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viernes, 29 de abril de 2016

¡Soy literato!




Tengo tantas frustraciones en esta vida, como años. Envidio a la gente que canta bien, a la que baila bien, a la que pinta, escribe... Yo he dibujado mucho, he bailado lo que no está en los escritos, hasta acabar empapado de sudor. No canto nada bien, para que vamos a decir lo contrario, pero conozco a mucha gente a la yo que he oído cantar, que hacen que yo parezca el mismísimo Pavarotti. Nunca había escrito. De hecho, tardé mucho tiempo, aunque me lo aconsejó una antigua amiga, en tener un blog, a la que le dejaba casi siempre notas escritas por mí, que celebraba mucho y se decepcionaba cuando no lo hacía, pues pensaba que no podría escribir ni dos líneas. Hay blogs en los que publican posts gente brillante, o que al menos escribe bien. Yo no. Como dice mi hermano, cada vez que lee un post mío: "¡El pobre, hace lo que puede!"






Llevaba tiempo en que me rondaba una escena entre dos personajes, y la visualizaba, con diálogos incluidos, como si fuera una novela, e incluso, una película. Hace unos días, decidí escribir esa idea. Me resultó muy fácil, más de lo que yo esperaba. Luego, pensé que debía añadir un principio a esa idea. Más tarde, la continuación a lo que había escrito... Estoy disfrutando tanto, que llevo días escribiendo, cada vez que tengo un rato libre. Incluso, dejo de hacer muchas cosas, para ponerme a escribir.

Mi hermano: "¡Empieza Guerra y Paz!" (La impresionante serie de la BBC, de la que no nos perdemos un capítulo).





-Yo: "¿¡Ahora!? ¡Estoy escribiendo!"

-Él: "¡Puedes escribir en el blog luego!"

Oliver, creía que escribía un nuevo post. Hasta que me dijo un día: "¿Que escribes? ¿Que es ese post tan largo?"

Yo no le había contado nada. Escribo ese relato para mí y solo para mí. No tengo intención de que lo lea nadie. Y nadie lo leerá. Y lo bueno de saber que no lo leerá nadie, es que puedo escribir relajado, lo que me de la gana y como me de la gana. Incluso guarradas que escandalizarían a una vieja puta del puerto. ¡Incluso a mí mismo, llegan a escandalizarme! Pero... ¡Nadie lo leerá! ¡Es genial! Aunque eso, no quiere decir que no me esfuerce. Me paso horas releyendo lo de hace días y corrigiendo, cambiando diálogos, añadiendo líneas, etc. 






Cuando mi hermano se dio cuenta de que no era un post, lo que escribía, pues lo hacía en Word, me preguntó que era eso. Le expliqué, tímidamente, que estaba escribiendo un relato. 

-Él: "¿¡Tú!? ¿¡Un relato!? (Alucinando).

-Yo: "Sí, he empezado con una tontería... me he liado y no puedo parar.

-Él: "¡Ay madreee...! ¡Que se ha hecho literato!" Y se meó de la risa ante la idea.

Le expliqué que nadie lo iba a leer. Era solo para mí. 

-Él: "¡Pero yo sí! ¡Soy tu hermano!"

-Yo: "¡No! ¡Ni siquiera tú!"

Cada vez que se acercaba al ordenador, yo me iba a Google o a Yahoo, para impedir que leyera nada.

Como no le dejaba leerlo, un día, estando yo escribiendo, mientras él estaba tumbado en la cama a mi espalda, viendo algo en la televisión, me vuelvo a mirarle y le descubro mirando al ordenador con unos prismáticos.  Yo, después de llamarle cabrón, sufrí un ataque de risa que casi hace que me caiga del alto taburete. Tengo mi ordenador en lo que era mi alta vieja mesa de dibujo.


Rojo, por supuesto



En otra ocasión, pasó detrás de mí, mirando a la pantalla y llegó a leer algo de "Anatol", que es el nombre del protagonista, que es polaco. Encantado, por haber conseguido leer algo, aunque resultara irrelevante, se pasó el día cantando, como si él fuera el resultado de una endogamia de tercera generación: "¡Anatol, chúpame un cojooón! ¡Anatol, chúpame un cojooón!"

Otro día me dice: "¿Cuantas páginas llevas escritas?"

