"EN ALGUN LUGAR, BAJO LA LLUVIA, SIEMPRE HABRA UN PERRO ABANDONADO QUE ME IMPEDIRA SER FELIZ" Jean Anouilh

martes, 30 de agosto de 2011

Mi amiga CAROL y la importancia de tener unas nalgas duras caminando por Madrid o Australia.




Me gusta mucho caminar por las calles agradables y bonitas de Madrid. Siempre que sean calles tranquilas, con poca gente y bonitos edificios. Aunque también me gusta pasear por la Gran Vía, que no es precisamente una calle tranquila.







Caminaba hace poco por Madrid y me acordé de mi amiga Carol. Lo hice por que, según andaba, me percaté de que apretaba y aflojaba los glúteos. ¡Tranquilidad! El tremendo esfuerzo, sólo fue durante unos 15 metros.







Me acordé de ella, por que Carol siempre caminaba por la calle (Y espero que lo siga haciendo) apretanto y aflojando las nalgas. Ella me enseñó ese ejercicio tan sencillo. Tenía el culo como una roca. Como Van Damme, pero en australiano. Sí, señoras y señores, mi amiga era de Australia.




Jean-Claude Van Damme de espaldas y pasando calor


Y unas criaturas australianas






Conocí a Carol en los últimos 70... ¡Siendo muuuuy jovencito! Un amigo, entabló conversación con ella en la calle, sólo para practicar inglés. Me indignó. Ella no hablaba una palabra de español. Llegó a España, con su hermana, desde Marruecos, donde tuvieron, las dos, la terrible experiencia de ser violadas una noche en la calle. Además, les robaron el equipaje. Es lógico que siempre dijera: "Morocco... Never more!" (Marruecos... ¡Nunca más!)" 

Enseguida entró en nuestro grupo de amigos. A todos nos gustó (su hermana, después de unos días, volvió a Australia). Y es normal que nos gustara, pues era un encanto. Lo era hasta con Jacko, mi perro en esa época.





Mi  perro amigo Jacko


Era como la gran Elvira, pero con la cara lavada. Es decir, más como una joven Cassandra Peterson.




Elvira (Pronunciese: Elvaira)



Cassandra Peterson.
Es decir, Elvira sin maquillaje.
Resulta fascinante lo que puede lograr
el maquillaje, una peluca y un personaje.



Cuando sonreía, lo hacía como Shirley McLaine. Guiñaba sus ojos azules y alargaba las comisuras de la boca.







Llevaba el pelo cortísimo, de punta y teñido con henna. Como era muy rubia, le quedaba un rojo-naranja fortísimo. Muy bonito y fácilmente identificable en la multitud.

Como el que lució Annie Lennox una temporada. Pero algo más largo por arriba.







Además, tenía las nalgas durisimas. Podría, si se lo hubiera propuesto, cascar nueces usando sus nalgas. 

Nuestro grupo de amigos siempre nos reuníamos en casa de alguno de nosotros a tomar el té. Las copas venía más tarde. ¡No se vayan a pensar que éramos como recatadas damas victorianas!




[afternoon+tea.JPG]

No. No eramos precisamente así.
Aunque nos vestíamos a la moda,
nuestras conversaciones eran más sucias.
Y nos reíamos más fuerte.



Cuando Carol estaba sola, leía. Siempre llevaba un libro en el bolso. Y fumaba. Tabaco también. Además leía el PLAYBOY americano. Sí, lo leía. Le gustaban sus artículos. Y todo el mundo sabe que esa revista, además de por las fotos de sus bellas señoritas, es famoso por sus serios artículos firmados por importantes plumas.







Por supuesto, sólo podías hablar con ella en inglés. Mi dominio del idioma en esa época (incluso ahora), era limitadísimo. Cuando nos reuníamos todos con una taza de té en la mano, yo sólo escuchaba. Mi pobre inglés y mi tremenda timidez, me impedían abrir la boca. Carol pensó que yo no podía mantener una conversación en su idioma. pero cuando contaba algo divertido, yo me reía más alto que nadie. Y ella me miraba sonriendo y hacía un mohín como diciendo: "I know that you know..." ("Sé que tú sabes...").

Un tarde, todos quedamos en el Café Gijón, donde también nos reuníamos de vez en cuando.







Clive McCartney, Solitary Figure, Cafe Gijon, Madrid



Este antiguo café situado en el paseo de Recoletos, cerca de Cibeles, es popular por haber sido siempre lugar de encuentro y tertulias de escritores y actores célebres españoles.




