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miércoles, 24 de agosto de 2011

Y entonces, llegó HIMILCE.



Ya he hablado de la conmovedora y dolorosa historia de Leala. Mi amiga Arquepe, cuando aún seguía luchando como pocos lo harían, por salvarla, se topó de una forma sorprendente con otra galga, Himilce.

Esta es la maravillosa manera como nos lo narró a nosotros, sus amigos. Es digno de ser leído.

Historia de Himilce.


"Un instante antes de que, muy temprano, sonara el despertador tuve la visión, entre sueños, de un galgo atigrado caminando por una larga vereda, con esos andares cortijeros, como quien busca su destino. Muchas veces en estos días he visto en sueños a Leala, y me he despertado con su imagen aún muy fresca en mis retinas (yo tengo una transición muy trabajosa del sueño a la realidad). Pero esta vez, ayer, no era Leala, aunque su aspecto fuese similar. Camino a Linares fui evitando mirar por los arcenes, por los olivares ardientes. Estaba casi segura de vería a ese galgo por la carretera y no quería, de ninguna manera, sufrir más. Llegamos y nos dedicamos a hacer las gestiones. Ayer, en Linares el calor era inhumano. Quemaba hasta respirar. Búsqueda de direcciones, pararnos en un banco a la sombra, comprar en un kiosko una granizada... y andar y desandar por un lugar que no conoces, mientras la gente, a la hora de la siesta, está en su casa, porque el asfalto arde y el sol se te adhiere a la piel. Cuatro de la tarde. Nosotros cambiando impresiones en un poyete a la sombra (daba igual, los más de 40 grados no permitían un átomo de frescor). Alzo la vista y lo veo.

Los galgos de esta
y las siguientes fotos,
no son Himilce.
(Son galgos como tantísimos otros perros,
abandonadosy deambulando triste,
dramática y peligrosamente
por las calles de este país.)

En la dirección opuesta, separado por una rotonda, semáforos, confluencia de tres calles, tráfico incesante y vallas que impiden cruzar, lo veo. Lo veo y no puedo evitar gritar: ¡¡¡Ahí está!!!


Mi marido se queda mudo: parece Leala.


El galguito tiene la buena idea de no pretender cruzar. Sigue su camino, con  la lengua fuera, bajo el sol. Nos apiadamos de él ¿dónde irá la pobre criatura con este calor? No podemos seguirlo ni llamarlo y cuando el semáforo cambia ya se ha metido por otra calle y le perdemos la pista. Cita con otro casero. Otro piso que ver. Y otro. Y otro más. Yo dándole vueltas al pobre galgo sin rumbo, por plena cuidad.


Por fin termina nuestra misión. Vamos a una gestoría en el coche del dueño del piso. Ni idea por dónde vamos. Cuando salimos él se ofrece a volver a llevarnos en coche hasta donde tenemos el nuestro. Estamos a punto de hacerlo pero en el último instante cambiamos de idea: decidimos que iremos inspeccionando la ciudad. Nos despedimos. Nosotros ya hemos terminado, cae la tarde un poquito y queremos tomar algo fresco ya sin prisas y comentar. Echamos a andar sin saber muy bien hacia donde ir; nos da igual una calle que otra. Así vamos, sin saber. Por aquí entro y por aquí salgo. De repente mi marido, demudado, me dice: ¡¡Mira quién está aquí!!


Una fuente que termina en un charquillo y sobre él, mojado, cansado... sin  querer moverse, el galguito atigrado, que se nos presenta por segunda vez. Le doy de beber en mi mano, de la botellita que llevo. Pienso en Leala y su falta de sed. No entiendo el mundo y sus misterios. Este pobre tiene la cabeza y las orejas infestadas de reznos. Es una colonia andante de pulgas y garrapatas. Es chiquito de tamaño. Le miro los dientes: más o menos la edad de Leala. El color de Leala, el tamaño de Leala. Le alzo la patita: una hembrita adolescente.