-Yo: "14".

-Él: "¿¡¡¡14!!! ?

Como si le sorprendiera que mi despropósito pudiera dar para tanto.

Luego añadió: 

-"¿Como vas a ser escritor, si no sabes lo que es la prosodia ni la prosopopeya!

-Yo: "¡Claro que lo sé! ¡¡Claro que lo sé!! ¡Y para tu información, pienso meter prosodias y prosopopeyas en cada párrafo!"

Entonces él aulló de la risa y se meó encima, literalmente. Está sufriendo una infección de orina, y resultó inevitable.


·Prosodia
nombre femenino
1. Parte de la gramática tradicional que enseña la pronunciación y acentuación correctas.
2. Parte de la fonología que estudia los rasgos sonoros que afectan a las unidades mayores que el fonema o no segmentales. "la prosodia estudia el acento, el tono y la cantidad".

·Prosopopeya
nombre femenino
1.Gravedad y solemnidad afectada en el lenguaje o en la forma de actuar.

2.LIT
Figura retórica de pensamiento que consiste en atribuir a los seres inanimados o abstractos características y cualidades propias de los seres animados, o a los seres irracionales actitudes propias de los seres racionales o en hacer hablar a personas muertas o ausentes.


Más tarde, continuó con las bromas ofensivas.

-Él: "¡Mi hermano es literato! ¡Va a ser el Léon Tolstoi de este siglo! ¡Ganará el Planeta! ¡El Cervantes! ¡El Nobel de literatura!"

-Yo: "¡Y el Oscar!

-Él: "¿El Oscar?

-Yo: "¡El Oscar al mejor guión adaptado!

-Él: "AAAAAH...! ¡Vamos a nadar en la ambulancia!

Y sandeces absurdas así, sin cesar.

Estoy tan absorto en lo que escribo, que incluso me he sorprendido a mí mismo, llamando a mi galgo Valentino a voces: "¡Anatoool!".




Parece mentira, como pasa el tiempo.
Valentino ya ha cumplido 11 meses.
¡Y sigue igual de loco!



Es genial y absorbente, esto de escribir. Incluso estando en la calle, piensas en ello, en la historia, en diálogos para añadir, en cosas que has de corregir... Y no comprendo como muchos escritores tienen crisis creativas y no les viene la inspiración de las musas.





Es como si yo tuviera una repleta residencia de señoritas musas, dentro de mi cabeza. Lo cual, cuando se lo comento, también hace que mi hermano, se desternille de la risa.

Cuando escribes un relato, siendo tú el autor, te puedes permitir cualquier cosa. Eliges el lugar, la época (en este caso, París, 1946). Tú creas los personajes. Tú decides lo que le ocurre a cada personaje. Tú eliges lo que cada uno dirá, en un diálogo. Tú decides también, lo bueno, simpático, guapo o gracioso, que es cada uno de ellos. Anatol, es un hombre absolutamente encantador, fascinante, divertido e inteligente. Alguien que desearías tener como amigo y sería el mejor de tus amigos. Y que nunca te decepcionaría, como suele ocurrir.  Y lo mismo se puede decir de la señora Du Lac, la madre de otro de los personajes. Es encantadora y muy graciosa. Muy buena persona. Anatol y ella se adoran.

Puedes añadir comedia, pero también drama. Yo mismo, días después de haber escrito algún capítulo, me parto de risa con sus diálogos, visualizandolo como en una película.  A lo que mi hermano dice, escandalizado: "¡Se ríe de sus propias gracias! "¡Se mea de lo que él mismo escribe!".

También he llegado a emocionarme hasta las lágrimas, releyendo algún pasaje que me resulta bastante conmovedor.






Tú eliges su ropa y decides como van vestidos y peinados. Esto es muy divertido para mí. No puedes decir: "Saltó de la cama y se puso sus skinny jeans". Describes su pantalón de pinzas de cintura alta, dobladillo en el bajo, planchados con raya y cinturón estrecho. Sí, tú les vistes e incluso tú les desnudas (esto también es divertido). 







