Puede que este sea mi último post, según los mayas y mi hermano.

Mi hermano Oliver, no para, desde hace meses, de decir que el día 21, según el calendario maya, es el apocalipsis. Sí, él siempre ha sido así de optimista. Al día, lo menciona cincuenta veces y te hace pensar que aunque los mayas estuvieran equivocados, acabará sucediendo por su culpa. Tanto insistir, tanto mencionarlo, no puede ser bueno. Hace unas semanas le insté a que tiráramos un antiguo radiador, que no encendíamos nunca por la muchísima electricidad que consumía. Las facturas de la luz, nos dejaban helados, lo cual, tratándose de un radiador, era incongruente. Era un mamotreto enorme, que ocupaba mucho espacio y nunca era utilizado. A él, la idea de tirarlo le pareció el mayor de los disparates. El diálogo fue así:

Oliver: ¿¡Tirarlo!? ¿¡Ahora que pronto llegará una glaciación!?

Yo: ¿Pero no ves que ante una glaciación, un apocalipsis, un armagedón... de poco servirá ese armatoste?

ÉL:  ¡Pues calienta mucho!

Yo: Para empezar... (armándome de paciencia) no habrá electricidad! ¡Tendríamos que hacer una hoguera en el salón con libros (¡Mis libros de TASCHEN!), como en "El día de mañana", pero ellos tenían chimenea.

Se nos llenaría la casa de humo, nos asfixiaríamos, Tendríamos que abrir las ventanas y moriríamos congelados en cuestión de segundos!

Él: ¡Ah!

Yo: ¡De que nos serviría ese enorme trasto!

Él: ¡Aaaah! ¡Pero ese radiador da mucho calor!

Yo: (Ya sin ninguna paciencia) ¡¡No habrá electricidad!! ¡Tendríamos que hacer una hoguera con libros y muebles. ¡Mis pobres muebles decorados! Y seguro que estos, por mi manía del exceso, con tanto oro, decoupage, lentejuelas y borlas, producirían mucho humo y....

Entonces, bajamos el radiador a la basura entre los dos. Ahora, cuando ya faltan tres días para el día 21, la fecha fatal según los mayas, vuelve a darme la murga con el radiador. "¡No teníamos que haberlo tirado! ¡Se acerca la glaciación!" Me dice.

A mí, me dan ganas de que eso el apocalipsis sea cierto y ocurra sin demora, todo por no seguir aguantando esa discusión. Y para darle en las narices con el dichoso radiador, si aún estuviera en casa.

Ayer, para colmo, mientras yo estaba fuera de casa, se tragó un documental sobre el fin del mundo de los mayas y me llamó horrorizado, para decirme que deberíamos hacer la compra semanal de los viernes, el jueves; el viernes ya sería demasiado tarde!! Además, comenzó a enumerar una lista de cosas urgentes que debíamos hacer sin falta. Cosas como comprar un saco de pienso para las galgas, medicinas y pañales para mi pobre madre, sacar mil euros del banco (!?), tabaco... Lo de los pañales, decía que era lo más importante y era lo principal de esa lista; que era el mayor invento de la Humanidad. ¿¡Y que pasaría con los pedidos pendientes de ebay y Amazon!? Esta era también su mayor preocupación. La mía, que el fin del mundo nos pillaría con la casa sin ordenar y limpiar.

La respuesta, aquí.

Para colmo, Oliver comenzó a enumerarme todo lo que le ocurrirá al planeta el día 21. Todo, cosas que dan muy mal rollo, como que los polos cambian de lugar (!!), y no se qué del sol (casi no le prestaba atención), que produciría una total oscuridad. Y la glaciación.

Yo pensé en que se puede poner uno en época de glaciación. Se me ocurrió hacernos pantalones y chaquetas con los edredones. Pero estoy seguro de que con el castañeteo de dientes, no podríamos dar una puntada. Además... ¡No tendríamos tiempo de nada! Estas cosas cuando suceden, lo hacen sin dejarte tiempo ni para pensar y tal vez sea lo mejor. Como dijo Ana, una amiga y vecina, que me preguntó por Oliver y yo le hablé de su obsesión apocaliptica: "¡Anda y que se nos lleve a todos!". Pues eso. Puede que, visto lo visto, sea lo mejor. En cualquier caso, con lo que está perpetrando el PP con España, un apocalipsis puede que sea la solución.

Puede que este sea mi último post, según los mayas y mi hermano. Muchas gracias a todos vosotros, mis fieles seguidores. Nos encontraremos en el más allá, caiga donde caiga. Y seguro que será un lugar mejor, sin gente mala que maltrata animales y personas.