Me quedo mortal. Pienso en lo injusto de la vida. Pienso en mi querida niña, entre sueros y cuidados caros. Me siento incapaz, miserable e impotente frente al azar del mundo y sus criaturas.


Leala rodeada de gente intentando con desesperación salvarla de las garras de la muerte y esta pobre desgraciada, directa a morir bajo las ruedas de un coche, de hambre, calor y sed o en una perrera donde la sentencie la enfermedad  o directamente la sacrifiquen. Otra muertita en pie.


Una muchacha, en un tenderete en plena calle de Ono, Yahoo o yo que sé, se da cuenta. Nos dice dónde sabe ella que tiene un negocio la presidenta de una protectora con refugio. Nos da las señas, le contamos que no somos de allí. Pero allí llegamos, con la perrilla cogida por el cinturón de mi marido, que la lleva a su lado y ella, junto a él sin intentar escapar, ni pararse... como si no hubiera hecho otra cosa en la vida que ir junto a él. Llegamos al lugar y nos dicen que NO. Que el refuguio está a tope que tienen el triple de perros de los que pueden tener. Y que galgos no. Que con todo el dolor de su corazón, no. Que hay una gentuza asesina que "huele" si entra un galgo, que el último que entró allí lo tuvieron que esconder y que aun así los tipejos esos entraron a robarlo dejandolo todo abierto y destrozado. Se les escaparon muchos perros del refugio y  tuvieron que lamentar la muerte de cinco de ellos, atropellados muy cerca. Y a otros tantos no los pudieron recuperar.


Yo sé que no me puedo llevar al perro. No tenemos espacio, es un viaje largo y, sobre todo, no la puedo meter en mi casa sin vacunar. Sería como inocularle el moquillo yo misma. Mi casa es un hervidero de virus.  Leala viene el sábado, y tampoco sé qué puñetas puede tener esta pobre, aparte de una urbanización de lujo para parásitos de todos tipos y tamaños.


Pedro, un chiquillo avispado, listo y resolutivo, voluntario de esa protectora, asiste estupefacto a que se les presenten cuatro locos dispuestos a todo. Me indica que sabe de un veterinario cuya familia regenta una guardería canina. Sé que es inútil. Que sin vacunas y papeles no la admitirán. Pero el no ya lo tenemos; hay que intentarlo como sea. Nos ponemos en marcha. Vamos contrarreloj. Con todo eso ya es hora de cerrar. Llegamos por los pelos. No sé cómo ha sucedido, pero la perra queda vacunada, con el pescuecito y las orejas libre de las larvas más gordas. En otra jaulita. Con agua y comida. A salvo. Cuento el tema del moquillo. El cinco de agosto la revacunarán. Y, tras 15 días de esa revacunación, la perra podrá entrar en casa libre de riesgos. Hay que pagar por adelantado la guardería todo ese tiempo. Mi marido, Virginia, mi hijo y yo vaciamos los monederos. Incluso con monedillas logramos reunir el coste del veterinario y el pago de la estancia. Cuando me despido de ella le digo: ¡¡No tienes ni zorra idea de lo que te acaba de pasar!!


Cuando vamos a atravesar la puerta nos piden el nombre de la perra para terminar de rellenar la cartilla. No sabemos que poner. El personaje femenino más célebre de Linares es Himilce, una princesa íbera proveniente de Cástulo (a pocos kilómetros de la actual ciudad). Fue la esposa de Anibal y la madre del único hijo de éste. Mi marido (que es de Historia) pronuncia ese nombre y así queda apuntado.


Nos vamos. Tenemos la boca seca y rozaduras en los pies. Nos sentamos en un bar. La concatenación de tantísimas casualidades no puede ser casual. No sabemos qué ha pasado, pero me siento feliz. ¿Lo habré soñado? Recuerdo, Piedad, cuando te escribí, literalmente, que el que viniese, si tenía que venir, lo haría de forma  misteriosa e inesperada ¿¿lo recuerdas?? es increíble. Todo nos parece irreal. No fumamos canutos, pero algo así debe ser.