Además, eliges el lugar, los nombres, la época, etc. etc. En un momento dado, tenía que sonar una canción de fondo y como no puedes decir "Sonaba Single Ladies de Beyoncé", buscas en tu mente una que pueda servir, la escuchas en You Tube leyendo el texto a la vez (buscar mis CD's de música francesa entre tantos apilados, sería agotador) y ¡voilá! ¡Hasta parece que está compuesta para ese momento de mi relato! Esa canción es J'Attendrai", en la versión de Jean Sablon. Es una de mis canciones favoritas. Y debería estar sonando, al leer este post, en el momento en que lo publico.



Jean Sablon



Como mi historia transcurre en el año 46 en París, este dato, esta decisión, condiciona, complica y divierte, también, al escribir. Los dos personajes principales, no se ven en varios días, por no poder localizarse. Eso hoy sería impensable. Pero ellos, no tienen móvil. La trama es difícil, en muchos momentos, al ser en 1946.




Esto es un ejemplo. (Por favor, sean ustedes indulgentes. Ya digo que evidentemente, no soy escritor).

"No le extrañaría nada si le colgaba el teléfono. Eran las nueve de la noche y a  esas horas, puede que estuviera en casa. Antes de marcar, respiró hondo, tratando de calmar sus nervios. Marcó uno tras otro cada uno de esos números, que se había aprendido de memoria esa misma noche, en que Anatol le dio la hoja arrancada de su libreta, mientras permanecía insomne en la cama. Contestó la que debía de ser su portera y después de preguntar por Anatol, oyó como dejaba el auricular sobre una mesa o una silla y esperó. Tardaba, debía subir hasta la buhardilla para avisarle, suponía él. Solo esperaba que fueran pocos pisos. Al fin, oyó como volvía a sonar el auricular al levantarlo de la mesa, y la mujer, respirando algo entrecortada, le anunció que el señor Anatol debía haber salido, pues no contestaba a su puerta. Etienne le dio las gracias, pidió disculpas por las molestias y colgó. Se sentó en la butaca junto al teléfono y permaneció mirándose las manos, que agarraba una contra otra. Estuvo así, unos minutos. Odiaba que Anatol conservara un mal recuerdo de él. Súbitamente, se levantó de la silla, le anunció a su madre, que se encontraba en la cocina, que salía un momento a comprar cigarrillos y cogiendo la chaqueta del perchero del hall, bajó rápido las escaleras. Sin peinarse". 

¡Con lo fácil que sería hoy, mandar un WhatsApp! Creo.






Un dato, que explica bien lo que quiero decir: En un momento dado, tres de los principales protagonistas, acuden a un carisimo restaurante y el maître d' les recibe, pero... descubro, buscando en Google, que el término no se utilizó hasta 1950, con lo cual...

Además, me sorprendo a mí mismo, también, diciendo cosas en francés. ¡Yo, que solo se decir cuatro cosas en ese idioma! Pero de la manera más natural, digo "Mon Dieu!" "N'est-ce pas" o "Sacre Coeur!" cada dos por tres.

También, otro día, se me pasó por la cabeza la absurda idea de que Anatol muriera. Y me sorprendí a mí mismo, pensando: "Voy a matar a Anatol". Rapidamente, pensé que así deben de expresarse los escritores, cuando se deshacen de un personaje, pues si tú le has creado, si le eliminas por propia decisión, significa que le matas.






Pensé que ese era un claro detalle de que pienso como un escritor. Aunque solo unos minutos, duró ese pensamiento. No soy tan arrogante.

Hace unos días, bajé a mis tres criaturas por la noche a la calle, cuando subí, mi hermano estaba leyendo lo que yo escribía. Me enfadé y le regañé. Y él no paraba de reír y hacer coñas. Había leído tres capítulos. Me dijo que era un tanto ingenuista. También que era redundante. Y que le habían gustado varias cosas que le parecía que estaban muy "bien traídas", como queriendo dar una de cal y otra de arena, el cabrón. Por supuesto, le dije que no se preocupara, que no tendría que soportar más leer tales cosas ingenuistas y redundantes, que le hacían sangrar los ojos, por que no iba a leer una puta página más. Lo escribía solo para mí. El se indignó, diciendo que tenía que enterarse lo que pasaba con la historia (!!!?). Le dejé claro que tendría que escribirse la suya propia. Y así seguimos discutiendo, tres días.