Manuel Vicent, Maruja Torres y los actores
Álvaro de Luna y Manuel Alexandre, entre otros,
en 1987.


Uno a uno y por diferentes motivos, todos cancelaron la cita. Sólo aparecimos Carol y yo. Creí sufrir un síncope. ¿Cómo nos íbamos a entender? Yo nunca había hablado con ella. A los dos minutos después de sentarnos en una de las mesas de mármol, yo ya estaba contándole mi corta y poco interesante vida y luego ella a mí, la suya. Me solté tanto, que cuando le pedíamos otro té al camarero, lo hacía en inglés. El tiempo voló. Disfruté mucho de esa tarde hablando y entendiéndome con Carol. También disfruté de esa época. Amigos divertidos, tés, copas,vida social, fiestas y discoteca.

Carol iba aprendiendo un poco de español. Aprendió a decir "Bocata de camalares". Un amigo cabrón, se lo enseñó así para hacernos reír cada vez que se antojaba de uno.



¿Verdad que apetece un bocadillo de calamares?



Un día, en una de esas conversaciones espontáneas y naturales que surgen, mi hermano comentó, así, como quien habla de Delacroix, que la posición más natural para... ir al baño, por decirlo finamente (hablar de esto y bocadillos de calamares a la vez, no me está pareciendo muy correcto, pero... seguro que ya no apetece tanto lo de los calamares), era hacerlo en cuclillas. Lo aprendió en Londres. Que no se diga que los españoles somos raros.







Así, como en el campo. Anatómicamente hablando, es lo ideal. En esa posición lo ha hecho el ser humano hasta que nos pusimos finos y civilizados y se inventó el w.c. El bidé, vendría después.





Antigüo w.c. público (!!) en Grecia.





¿Este modelo no dan ganas de ponerlo en el salón?


La única posibilidad de hacerlo así, en el mundo actual, es subirte a la taza y colocarte en esa posición. Carol se quedó impresionada y muy interesada y prometió que lo probaría. Y lo hizo. Al día siguiente, estando paseando sola por Madrid, sintió un apretón (¿Resulta fino decir "apretón"? Espero que sí, por que ahora mismo, no se me ocurre otra manera más correcta de llamarlo). Corrió a un bar. Pidió un bocadillo de caMALAres y voló al baño. Se subió a la taza, se colocó en cuclillas... y la taza se volcó. Ella casi se mata. Comenzó a salir agua a raudales y se inundó el baño. Un camarero aporreó la puerta, preguntando que ocurría. Carol, con su escaso conocimiento del castellano, intentó aparentar tranquilidad y calmar al camarero. Cuando pudo, huyó a la calle como si la persiguiera Atila y su ejército.





Atila por Delacroix (¡Que casualidad!)




Nosotros, al escuchar su peculiar aventura, sentimos una tremenda lástima y nos partimos de risa. ¡Pobre! La culpa es de la mala sujeción de ese artilugio en ese bar. No estaban al tanto de cual es la mejor posición para determinadas cosas.

Recuerdo que en nochebuena, mi madre (la misma que hoy se ha echado a llorar, al no reconocerse en el espejo por culpa de la mierda del Alzheimer. O tal vez por que se ha reconocido) se entristeció de que Carol pasara esa noche sóla en Madrid. Dijo que viniera a casa a cenar con nosotros.









Carol decía que Pilar, mi madre, era su mamá española. Se tenían cariño. Aún siendo de Australia y Segovia, respectivamente. Y de no entender ninguna una palabra, especialmente Pilar, de lo que decía la otra. 






Mientras Oliver, mi madre y yo preparábamos la cena en la cocina, Carol y mi padre (también segoviano de toda la vida) se quedaron solos sentados en el sofá del salón. Al rato, caímos en ese detalle, entramos y nos encontramos a mi padre haciéndole preguntas sobre Australia a Carol. Los dos, en animada conversación. Según ella, se entendían perfectamente. Nos quedamos pasmados.





Ayers Rock. Así de duras eran las nalgas de Carol.


Kangaroo frontis.jpg

Dot and the Cangaroo



Yo, algún día, intentaré conseguir unas nalgas firmes y duras caminando por Madrid, mientras inevitablemente, pensaré en ella.

Un beso, Carol.


viernes, 26 de agosto de 2011

El retrato de una dama importante como la bella emperatríz Lo Lita, necesitaba un marco también importante.

