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domingo, 20 de enero de 2013

TXIKI.


Txiki


Hace pocos años, Pilar se fue con su familia a vivir a Zaragoza y no la he vuelto a ver. Pilar era mi mejor amiga, de la gente del parque. La conocí cuando Dimitri era jovencito, un día que ella apareció por el parque con Txiki, su perrilla recién adoptada. Nunca lo olvidaré, estábamos todos los de los perros y aparecieron las dos; ella sonriente, como siempre hizo, fumando y con tacones. Enseguida aprendería que no eran prácticos los tacones para pasear por el parque con perros. Pilar y Txiki han conocido a todos mis galgos y borzois.



Pilar, Txiki y Dimitri, aún sin terminar de crecer, con otro amiguito



Txiki y Robin



Las dos, con mi pequeño Nikolai


Y a todos los ha querido muchísimo. Como yo a su perrilla. Txiki y yo nos adorábamos mutuamente; Pilar lo decía siempre "¡Txiki adora a Alberto!"  La pobre criatura, cuando yo llegaba, me recibía siempre llorando de alegría. Tanto me adoraba, que aunque no podía soportar a las perras, toleraba a Lolita y Tallulah e incluso las soportaba cuando ellas llegaban al parque al galope y corrían hacia ella. Txiki las recibía casi pegada al suelo y con los ojos cerrados, como esperando ser embestida por dos yegüas desbocadas. "Las aguanta, por que adora a Alberto", decía Pilar. Mis galgas también las adoraban a ellas dos.



Txiki y Tallulah. Lolita siempre estaba explorando el parque.



Años después de haber dejado Madrid, cuando pasamos mis galgas y yo por el portal de Pilar, si en ese momento se abre y sale alguien, ellas miran ansiosas esperando que sean Pilar y Txiki las que salen.

En el parque, durante años, charlamos mucho. Pasamos frío y calor. Y también, reímos mucho, que falta nos hacía a los dos y lloramos en diferentes ocasiones. Pilar lloró con la muerte de cada uno de mis perros. Y lo sintió muchísimo. Después de sufrir la perdida de Dimitri y Robin en tan corto espacio de tiempo, cuando murió Nikolai, con solo cuatro meses, al enterarse Pilar, sé que gritaba en su casa "¡Que injusticia!"



Nikolai


Hace dos días, Pilar me llamó por teléfono. Me contó que estaba destrozada pues Txiki había muerto.






Me cortó la respiración y por supuesto, lo sentí muchísimo. No me la quité de la cabeza en todo el día.


Ayer fui al parque con mis galgas, no había un alma y yo veía a Txiki por todas partes. La veía echando carreras y ladrando a las palomas, corriendo detrás de su pelota y trayendola de vuelta, moviendo su cola muy erguida. La veía con una pata sobre la pelota, como los leones de las Cortes, para que las galgas no se la quitaran.







Se me rompió el corazón y se me saltaban las lágrimas. Pensé que Lolita y Tallulah, eran ajenas a la desgracia. Ellas no sabían nada. Lo más conmovedor es que no la olvidan. En un momento dado, dije "Txiki" en voz alta y las dos se volvían locas mirando en todas direcciones, buscándola.




Resultará curioso para mucha gente, que sientas la muerte de una perrilla más que la de muchos humanos e incluso familiares, pero primero, ella era como de la familia y segundo, valía y me quería más que la mayoría de mis familiares.

Solo espero que Txiki esté en algún sitio mejor, reunida con Dimitri, Robin y Nikolai. Me haría muy feliz saber que es así.



9 comentarios:

  1. Txiki en euskera es "pequeña".

    Esto es lo que escribió un amigo mío cuando murió "su" gata. No es animalista, vegetariano ni defensor de los derechos de todos los animales, como tampoco lo es mi madre aunque junto a sus padres, su marido y su hermana, por quien más ha llorado es por la primera gata que vivó con nosotros, Susan.

    Estas son las palabras de mi amigo cuando murió Lupita:

    "Su ronroneo, su hocico frío y húmedo contra mi nariz, su compañía y amor incondicional... Eso quedará tatuado en mi corazón y mi memoria... Pasaban cosas en mi vida y tú siempre estabas aquí... Y seguirás estando, aunque ya no haya pelos tuyos por toda la casa... Adiós cariño... Sólo me consuela saber que tengo toda una vida para recordarte..."

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    1. Pilar, aunque vivió esos años en Madrid y ahora en Zaragoza, es de San Sebastián, por lo que es lógico que eligiera Txiki como nombre para su perrilla.

      Las palabras de tu amigo, sobre Lupita, son preciosas. Demuestran el amor que sentía por ella y no me extraña.

      Gracias, Josu.

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  2. Te comprendo Alberto, la muerte de los animales que han pasado por mi vida me ha afectado muchísimo más que la de algunos familiares y conocidos; y es que amor con amor se paga.Espero que la adorable Txiki esté ahora en algún lugar mejor.
    Bss!

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    1. Los animales que pasan por nuestra vida, cuando son amados, como es nuestro caso, son muy llorados y recordados también cuando nos dejan. Yo he pasado por esa enorme pena demasiadas veces y demasiado seguidas. Ahora, cando lo pienso, no entiendo como conseguí levantar cabeza. Desde luego, Txiki ha sido muy querida y tratada como una reina.

      Gracias.

      Besos.

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  3. Siento que te pegues esos llantos por pisar este blog rojo. Y tus criaturas fliparán y dirán "¿Y esta, por que nos abraza llorando ahora?". Te entiendo muy bien.

    Desde luego, me encantaría saber que todos mis perros que han desaparecido están juntos en algún sitio y con Txiki y otros queridos, también. Esa idea del cielo me gusta más que la de los humanos.

    Gracias y no llores más, por Dios!

    Gracias.

    Besos para los tres.

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  4. De verdad, que sentimientos tan bonitos se tienen por los animales. Alberto y yo lo hemos comentado un montón de veces. Irati lleva 3 años largos con nosotros y podemos asegurar sentir por ella cosas muy grandes, más que por ciertas personas, pero es lógico. Y al final cuando un día llegue su hora seguiremos queriéndola igual. Lo bonito es también que entre ellos mismos y después de años, sigan recordándose...pero bueno, también es lo lógico, no?

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    1. Veo ahora, que no contesté tu amable comentario. Perdóname.

      Tienes razón en lo que dices y te comprendo muy bien, por ello. Solo los que compartimos nuestras vidas con estas criaturas amándolas como merecen, entienden estas cosas. Los demás, alucinan, pero allá ellos.Es triste.

      Muchas gracias.

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  5. Pobre Txiki...seguro que es muy feliz con tus peluditos, en un campo maravilloso de frondosa hierba verde... eso quiero pensar y deseo con todo mi corazón que sea así. Un beso guapo.

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    1. Yo también quiero pensar en eso que dices. Y en que un día, vuelvas a encontrarte con estos seres que quisiste y te quisieron tanto. Sé que es complicado pensarlo así, pero en ello me gusta creer.

      Muchas gracias.

      Besos.

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