Todos somos Teresa, todos somos Javier, todos somos Excalibur
El perro ROSA MONTERO 14 OCT 2014
La carta que pedía no matar al perro de Teresa, sino ponerlo en observación, reunió en 12 horas 400.000 firmas. Llevo muchos años luchando en este país por los animales, y les aseguro que, por desgracia, no hay 400.000 personas tan animalistas como para movilizarse con tanta rapidez. Creo que los que luego repitieron el tópico de “tanto preocuparse del perro y nada de los 4.000 muertos en África” (me pregunto cuánto habrán hecho ellos por los africanos) no comprendieron lo que pasó. Fue el propio Javier, el marido, quien lanzó una petición desgarradora pidiendo que les ayudaran a salvar a Excalibur, a quien consideraban parte de su familia. Y hubo muchos que, aun sin saber de perros, empatizaron con el dolor de ese hombre y esa mujer; con su condición de víctimas inermes de una situación espantosamente mal gestionada. Lo decía un tuit de Toni García Ramón: “Coges el ébola que ellos han traído. Te echan la culpa; tiran la puerta de tu casa; matan a tu perro”. Los expertos pedían conservar al animal para investigarlo, y en la cerrazón de ni siquiera planteárselo muchos vimos la prueba de la incapacidad del Gobierno ante la crisis y de su falta de sensibilidad. Deberían haber confesado mucho antes (lo hizo días después un veterinario) que no tenían recursos para aislar al perro. Y es que, en efecto, todo ha sido un desastre: trajes inadecuados, falta de educación en su uso, fallos de control y, para peor, la suprema indecencia de culpabilizar a la víctima, como hizo ese despreciable consejero al que ni siquiera han destituido. Llueve sobre mojado: de nuevo la incapacidad criminal de este Gobierno, su falta de autocrítica, la desvergüenza de culpabilizar a las víctimas de sus propios desmanes. Por eso firmamos. Todos somos Teresa, todos somos Javier, todos somos Excalibur.
EL CASO EXCALIBUR Por la Dra. Núria Querol Viñas
Todavía me cuesta digerir las noticias que me llegaban la semana pasada a EEUU sobre el angustiosa caso de Excalibur mientras me encontraba en un congreso. Me parecía del todo inverosímil que la CAM decidiera sacrificar el perro de la auxiliar de enfermería infectada de Ébola, Teresa Romero, y de su pareja, Javier Limón. No podía creer que una orden judicial para sacrificar un animal se dictara a tanta velocidad cuando otras órdenes para proteger a personas o animales tardan mucho más. Javier Limón hizo una llamada desesperada desde su aislamiento en forma de un emotivo vídeo suplicando a las autoridades que salvaran su perro. Ni el clamor de los ciudadanos, ni la opinión de expertos, ni el hecho de que no haya ningún caso documentado de transmisión de humanos a perros, ni la condena internacional sirvieron para detener un engranaje cruel y victimizador. No sólo Teresa era retratada como la responsable última de su contagio, sino que se sacrificaba un perro inocente sin ninguna base científica.
Excalibur se convirtió en un símbolo de la indefensión de los ciudadanos ante un sistema desprovisto de humanidad quedando en brutal evidencia ante el mundo entero. No hace falta que os diga que los comentarios y las críticas tanto de los expertos como de la prensa internacional fueron, y todavía son, durísimos contra la actuación de la CAM en la crisis del Ébola.
Si Excalibur, Teresa y Javier vivieran en Dallas, Teresa sería considerada una heroína por arriesgar su vida por tener la generosidad de velar por otro ser humano. Si vivieran en Dallas, el alcalde Mike Rawlings, mientras visita puerta por puerta a los vecinos para tranquilizarlos, les hubiera prometido proteger su perro. Si vivieran en Dallas, Excalibur estaría en cuarentena en su piso mientras Dallas Animal Services, la Dallas SPCA y el Ayuntamiento trazan, con la ayuda de expertos, un plan para la cuarentena. Si vivieran en Dallas, los equipos de limpieza habrían ido cada día a proporcionar agua y comida al animal. En realidad, tampoco habría que vivir en Dallas, sino en un lugar donde la administración demuestre empatía y cordura: empatía para ayudar a los ciudadanos a los que sirve y cordura para actuar con inteligencia, serenidad y madurez. Quizás no hace falta ni coger un avión para ir a un lugar así, sino una papeleta y una urna.
Carta a Excálibur de Javier Limón, esposo de Teresa Romero
Excálibur, donde quiera que estés sabes que los amitos siempre te llevarán en su corazón.
Acabaron contigo gente mala y sin sentimientos. Hicimos todo lo que pudimos y más para salvarte, pero al final no pudo ser.
Mientras te escribo esta carta no paro de llorar, pero estoy muy orgulloso de ti porque has sido un ejemplo para el mundo entero, y no seras olvidado tan fácilmente.
Ahora, desde donde estés, tienes que darle fuerzas a la amita para que se ponga buena, igual que me las has dado a mí para no venirme abajo y seguir luchando.
Aunque ya no estés con nosotros, te prometo que se hará justicia.
DESCANSE EN PAZ
Javier Limón
No me sorprende nada, que en este país tan poco sensible con los animales, sucedan estas cosas. Tratándose de un perro... se le quitan de encima, le matan y resuelto el tema. Echan mano del refranero popular, tan supuestamente sabio, como rancio y llevan a cabo eso de "Muerto el perro, se acabó la rabia". Muy triste. Y también muy lamentable.
Lo que me sorprende y me hace feliz, es que cada vez más gente se indigna con estas cosas. Cada año, más concentraciones de ciudadanos y más numerosas también, protestan por el maltrato y la crueldad con los animales. Cada vez más empatía, más indignación, y más personas sintiendo dolor. Eso es muy bueno. Deberían aprender nuestros gobernantes, de lo que sienten los ciudadanos. Pero eso, me temo, es una utopía.
En el blog de difusiones, Noble Galgo, vemos crueldad y casos horribles todos los días. Uno, especialmente triste, dramático y muy representativo de como funcionan las cosas en este país, es el siguiente, de una pobre galga a la que han atropellado en un pueblo de Sevilla.
"La chica que lo ha visto ha avisado al 112 y estos han enviado al servicio de carreteras los cuales pretendían dejar al animal en un vertedero porque decían no tener servicio para recogida de animales heridos".
"Algo que por supuesto de ninguna manera íbamos a permitir. Una chica se ha ofrecido a llevarla a un hospital veterinario a 40 km del lugar y allí ha sido ingresada de urgencia para estabilizarla".
La pobre criatura, tiene las dos patas delanteras fracturadas. Necesitan donativos para pagar la costosa operación.
AXLA - AMIG@S POR LOS ANIMALES
La Caixa
ES17 2100 4069 88 2100215959
Concepto : AYUDA GALGA SEVILLA
No hay comentarios:
Publicar un comentario