 
La emperatríz Lo Lita

Hace unos meses mostré AQUI, los retratos de mi galga Lolita, caracterizada como la emperatríz Lo Lita. Su imponente, sereno y lleno de dignidad aspecto, merecía ser realzado con un marco a su altura. Huir de la simplicidad y la sencillez (¡Como si yo necesitara motivos para ello!). Del dicho al hecho. 
Como no encontré un marco de tal importancia, me fuí a un "Todo a 100" y compré este que me inspiró y encontré con posibilidades. ¡Y sólo por 2,75€!

 

A mí no se me puede dejar sólo cuando me inspiro y me pongo creativo. No sé cuando parar. Mi hermano siempre dice: "¡Ya está con sus tonterías!". Luego, cuando ve el resultado final, enmudece y se maravilla extasiado. Con pegamento, abalorios y borlas (¡Cómo no! Pensarán los que ya me conocen), ese marco de "Todo a 100", ha quedado convertido en esto:

 
(Tengo que hacerme mirar por un médico
esta obsesión por la estética de la China
tradicional).


Además, incluí una figurilla de Buda de falso jade.

Y para rizar el rizo, un pas par tout
forrado con un papel imitando tela
y cantos dorados.

¡Con lo fácil que hubiera sido poner
la foto del tamño del marco!


El resultado:


Y ya colocado en su lugar.

Junto a los retratos de Tallulah y Nikolai.
(En mi casa, el 95% de los marcos porta fotos
muestran fotos de perros. ¿Quienes mejor?)

Incluso hay a su lado una muñeca china
con un tocado como el suyo.
(Detrás de la hiedra).
La emperatríz Lo Lita, mostrada,
al fín, con la dignidad que se merece.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Y entonces, llegó HIMILCE.



Ya he hablado de la conmovedora y dolorosa historia de Leala. Mi amiga Arquepe, cuando aún seguía luchando como pocos lo harían, por salvarla, se topó de una forma sorprendente con otra galga, Himilce.

Esta es la maravillosa manera como nos lo narró a nosotros, sus amigos. Es digno de ser leído.

Historia de Himilce.


"Un instante antes de que, muy temprano, sonara el despertador tuve la visión, entre sueños, de un galgo atigrado caminando por una larga vereda, con esos andares cortijeros, como quien busca su destino. Muchas veces en estos días he visto en sueños a Leala, y me he despertado con su imagen aún muy fresca en mis retinas (yo tengo una transición muy trabajosa del sueño a la realidad). Pero esta vez, ayer, no era Leala, aunque su aspecto fuese similar. Camino a Linares fui evitando mirar por los arcenes, por los olivares ardientes. Estaba casi segura de vería a ese galgo por la carretera y no quería, de ninguna manera, sufrir más. Llegamos y nos dedicamos a hacer las gestiones. Ayer, en Linares el calor era inhumano. Quemaba hasta respirar. Búsqueda de direcciones, pararnos en un banco a la sombra, comprar en un kiosko una granizada... y andar y desandar por un lugar que no conoces, mientras la gente, a la hora de la siesta, está en su casa, porque el asfalto arde y el sol se te adhiere a la piel. Cuatro de la tarde. Nosotros cambiando impresiones en un poyete a la sombra (daba igual, los más de 40 grados no permitían un átomo de frescor). Alzo la vista y lo veo.

Los galgos de esta
y las siguientes fotos,
no son Himilce.
(Son galgos como tantísimos otros perros,
abandonadosy deambulando triste,
dramática y peligrosamente
por las calles de este país.)

En la dirección opuesta, separado por una rotonda, semáforos, confluencia de tres calles, tráfico incesante y vallas que impiden cruzar, lo veo. Lo veo y no puedo evitar gritar: ¡¡¡Ahí está!!!


Mi marido se queda mudo: parece Leala.


El galguito tiene la buena idea de no pretender cruzar. Sigue su camino, con  la lengua fuera, bajo el sol. Nos apiadamos de él ¿dónde irá la pobre criatura con este calor? No podemos seguirlo ni llamarlo y cuando el semáforo cambia ya se ha metido por otra calle y le perdemos la pista. Cita con otro casero. Otro piso que ver. Y otro. Y otro más. Yo dándole vueltas al pobre galgo sin rumbo, por plena cuidad.