Rafa padre se muestra abatido, dice que ahora tiene la seguridad de que Leala no va a sobrevivir. Que el destino ha presentado ante nuestra vida a Himilce porque Leala se marcha. Rafa hijo se indigna. Dice que no es justo para Leala tener esos pensamientos. Mi marido admite que ojalá podamos quedarnos con las dos. (Con las tres, Diva, en casa, ajena a todo).


Yo le doy las gracias por apoyarme, por poner todo de su parte. Por saber seguirme en estas aventuras. Él se sonríe, como diciendo... ¡te conozco desde que tenías quince años, no me queda más que aguantar!


Me muero de risa al pensar qué dirán los que ya me han regañado por complicarme la vida. Hasta me recochineo mentalmente.


Cogemos, por fin, el coche. Virginia me confiesa estar agotada emocionalmente. Llegamos a casa y son más de las dos de la mañana.
Un instante antes de dormirnos nos reímos porque nos rascamos a lo bestia y sabemos que hemos cogido pulgas."

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Hace unos dias, Himilce llegó a casa de Arquepe. Leala no ha podido recibirla. Lo bueno es que Diva e Himilce ahora vivirán felíces con Arquepe y su familia.

ESTA, SI ES HIMILCE:





Y este video, es una muestra de lo felíz
que se encuentra con su nueva y buena familia.


Es doloroso que Leala no esté ahí.
Pero debemos alegrarnos y mucho, 
por Diva e Himilce.

Y dar las gracias a Arquepe y su familia
por ser tan poco comunes y generosos. 

10 comentarios:

  1. ¡¡Alberto!! ¡Me muero de vergüenza! Yo sé que todo esto se debe al gran cariño que me profesas(no menos enorme del que te profeso yo), pero tus lectores, definitivamente deben estar de mí hasta el gorro...
    Tus lectores quieren leerte a ti: tus magníficas y acertadas sutilezas, tu glamour y sensibilidad, tus inigualables aguijones, a veces dolidos y a veces teñidos de personal y finísimo humor...
    ¡Te van a tirar de las orejas hasta dejártelas tan inmensas y estiradas como las de mi traviesa ex vagabunda a la cual, hoy, un familiar de visita, tras darle muchas vueltas a la cabeza para no recordar el nombre, la ha llamado... ¡Eurípides! ja,ja,ja...

    Un beso.

    (Y, aprovechando que soy la primera en comentar, pido disculpas por adelantado a tus seguidores por tener que aguantarme más de lo que ellos quisieran...)

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  2. ufff Alberto.... ¿sabes de lo que me acabo de dar cuenta?... que ahora Arquepe no va a poder pedir derechos de autor porque la narración es suya jijiji
    Himilce aun no sabe la suerte que ha tenido, y Arquepe al menos a mi siempre me encanta encontrarme contigo en el ciberespacio :-)

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  3. ARQUEPE:

    Vayamos por partes...

    -Si te tengo cariño, será por algo.

    -Este es mi blog. En él, publico las entradas que me gusta que estén incluidas. y que pienso que les pueden gustar a todos los que amablemente, me dicen que les gusta lo que ven aquí. Unas veces,se cumplirá más que otras, lo sé. Pero si a alguien le puede aburrir una entrada como la de Himilce, tan maravillosamente narrada por tí, no creo que le interese mucho mi blog. A pesar de todo, yo decido lo que creo que debe y merece, estar aquí. Para bien o para mal.

    -Esta entrada, para mí es un profundo honor verla incluída en este humilde blog (Y soy sincero cuando digo humilde). Sentía la necesidad y el deseo de hacerla desde hace días. No me atreví a pedirte permiso (Se lo consulté a Miryan y a la mami de Tato), por que como les dije a ellas, tú me lo darías aunque no te pareciera bien. Ví que Miryan lo había hecho en su blog y me lo volví a plantear. Ellas me animaron y me alegro y se lo agradezco mucho.

