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lunes, 17 de noviembre de 2014

El perro no es el mejor amigo del hombre, porque el hombre no sabe tener amigos. Luna Miguel






El otro día, oí decir a alguien en televisión, que la vida de un perro valía tanto como la de una persona, yo no estoy de acuerdo, o no exactamente. Creo firmemente que la vida de un perro vale más que la de muchas personas que pueblan el mundo, pues estamos rodeados de gente despreciable y los perros nunca lo son. Llevo toda mi vida conociendo perros y personas y cada vez, estoy más convencido de ello. Están llenos de virtudes y no poseen nuestros defectos, como dijo Lord Byron

Y seguramente estoy de acuerdo con lo que dice Luna Miguel, al afirmar que el perro no es el mejor amigo del hombre, porque el hombre no sabe tener amigos, pues en el caso de los perros, es verdad que muchos no saben apreciarles como se merecen. Si lo hicieran, se darían cuenta de que son amigos inmejorables, como nunca encontrarás. No son volubles e infieles, como los humanos. Y nunca, nunca, dejan de amarte ni te abandonan. Eso lo hacen los humanos.


Sollozos y ladridos: así es el corredor de la muerte canino

Cuando hablamos de “sacrificio” imaginamos algo sagrado, algo necesario para que el mundo siga siendo armónico, algo hermoso, en cierto sentido, porque recuerda a aquellos episodios que leíamos en libros viejos a propósito de los siempre furiosos dioses clásicos. Sin embargo, hoy la palabra sacrificio sólo tiene un sentido, y es el de asesinato. Por eso, cuando escuchamos o leemos en las noticias que en tal país o localidad un número determinado de animales va a ser sacrificado, lo que en realidad quieren decir es que su exterminio será terrible.



En Taiwán, por ejemplo, más de 80.000 animales son llevados a las cámaras de gas, envenenados o asfixiados a lo largo de un año. La mayoría de ellos son perros callejeros, todos enfermos, tristes y abandonados, que a falta de un hogar caliente, aparecen moribundos en las aceras y son llevados a esas perreras en las que su futuro nunca resultará nada prometedor. Horrorizado por el conocimiento de estos datos, el fotógrafo Yun-Fei Tou se decidió a hacer una serie de retratos a distintos perros minutos antes de que se los llevaran a morir.







Para Yun-Fei Tou era primordial mostrar esta realidad al mundo, y entonces tuvo que dejar a un lado todo impulso artístico, pues lo que aquí importaba era convertirse en el altavoz de una atrocidad. Lo que esta sesión fotográfica nos demuestra es que abandonando a nuestros animales somos nosotros los culpables de que a diario se produzca tal cantidad de muertes horrorosas. Aquí nadie está libre de culpa, y por eso hay cada vez más cooperativas de todo el mundo que procuran concienciar a las personas de que adoptar y apadrinar animales es, esta vez sí, absolutamente necesario, absolutamente hermoso y absolutamente sagrado.


 Luna Miguel













© Todas las fotos son de Yun-Fei Tou


Gracias, Josu.


5 comentarios:

  1. Para mi, el perro es lealtad, verdad, amistad, belleza, franqueza, sinceridad.

    No entiendo la vida sin ellos. Es lo único a lo que no podría renunciar.

    Hace unos días, uno de los míos nos ha dejado. Nunca ha estado enfermo, su carácter ha sido siempre cariñoso, serio y muy muy valiente. Se ha marchado sin molestar, despidiéndose con ternura y agradecimiento.......ha sido y es un ser muy especial.

    He pasado por este trance muchas veces, pero esta ha sido de las peores. Parece que en lugar de asimilarlo mejor con la edad, encajo este golpe mucho peor.

    Ni que decir tiene que no hay comparación con muchos de los de dos patas, humanos les llaman, que no conocerán el amor, la amistad y la lealtad que ALAMBRE (así se llamaba) me ha regalado siempre.

    Para mi, el perro si es mi mejor amigo.

    Volveremos a vernos.

    Pedro.

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    1. Siento muchísimo la pérdida de Alambre, Pedro. Comprendo muy bien como te debes de sentir y también comprendo todo el dolor que deja su ausencia. Estos últimos meses estams sufriendo mucho por la rusa, y aunque ahora, vuelve a estar mejor, por que sigue con corticoides, cuando dejamos de dárselos, decae de forma horrible y es muy doloroso verla sí. Hace unas semanas yo ya me preparaba para lo peor, lo cual, es muy difícil. Me desespera verles tan mal de salud, que la vida parece que ya ha terminado para ellos. Yo aún me desvelo, mucas noches, pensando en los que se me han ido. Y algunos, de forma muy dramática y devastadora.

      Estoy seguro de que Alambre ha sido un perro feliz a tu lado y tú al suyo. Compartir la vida con ellos es algo inigualable y no comprendo como otros viven sin un perro al lado. cuantos más años pasan, más imprescindibles me parecen y me angustia que llegue el día en que ya no pueda tener a una de estas criaturas de estas a mi lado. Yo tampoco concibo mi vida sin un perro al lado.

      Y por supuesto, que son los mejores amigos. Yo me he pasado la vida quedándome sin amigos que no he echado de menos, pues no merecían el cariño que mis perros si merecen, con total seguridad.

      Debemos ser unas personas muy raras, para cierta gente, pensando y sintiendo así. Pero cada día me enorgullezco más de ser raro.

      Un abrazo. Siento mucho la tristeza que estarás pasando.

      Gracias.

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  2. Como te dije, qué duro tiene que ser retratarlos y no poder salvarlos...

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    1. ¡Horrible! Yo no creo que pudiera haberlo hecho. Esas fotos son preciosas y también demoledoras.

      Gracias, Josu.

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  3. Muchas gracias, Vientos. Espero que esteis bien.

    Besos.

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