Por fin termina nuestra misión. Vamos a una gestoría en el coche del dueño del piso. Ni idea por dónde vamos. Cuando salimos él se ofrece a volver a llevarnos en coche hasta donde tenemos el nuestro. Estamos a punto de hacerlo pero en el último instante cambiamos de idea: decidimos que iremos inspeccionando la ciudad. Nos despedimos. Nosotros ya hemos terminado, cae la tarde un poquito y queremos tomar algo fresco ya sin prisas y comentar. Echamos a andar sin saber muy bien hacia donde ir; nos da igual una calle que otra. Así vamos, sin saber. Por aquí entro y por aquí salgo. De repente mi marido, demudado, me dice: ¡¡Mira quién está aquí!!


Una fuente que termina en un charquillo y sobre él, mojado, cansado... sin  querer moverse, el galguito atigrado, que se nos presenta por segunda vez. Le doy de beber en mi mano, de la botellita que llevo. Pienso en Leala y su falta de sed. No entiendo el mundo y sus misterios. Este pobre tiene la cabeza y las orejas infestadas de reznos. Es una colonia andante de pulgas y garrapatas. Es chiquito de tamaño. Le miro los dientes: más o menos la edad de Leala. El color de Leala, el tamaño de Leala. Le alzo la patita: una hembrita adolescente.


Me quedo mortal. Pienso en lo injusto de la vida. Pienso en mi querida niña, entre sueros y cuidados caros. Me siento incapaz, miserable e impotente frente al azar del mundo y sus criaturas.


Leala rodeada de gente intentando con desesperación salvarla de las garras de la muerte y esta pobre desgraciada, directa a morir bajo las ruedas de un coche, de hambre, calor y sed o en una perrera donde la sentencie la enfermedad  o directamente la sacrifiquen. Otra muertita en pie.


Una muchacha, en un tenderete en plena calle de Ono, Yahoo o yo que sé, se da cuenta. Nos dice dónde sabe ella que tiene un negocio la presidenta de una protectora con refugio. Nos da las señas, le contamos que no somos de allí. Pero allí llegamos, con la perrilla cogida por el cinturón de mi marido, que la lleva a su lado y ella, junto a él sin intentar escapar, ni pararse... como si no hubiera hecho otra cosa en la vida que ir junto a él. Llegamos al lugar y nos dicen que NO. Que el refuguio está a tope que tienen el triple de perros de los que pueden tener. Y que galgos no. Que con todo el dolor de su corazón, no. Que hay una gentuza asesina que "huele" si entra un galgo, que el último que entró allí lo tuvieron que esconder y que aun así los tipejos esos entraron a robarlo dejandolo todo abierto y destrozado. Se les escaparon muchos perros del refugio y  tuvieron que lamentar la muerte de cinco de ellos, atropellados muy cerca. Y a otros tantos no los pudieron recuperar.


Yo sé que no me puedo llevar al perro. No tenemos espacio, es un viaje largo y, sobre todo, no la puedo meter en mi casa sin vacunar. Sería como inocularle el moquillo yo misma. Mi casa es un hervidero de virus.  Leala viene el sábado, y tampoco sé qué puñetas puede tener esta pobre, aparte de una urbanización de lujo para parásitos de todos tipos y tamaños.


Pedro, un chiquillo avispado, listo y resolutivo, voluntario de esa protectora, asiste estupefacto a que se les presenten cuatro locos dispuestos a todo. Me indica que sabe de un veterinario cuya familia regenta una guardería canina. Sé que es inútil. Que sin vacunas y papeles no la admitirán. Pero el no ya lo tenemos; hay que intentarlo como sea. Nos ponemos en marcha. Vamos contrarreloj. Con todo eso ya es hora de cerrar. Llegamos por los pelos. No sé cómo ha sucedido, pero la perra queda vacunada, con el pescuecito y las orejas libre de las larvas más gordas. En otra jaulita. Con agua y comida. A salvo. Cuento el tema del moquillo. El cinco de agosto la revacunarán. Y, tras 15 días de esa revacunación, la perra podrá entrar en casa libre de riesgos. Hay que pagar por adelantado la guardería todo ese tiempo. Mi marido, Virginia, mi hijo y yo vaciamos los monederos. Incluso con monedillas logramos reunir el coste del veterinario y el pago de la estancia. Cuando me despido de ella le digo: ¡¡No tienes ni zorra idea de lo que te acaba de pasar!!


Cuando vamos a atravesar la puerta nos piden el nombre de la perra para terminar de rellenar la cartilla. No sabemos que poner. El personaje femenino más célebre de Linares es Himilce, una princesa íbera proveniente de Cástulo (a pocos kilómetros de la actual ciudad). Fue la esposa de Anibal y la madre del único hijo de éste. Mi marido (que es de Historia) pronuncia ese nombre y así queda apuntado.