    -Lo de que mis lectores quieren leerme a mí, es algo que me sorprende. Yo no escribo bien. lo de "mis acertadas sutilezas", "glamour", "sensibilidad",
    "finísimo humor"... ¿De verdad crees que yo tengo de eso? por que tambien me sorprende. ¿O una vez más te embarga el cariño? Yo no estoy tan seguro.

    -Lo de "Eurípides" ha hecho que nos cayeramos de culo de las carcajadas. Y nos pasamos un buen rato después, continuando con las risas. Y aún ahora, al escribir esto.

    -¡Y no te disculpes! ya te he dicho que es un honor.

    Un beso grande a repartir entre tú, Diva e Himilce.

    Y muchísimas gracias por darme material para publicar.

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  4. NAYR:

    ¿¡Derechos de autor!? ¡Que se atreva!

    Yo creo, al ver a Himilce en ese video corriendo por el jardín, que ya ha empezado a darse cuenta de la suerte que ha tenido al cruzarse en el camino (¡Dos veces!) de Arquepe.

    Y estoy de acuerdo en que es un placer, SIEMPRE, encontrarnos con Arquepe en el ciberespacio.

    Muchas gracias y un beso.

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  5. Que alegria me da que Arquepe haya encontrado a Himilce! Y que suerte tan buena de Himilce, que Arquepe haya decidio ir a camina por Linares en un dia tan sofocante y caluroso. La perrita es lindisima y tiene una carita muy picara en el video. Un final muy feliz para esta historia. Besos para Arquepe, Himilce y Diva.

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  6. MARTA:

    Sí que es una alegría. El suyo ha sido un encuentro sorprendente y afortunado. Y ha sido algo felíz, especialmente para Himilce, por lo que se ve de su alegría en el video.

    Que me dejes un comentario... ¡Me avergüenza tremendamente! Te tengo muy abandonada, aunque me acuerdo de tí a diario. ¡Shame on me! Prometo remediarlo pronto.

    Un beso grande y muchas gracias.

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  7. Felicidades para todos, para Arquepe, para Himilce...pero tambien para TODOS, esta son la clase de cosas, de actos, de historias, que embellecen el mundo. Frente, contra todo lo demás.
    Un besote fuerte, Eva.

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  8. EVA:

    Sí que es algo que alegra y embellece la vida, el mundo y las galaxias!

    Muchas gracias para tí y muchos besos también.

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  9. Leí este post hace unos días, pero no tuve tiempo de escribirte. No sabes la ilusión que me hizo. Creo que Himilce será lo único que calme el dolor de Arequepe. Transmítele mi cariño y mi enhorabuena por haber llevado a su casa ese tesorillo. Es preciosa, Leala tenía la carita dulce, pero a Himilce la veo más espabilada, un poco pillina. Seguro que se ha convertido en la alegría de la casa. Les deseo toda la suerte del mundo.
    Alberto, escríbeme y cuéntame más cosas, estoy deseando saber cómo es.
    Muchísimos besos.

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  10. LAURA:

    Lógico que te hiciera ilusión. A todos nos ha llenado de alegría.

    Himilce es jovencita y... un trasto! Da gusto verla en ese video. Por lo que Arquepe nos cuenta, la vuelve loca. Cuando no roba una cacerola con arroz con tomate (!), se come unos mocasines, o intenta comerse un cactus. también le muerde los dedos de los pies a Arquepe cuando Himilce se aburre de dormir y ve que Arquepe sigue en la cama. ¡No le da un respiro! Pero le da alegría y les hace reir. bendita sea Himilce, Arquepe y su familia.

    Yo digo que debe de comportarse así, por lo excitada y felíz que se debe de sentir al ver en las manos de quien ha caído. Se relajará con el tiempo. ¡O eso esperamos! Cada email de Arquepe contándonos novedades de Himilce, es un motivo de carcajadas y alegrías. Aunque Arquepe esté agotada :)

    Muchos besos y gracias para tí.

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