También, me dice que hay muy pocos personajes, al o que yo le contesté: "¿Y en cinco horas con Mario, cuantos personajes hay?". Él se volvió a revolcar de la risa. Luego añadió, que encontraba que "faltaban conflictos", cuando se ha leído solo, 24 páginas de las 42 que llevaba escritas. ¡Los conflictos vienen después!

Ayer por la tarde, estaba cansado, después de mucho follón y no parar y me tumbé en la cama diciendo que estaba agotado físicamente y también, intelectualmente, pero que tenía mucho mérito pues aún así, escribía mi relato. Me contestó: "¡Y así lo escribes!".

Yo no escribo bien, lo sé con seguridad. No tengo ninguna pretensión en ello e insisto, lo escribo solo para mí, por que me divierte y me distrae de cosas muy serias y graves, pero él se parte de risa, solo con leer que Anatol tiene en su buhardilla una aspidistra. Si yo, veo una aspidistra ahí, es que debe haberla, por que es mi relato. Punto. ¡Y como decía Drácula: "¡No es cosa de risa!"



Aspidistra, es un género de la familia Asparagaceae, 
anteriormente Ruscaceae



Ayer, mi crítico hermano, continuó leyendo lo que había escrito y al mismo tiempo, escuchaba las noticias en le tele... desviando la atención a la pantalla del televisor, cada dos por tres, para decir: "¡Que hijos de puta!", cuando una información le indignaba, lo cual, me pareció una inmensa falta de respeto. Unas líneas después, vuelve a dejar la lectura de mi insigne relato, par ver y ponerse a cantar, el anuncio del perfume de Marc Jacobs, "Decadence", que nos gusta mucho, protagonizado por Adriana Lima, y su canción "The Hunter Gets Captured by the Game" de las Marvelettes, una de nuestras favoritas, siempre la cantamos a voz en grito.






Lee mi, sin igual relato, muy estirado y con la cabeza hacia atrás, como si llevara un monóculo puesto. De repente, se ríe y dice que le gusta mucho, y de hecho lo celebra con insistencia, un detalle que le ha hecho reír, que sí, es gracioso, pero no tanto como otros que me hacen reír a mí muy alto, y que él, ha leído sin inmutarse...





También ha visto y celebrado, que he añadido conflictos. ¡Debían llegar en su momento oportuno! 

Y ante mi negativa, a su sugerencia, de que cambie una palabra por otra, le pregunto:

-Yo: "¿Ahora también eres corrector de estilo?".

-Él: "¡Si empiezo... no paro!".

Más tarde, me dice, ante mis quejas:

-Él: "¡Allá tú con tus inseguridades y complejos!"

-Yo: "¿Como no voy a tener complejos e inseguridades con lo que me dices! ¡Deberías decir, para evitarlo, que poseo un talento innato y extraordinario!"

-Él: "Se me da muy mal mentir".

Luego, como para tratar de arreglarlo, me dice que está disfrutando mucho de la lectura y que no puede esperar a ver como se desarrolla. Lo dice con tal afectación, que no hay quien lo crea.

El caso es que ya he escrito 42 páginas y mi hermano cabrón, suelta una carcajada cuando se lo anuncio. Piensa que escribo, como un churrero llena la sartén.

No sé si seguiré mucho tiempo con mi relato. Seguramente, lo termine abruptamente o tal vez, le añada unas líneas de vez en cuando. Con toda seguridad, y para tranquilidad de mi hermano, este es mi primer y último relato. En vista de las demoledoras críticas de mi único lector,.. Mi carrera literaria, acaba de comenzar y finalizar, en pocos días. Cada vez que releo algo, me digo a mí mismo: "Soy ingenuista y redundante". Desmoralizador. ¡Muy desmoralizador!

Pero también pienso que tal vez, algún día, dentro de cien años, alguien descubra lo que he escrito, lo lea, lo aprecie y se convierta en un clásico. Uno de estilo ingenuista, pero un clásico. Puedo pensar lo que me apetezca e ilusione. Es mi relato y mis sueños, por muy disparatados que estos sean. ¡Anda que no he leído yo, sandeces publicadas!

jueves, 21 de abril de 2016

Goodbye to Prince



Prince ha fallecido inesperadamente y como otros grandes, nos deja su obra, de gran importancia para la historia de la música de esta era. Otra más imprescindible desaparición, de los que nos han dejado en estos tiempos. Triste. Parece como si desaparecieran los genios, más rápido de lo que aparecen otros nuevos genios.