Nos vamos. Tenemos la boca seca y rozaduras en los pies. Nos sentamos en un bar. La concatenación de tantísimas casualidades no puede ser casual. No sabemos qué ha pasado, pero me siento feliz. ¿Lo habré soñado? Recuerdo, Piedad, cuando te escribí, literalmente, que el que viniese, si tenía que venir, lo haría de forma  misteriosa e inesperada ¿¿lo recuerdas?? es increíble. Todo nos parece irreal. No fumamos canutos, pero algo así debe ser.


Rafa padre se muestra abatido, dice que ahora tiene la seguridad de que Leala no va a sobrevivir. Que el destino ha presentado ante nuestra vida a Himilce porque Leala se marcha. Rafa hijo se indigna. Dice que no es justo para Leala tener esos pensamientos. Mi marido admite que ojalá podamos quedarnos con las dos. (Con las tres, Diva, en casa, ajena a todo).


Yo le doy las gracias por apoyarme, por poner todo de su parte. Por saber seguirme en estas aventuras. Él se sonríe, como diciendo... ¡te conozco desde que tenías quince años, no me queda más que aguantar!


Me muero de risa al pensar qué dirán los que ya me han regañado por complicarme la vida. Hasta me recochineo mentalmente.


Cogemos, por fin, el coche. Virginia me confiesa estar agotada emocionalmente. Llegamos a casa y son más de las dos de la mañana.
Un instante antes de dormirnos nos reímos porque nos rascamos a lo bestia y sabemos que hemos cogido pulgas."

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Hace unos dias, Himilce llegó a casa de Arquepe. Leala no ha podido recibirla. Lo bueno es que Diva e Himilce ahora vivirán felíces con Arquepe y su familia.

ESTA, SI ES HIMILCE:





Y este video, es una muestra de lo felíz
que se encuentra con su nueva y buena familia.


Es doloroso que Leala no esté ahí.
Pero debemos alegrarnos y mucho, 
por Diva e Himilce.

Y dar las gracias a Arquepe y su familia
por ser tan poco comunes y generosos. 

Galgo lover

Galgo lover

CD QUE ESCUCHO ESTOS DÍAS:

CD QUE ESCUCHO ESTOS DÍAS:
¡Me encanta! ¡Me encanta ¡ME ENCANTA! Preciosos temas satandards, maravillosamente producidos. Su voz y estilo parecen los de una jovencisíma Etta James. No me extraña que fuera el cantante favorito de Billie Holiday.

ANTES:

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Aunque después de una primera escucha, parece que ninguna de las canciones de este CD es memorable, si son en su totalidad, muy, muy agradables de escuchar. Relajadas, intimas, románticas e incluso tristes. Y muy bien producidas. Para una noche relajada y una copa de vino.

ANTES:

ANTES:
¡Genial! Otro gran descubrimiento. Mejor cantante que otros famosos crooners y muy bien producido. Es un placer escuchar sus versiones, como "I've Grown Accustomed to Her Face". Me ha encantado.

ANTES:

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Preciosas canciones, como The "Lipstick On His Collar", de sonido oldie, con buenos e incluso buenísímos arreglos. Cuanto más lo escuchas, más te gusta.

ANTES:

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¡Magnifica! Una de las mejores y acompañada por una orquesta fantástica. Los arreglos de cuerdas de "Paradise" deberían haber sonado así, en ese lugar. Pero la versión movida de "What'll I do", me ha horrorizado, siendo una canción tan triste y siempre versionada como balada.

ANTES:

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Mi Robbie Williams favorito, cantando standards como el crooner más experimentado. Y con sentido del humor, como en alguno de sus propios temas. Muy disfrutable. Epecialmente, Puttin' On The Ritz, Minnie The Moocher y otras varias.

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Hacía décadas que lo escuché por primera vez. Sigue siendo, casi en su totalidad, fantástico y memorable. Y esta edición facsimil es una joya, calcada del vinilo original. Como deberían editarse todos los CD's.

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No me vuelve loco la música demasiado electrónica, pero me ha gustado mucho como suenan algunas canciones de este disco.

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Este es un CD, que no se por que razón, siempre he ignorado y me ha gustado mucho, especialmente cuatro o cinco canciones.

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Una de las mejores voces de los 80, en un disco con temas sensibles y muy agradables de escuchar.

