenta de que había puesto "diecisiete millones de euros" en el dinero anual entregado a la iglesia, cuando son "DIECISIETE MIL MILLONES DE EUROS! Un lapsus imperdonable.

    Gracias.

    Besos para repartir.

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  6. Ay, Alberto, yo me siento huérfana de país... Y esas repulsivas imágenes de hinchas españoles con montera y utilizando banderas de capote. ¡Menudos "embajadores" de España por el mundo! Como tampoco soporto el futbol nunca veo ningún partido y así me ahorré de ver en directo como en plena final de la Eurocopa uno de los jugadores(¿Ramos?) se dedicó a hacer unos pases con un capote.
    Bss!

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    1. ¡Se lo que me dices! Cada vez que veía a esos hinchas disfrazados de toreros con trajes de todo a 100, haciendo el gilipollas... ¡Que imágen tan lamentable!

      Yo me sentí como un marciano al salir del metro en la Gran Vía y encontrarme con esa desaforada emoción patriótico-futbolística. Pero yo me siento extraño tan a menudo...

      Muchas gracias y besos.

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  7. Comprendo que lo de la isla desierta lo dices por lo del aislamiento. ¿Puedes conseguir un fantasma en un castillo recién construido? Eso si que son adelantos! :) ¡Me encantaría tener un fantasma también en mi castillo! Pero uno que asuste poco. Si me iba a hacer pasar las noches con el vello erizado bajo el dosel de mi cama... :O

    Gracias y besos.

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  8. Salvo en que a mí sí que me gustan el flamenco y Picasso, volvemos a coincidir en todo. Tengo un trauma tremendo con los balones y las pelotas (menos las que cuelgan entre las piernas de algunos hombres, que no todos, que esas me van más y me lo paso bien con ellas). Aunque estoy a favor de los independentismos, que a veces erróneamente se denominan separatismos, mucho más que con los grandes nacionalismos como el español, a mí me gustaría ser apátrida. De hecho conozco a un hombre que lo es legalmente y tiene muchas ventajas, en los aeropuertos y los viajes, por poner un ejemplo. Y aunque también prefiero el frío al calor, que no soporto, tengo que decir que adoro Madrid... Viví 6 años en Barcelona y voy cada vez que puedo tanto a Barcelona como a Madrid, porque a pesar de que el clima de Donosti va más conmigo, el ambiente y la gente me destroza. Así que a ver si me ayudas a encontrar un trabajo en Madrid y me mudo. :-)

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    1. A cada uno le gusta lo que le gusta y no se hable más. Yo no estoy en contra del flamenco ni de Picasso, simplemente no me emocionan.

      Lo de las pelotas...¡Me has hecho reír! Además, me gusta que no tengas pelos en la lengua (...creo que esta expresión e este contexto, no es muy afortunada :) ¡Pero no eras vegano! :D

      En lo de los independentismos tampoco voy a entrar, pues cada uno se siente como se siente y punto. Lo de apátrida, siempre me ha parecido interesante.

      Yo adoraba Madrid antes, cuando era más joven y no paraba en casa. Ahora, con los años, con dos galgas y una madre con alzheimer que cuidar, salgo poco y cuando lo hago, me agobia bastante la multitud de gente de Madrid. Cada vez me apetece más lo de retirarme a mi mansión al campo, cuando esta vida sea justa y la consiga.

      No he logrado encontrar trabajo para mí, así que lo veo difícil, pero estaré al tanto.

      Gracias y cuídate.

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  9. Que complicado esto!
    a ver, en casi todo coincido contigo
    Pero yo tengo sangre gitana y adoro el flamenco
    Por otro lado me siento española por reivindicar un sufrimiento que ha existido en mi familia, ya que nos fuimos de nuestra tierra vasca por amenazas de ETA...
    Si fuera millonaria, he de reconocer que me iria a Londres, pero...
    acabaria llorando como hacen en esta cancion?

    http://www.youtube.com/watch?v=6Ciw3WhmLVE

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    1. Lo del flamenco, te digo lo que a Josu a cada uno le emociona lo que le emociona. Esa canción de Concha Piquer, para mí es otra cosa. Eso si me gusta.

      Te entiendo bien, aunque al final, si pudiéramos, muchos nos iríamos fuera.

      Muchas gracias y besos para ti, Syra y los mininos.

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