Su música, mezcla de R&B y funk y su personal mundo interior y estilo, hace de él un artista único. Se le considera como el  fundador lo que se comenzó a llamar "sonido de Minneapolis". Ha llegado a grabar, mas de cuarenta álbums. Solo en los Estados Unidos ha vendido alrededor de 39,5 millones de álbums y cerca de 100 millones en todo el mundo. 

No he seguido gran cosa, la última época de su prolífica carrera. Mis discos favoritos y en especial, mis canciones favoritas de Prince, pertenecen a los 80 y los 90. Canciones como Condition of The Heart, Get Off, Scandalous, me gustaron mucho y lo siguen haciendo.





Vi a Prince en concierto en Madrid hace muchos años, y recuerdo la experiencia como un privilegio. Cantaba, se movía y bailaba, con una energía increíble, para su pequeño cuerpo. Fue muy disfrutable estar ahí, gozando de su show. A la salida, alejándonos del estadio en coche, con mi hermano y dos amigas, estando parados en un semáforo, una chica, con la cabeza y casi medio cuerpo, asomando por la ventanilla del coche que estaba parado justo al lado, nos gritó: "¡Que bonito ha estado el Prince!" (pronunciado como se leería en español). "¡Y toca todos los instrumentos...!" Asentimos riendo, mientras la luz se había puesto en verde y los coches arrancaron, perdiendo nosotros de vista el suyo. Muchos metros más adelante, volvimos a encontrarnos con ese coche y la chica seguía asomada, fuera de él. Nos gritó, mientras volvía a alejarse rápidamente: "¡¡...a la perfeccioooón!! Entonces faltó poco para mearnos todos de la risa. Incluso ella se alejaba mirandonos y riendo. Ese detalle, posterior al concierto, fue la guinda del pastel. Mi hermano y yo, nos reímos cada vez que lo recordamos. Y cuando escuchamos una canción de Prince, siempre decimos: "¡Que bonito está el Prince!"

Espero que esté en algún lugar, con otros grandes, sintiéndose orgulloso de su aportación a la música. Como deberían hacerlo todos ellos.




Prince Rogers Nelson 

Minneapolis, Minnesota, 7 de junio de 1958 –
Chanhassen, Minnesota, 21 de abril de 2016




sábado, 16 de abril de 2016

Pasa el tiempo, inevitablemente




El paso del tiempo es inevitable e irremediable. Ya se que es una obviedad, pero es así. Pone los pelos de punta comprobarlo. Parece que fue ayer, cuando nos dejaron a mi hermano Oliver y a mí, nuestro hermano mayor, nuestra madre y nuestra bella borzoi Tallulah, aunque ya ha pasado más de un año de ello. No se por que extraña razón, he asimilado, creo, lo de mi hermano y mi madre, pero sigo sin acostumbrarme a no ver a mi bella rusa a mi lado. A pesar de tener a otras tres amadas y preciosas criaturas conmigo, cada uno es cada uno y ella era única. Todos lo son. La echo muchísimo de menos. Cuarenta veces al día.







Siempre pienso que parece que fue ayer, cuando aún era joven e inconsciente de que la vida transcurre demasiado deprisa. Con el rápido paso de los años, compruebas que tu cuerpo ya no es el mismo de antes. Tampoco tu cara. Te reconoces en el espejo, pero no te acostumbras a verte diferente. Hace años me quejaba continuamente, por ser demasiado delgado y por no verme yo guapo, cuando continuamente me insistían en que sí lo era y aunque delgado, mi físico era armónico y envidiado por muchos. Mi timidez, mi guapa cara y mi inseguridad, hizo que algunos pensaran que era arrogante y muy creído, cosa muy alejada de la realidad. Ojala hubiera sido así. Mi vida hubiera sido muy diferente siendo arrogante.



Retrato de un joven, por Bronzino, 1530


Ahora, me quejo sin cesar por no conseguir adelgazar unos simples cinco kilos para poder volver a ponerme algunos pantalones, camisas y chaquetas que languidecen en el armario (sí, ya se que he hablado de esto antes. Los que estéis aburridos de ello, podéis evitaros los bostezos). Daría cualquier cosa por el físico de hace unos años que a mí me parecía tan imperfecto.