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Me vuelve loco "Get Lost" y por eso lo compré. Hay momentos en que Beth Ditto parece La Ciccone, pero con mejor oído :) como en "Get a Job". En general, me ha gustado mucho.

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No es solo música maravillosa de otra época, incluso parece música maravillosa de otro mundo más avanzado que el nuestro, lo cual da que pensar.

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¡Nostalgia de los 80! "Americanos" es una de mis canciones favoritas de esos años :)

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Una versión masculina y para jóvenes de los 50, de Julie London. Es fácil imaginar el efecto que sus canciones y su voz, causaría en los que le escuchaban. Más sensual que muchas obviedades de hoy en día.

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Hacía mil años que no escuchaba a la Pasadena Roof Orchestra y me entusiasma tanto como entonces.

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¡Genial! ¡GENIAL! ¡¡¡GENIAL!!! Genial cantante. Otro feliz descubrimiento.

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Un gran descubrimiento. Cuanto más lo escuchas, más te gusta.

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Temas tan conocidos y escuchados que ahora suenan de forma diferente, pero genial.

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Maravillosas versiones al mejor estilo clásico, como deben sonar. Y buenísimos arreglos.

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Un genial descubrimiento. Lo mejor de los 70 y 80, en un gran CD y fantástico cantante.

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Aún mejor que el anterior. Muy disfrutable. Mejor que la inmensa mayoría del pop actual.

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Fantásticas versiones. Además de actor y bailarin, Chakiris es un fantástico cantante. Un placer escucharle.

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Perfectamente producido e interpretado. Cuanto más lo escucho, más me gusta. Y algo poco común, es que el CD extra, está a la altura también.

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¡Fantástica! Algunas canciones parecen parte de la banda sonora de una película de John Waters. Otras de un espectáculo de burlesque.

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Siempre me ha gustado más que Sinatra. Muchos me han gustado más que Sinatra.

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Tremendamente sensual y un placer de escuchar, aunque las versiones que hace de canciones de Marilyn, no consiguen mejorarla, lo cual no es raro.

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Sí, Norman Bates canta. Y te gustará, como a mí, si te gusta Chet Baker

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Bastante oscuro e incluso depresivo (lo cual, en música, no es negativo), pero merece mucho la pena, en especial, entre otras, "Glory Box".

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Una joya. Especialmente Audrey cantando Moonriver.

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Lo más plácido y agradable desde Julie London. ¡No te cansas!

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19 temas clásicos, orquesta de Gordon Jenkins y Nilsson. Un relajante placer.

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Me gustan mucho en los momentos álgidos, cuando estallan la orquesta y sus voces. Pero no entiendo que cambien el idioma de canciones tan famosas.

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Bebe Neuwirth y Nathan Lane juntos, un gran placer. Y está lleno de grandes canciones.

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Muy triste de escuchar, por obvias razones.

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¡Impresionante voz!

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¡Fantástica! me encantan unas cuantas versiones que parecen estar hechas para un espectáculo de burlesque.

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Repleto de joyas. Mr. Bennett acompañado de Winehouse, Gaga,Lang, Bubblé...

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Su primera grabación en vivo. Imprescindible y genial.

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SPECTACULAR! SPECTACULAR! Especialmente los temas producidos por BLAM, Abrahams, Armstrong y DeVries.

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Muy, muy agradable y eso es dcir poco.

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Muy disfrutable. En especial "Où est ma tête?". Una canción que empieza diciendo: "He perdido la cabeza en la Rue Saint Honoré" te tiene que gustar a la fuerza .

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Preciosas versiones y una virtuosa al piano.

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Muy disfrutable. Especialmente, "Lonley Avenue" que es una joya.

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¡Genial!

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Sus últimas grabaciones de estudio. Algunas, joyas.

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Desde hace años, mi disco favorito. No me canso de escucharlo. ¿Hace falta decir más?

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Un placer con mucho encanto.

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¡Unica!

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Se te van solos los pies. ¡Muy disfrutable!

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¡Tanto Lady GAGA! ¡Tanto Lady GAGA!

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¡Es Judy! ¿Hace falta decir más?

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Un placer exquisito.

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¡Genial y sorprendente!

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Otra genial cantante británica.

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¡Genial!

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Un festín para los oidos.

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Preciosa voz.

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17 temas cantados y producidos de p***a madre!

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Gloria Bendita!

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Lleno de pequeñas joyas.

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Bessie Smith siempre es un placer para mí.

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Mi época favorita de Aretha!

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