Y ya sé, también, que todos debemos aceptar el paso del tiempo y sus crueles consecuencias. Es lo lógico y lo inevitable. Lo inteligente y lo sensato también. No puedes pretender seguir teniendo la misma talla y la misma tersura de hace veinte años. Aunque parezca que algunos/as, mejoran con los años (eso también jode lo suyo), no es lo usual. Y quienes a pesar de los años, siguen absolutamente fascinantes, como Carmen Dell'Orefice (84 años) o Alicia Borrás (70 años). A ellas, parece que les sienta de maravilla envejecer.







Carmen, es la modelo de más edad que sigue en activo.
Ella misma cuenta que ha protagonizado más portadas 
en los últimos 25 años, que en su juventud.
Y es obvio, que de joven ya era fascinante.
Parece el claro ejemplo de que quien tuvo, retuvo.







Alicia Borrás, fue Miss España en 1964 y como Carmen,
sigue siendo una mujer a la que da gusto Mirar.


Retirada desde hace años, vuelve a trabajar como modelo
y tanto ella como Carmen, podrían avergonzar a muchas otras
jóvenes e insulsas modelos actuales de renombre.
Ambas poseen una tonelada de clase, elegancia y belleza.








Hace mucho que me di cuenta de que debía de poseer yo, algún tipo de síndrome de Peter Pan. Me reconozco en muchas de sus características, aunque no en otras. Incluso mi forma de vestirme, mis gustos, ya digo que no son los usuales en gente de mi edad, y eso, te hace sentir diferente. Mi hermano me dice continuamente, que me visto como un adolescente. Yo creo que me visto como lo haría si volviera a los 20 tiernos años, que tampoco era yo, nada convencional. Y si me comparo con los señores de mi edad, alucino. Eso debería de servirme de consuelo. Pero inevitablemente, a veces pienso que debería recobrar la cordura y la sensatez, si es que eso se consigue, y ser, vestirme y comportarme, de acuerdo a mis años; pero entonces, me entran sudores fríos de imaginarme a mí mismo. No sería nada natural. No sería yo.

De boca seca me he quedado, al comprobar como es Axl Rose en la actualidad. El antes y después, es demoledor también.





No diré mi edad aquí (¡muchísimos años!), ya lo hice en facebook, cuando pregunté ingenuamente el porqué aparecía mi edad bien clarita en mi información de portada, cuando no lo veía en otras páginas... ¡Todo el mundo, que no se había percatado de ello, corrió a ver lo viejo que era! Siempre he sido un bocazas. Aunque me insistieron en que tenía muy buen aspecto, para mis años (lo cual ya suena un tanto indulgente), lo agradezco mucho aunque no me consuela gran cosa. Sí, si me comparo con Axl Rose, más joven que yo (ahora todo el mundo correrá a ver su edad).





Incluso mi pequeño Margarito, ha perdido su esbeltez y cuesta abrocharle su anorak cada día. Parece una morcilla a punto de reventar en un microondas.







Hace tiempo, mucho tiempo, que entendí que yo no era un ser muy convencional; con los años, lo confirmo aún más. Ya me habla de usted, mucha gente, lo cual, siempre me parece de mal gusto y escasa educación, perdónenme. Me jode mucho, que quieren que les diga. Cuando pago en una tienda: "¡Gracias, caballero!" Hay veces que la supuesta educación, puede herir profundamente. Pero no sirve de nada que no me vista en la sección de caballeros de El Corte Inglés, si no en las rebajas de Zara, Ebay.uk, o en Humana, donde encuentro ropa de segunda mano, que no comprendo como se han podido deshacer de ella, como una preciosa chaqueta ajustada en tela vaquera de Zara, un chaleco negro con solapas, también de Zara, una bonita camisa blanca de lino de Paul Smith o camisetas en negro y verde de BOY London, a unos precios ridículos.



También una camiseta imposible, de Christian Audigier, por 4€, llena de oros y piedrecitas multicolores brillantes. No es esta, pero muy parecida (perdónenme, pero me siento muy vago como para hacer fotos, descargarlas al ordenador... etc.):



¿Que caballero de mi edad se pondría algo así?
¿Que clase de persona, de cualquier edad,
en su sano juicio, se pondría algo así?


Camisetas, jerseys, chaquetas, camisas, etc. que enriquecen mi armario y mi vida. Como estos brogues de Prymark.



Los caballeros de mi edad, ya no llevan zapatos así.
Y menos con skinny jeans.


Otro dato. Siempre me han gustado mis manos, pero últimamente, las veo de señor mayor. Entiendo que algunos traten de esconderlas.





Aunque no les importe mostrar su culo




El tiempo pasa para todos, insisto. Leo que Liza ya ha cumplido los 70 y es triste que el deterioro no respete ni a Sally Bowles. Bendita sea.





Y compruebo, para mi estupefacción, que el paso de los años no parece haber afectado mucho a Elizabeth Hurley.



Hace ya veinte años de esa imagen célebre de ella con Hugh Grant
y ese vestido con imperdibles de Versace, pero... ¿Quién lo diría?




Disfruto con ella en esa disparatada serie, sobre una supuesta familia Real Británica (más interesante que la autentica), que es The Royals. Es como un drama isabelino, pero en el siglo XXI, repleto de intrigas, adulterios, pastillas, sexo, promiscuidad e incluso asesinatos. Y es muy disfrutable. Especialmente el hecho de considerar que no hay nada sagrado. ¿La asistente personal de la Reina, una dominatrix en sus ratos libres? Incluso el primer ministro es su cliente. Genial, ese momento en que la Reina tiene que arrancarle unas bragas suyas (¡expoiler!) al cadáver de ese ministro, sin quitarle el traje.





Ella siempre se retoca los labios, en los momentos más críticos.

Y aunque mantiene la calma en las peores situaciones,
tampoco cesa de recordar que ELLA, es la Reina de Inglaterra





Además del personaje de la Reina Helena, interpretado por Elizabeth Hurley (siempre he sentido placer al escuchar su voz y su acento británico en v.o.), me encanta el personaje de la preciosa, atormentada, empastillada y díscola, princesa Eleanor (Alexandra Parks), que a pesar de todo, posee un corazón que no le cabe en el pecho. Pero ya se sabe que las princesas y las pobres niñas ricas, también sufren.






Cuando en mitad de una discusión con su madre, la reina, destroza un cojín, esta, enfadada, le comunica que era más antiguo que Norteamérica.



La princesa Helena, redecorando su lujosa habitación.




Ya en el primer episodio, en medio de un gran drama familiar, Su "royal beaver" es portada de la prensa amarillista. Pero no puedes ser princesa, ir hasta el culo de drogas y alcohol y bailar en la disco sin bragas, encima de una mesa, con los paparazzi delante de tu beaver...







Por no hablar de Joan Collins (82 años. ¡Fantástica!), como La Gran Duquesa Alexandra de Oxford. La Collins es una presencia impagable en esta historia. Cuando le advierten de que su nieta, la Princesa Eleanor, le da a la coca y al alcohol, ella se horroriza, asegurando que la Coca Cola le pudrirá los dientes.



Lo mejor de la serie, en una foto



La moraleja de esto de cumplir años y hacerse mayor, es que, como dice mi amiga Nayr, lo dramático es no cumplirlos. Ella siempre es muy sensata y aunque me joda, tiene razón. Debemos de alegrarnos de seguir vivos, aunque nuestro físico envejezca sin remisión.

Chus Lampreave ha muerto hace unos días, a los 85 años. Y no puedo evitar sentir lástima. Era un ser entrañable, que robaba el plano y la escena a quien apareciera con ella. Ella, sin llegar a ser protagonista, era quien merecía ser recordada en muchas de sus más de 80 películas.






María Jesús Lampreave Pérez
 Madrid, 11 de diciembre de 1930
Almería, 4 de abril de 2016


Y también nos ha dejado, a  los 83 años, Gato Barbieri, que debería ser recordado, aunque solo fuera, por su fascinante banda sonora de El último tango en París, que no ha envejecido en absoluto, un ápice, con el paso del tiempo. Hay cosas en las que los años, no pueden causar mella alguna.





Leandro “Gato” Barbieri
Rosario, 28 de noviembre de 1932
Nueva York, 2 de abril de 2016


(Por favor, pon antes en pausa el reproductor de música. Gracias)