La sabiduría de ARQUEPE, la alegría de CARLOS... Y alguien que me hace felíz: MADDY.

Por obvias razones, quería que este post fuera el primero que publicara en este nuevo año.

Hay cosas que me hacen felíz. Que consiguen que se me corte la respiración por un instante para, al momento, hacerme sonreir. Cosas que te alegran por que sabes que es algo muy bueno. Rodeados, continuamente, de tristezas e incluso dramas, esto es muy de agradecer.

Hace alrededor de un año, publiqué un post titulado "Yo ya no lloro en el cine", sobre la película "Hachiko". Casualmente, uno de los posts más visitados de este blog (casi 5.000 visitas) lo cual no deja de sorprenderme y abrumarme. Entre los comentarios que me dejasteis, hay dos que tienen especial relación con este post.

El primero, de mi amigo Carlos, entre otras cosas decía:

"Un buen amigo mio me insiste en que adopte un perro, para que así me ayude a intentar salir de este gran bache que estoy atravesando, pero ahora mismo no me siento con la energía necesaria para ello, aunque es algo a lo que le llevo dando vueltas desde hace mucho tiempo."

Lo que yo le contesté, no tiene mayor importancia. Es este párrafo de otro comentario de mi amiga Arquepe, la sabia, buena y lúcida como pocos, lo que sí la tiene. Y mucha:

"...Pero si Carlos me permite, con todo el cariño y respeto del mundo, le diré al oído que cuando los baches son de cortarte el aliento (y sé de qué hablo), abrazar a un perro -o mejor a dos- es uno de los generadores de energía más activos, fantásticos y efectivos que conozco. Acariciar la barriguilla de un perro obra una magia cálida, indescriptible, que hace sentir de veras el calor de la vida, y el amor en estado puro. Pacifica, ni más ni menos. De ahí la enorme deuda de gratitúd que estos seres inocentes y maravillosos nos otorgan. A cambio, eso sí he de confesarlo, firmas contigo mismo que estarás dispuesto a soportar que el corazón se te quede en carne viva si, como suele suceder, el amigo se marcha antes que tú. Pero pese a ese gran coste, sigue mereciendo la pena."


Si hay alguien que puede hablar de esto, es ella. Arquepe conoce bien lo que significa el mutuo amor y la compañía de un perro. Y lo muy dolorosa que es su pérdida.

Carlos es una buena persona. Estoy más que seguro de ello. No le conozco personalmente, como tampoco a Arquepe, pero no hace ni puta falta para tener la certeza. Siento que les conozco más que a mucha gente que me rodea y los siento más cerca y queridos, también. Comparto sus momentos de dolor como algo muy cercano y me alegran mucho también, sus pequeñas alegrías. Como la que he tenido, a pesar de la tristeza que me supone el saber que Carlos continúa teniendo serios problemas de salúd, al conocer que ha adoptado a la preciosa Maddy. 

Estoy seguro de que el comentario de Arquepe, aquel día hace ya un año, ha ayudado, aunque sólo fuera mínimamente, a que Carlos acabara por decidirse a adoptar a Maddy.

"...sí, por fin adopté una preciosa perra de ojos azules y de 7 meses entonces, ahora ya 9, cruce de pastor alemán y husky siberiano desde hace algo más de dos meses, y aunque tengo todo el amor, cariño, ayuda y comprensión de mi pareja, y ahora también de Maddy, no sé que hubiera sido de mí, pues enfrentarme al día a día es muy duro y todo un reto diario, y a veces me vengo abajo. Sé que suena muy dramático pero es que no es para menos."

Conocer que Maddy está con Carlos, me ha alegrado muchísimo. Por que como él mismo dice: "Maddy ha hecho que mi vida sea más felíz:" Y sé que los dos serán más felíces estando juntos. Yo lo deseo absolutamente.

También me ha provocado una sonrisa el conocer el nombre elegido para ella.

Ella, Madonna, fotografiada por Herb Ritts.

Hace ya muuuchos años que tengo está foto

en la pared, detrás de la pantalla de mi ordenador.

Me ha acompañado todo este tiempo,

cada véz que me quedo en blanco mirando a la pared.

Seguro que algo ha influido en como soy.

O en mi manera de mirar las cosas.

Esa foto y algunas otras.

Cuento esto, por que sé que le hará gracia

a Carlos. Él es tan mitómano como yo.

La existencia de Maddy, ha hecho que la vida, parezca un poco más cálida y alegre.

Les deseo todo lo mejor a Carlos y Maddy. Me alegra que estén juntos. Y por extensión, a Arquepe, pués sé que ella se alegrará también. Y se me ocurren unos cuantos nombres más que se alegraran de ello. Estoy seguro. Besos.

Y Carlos: Por favor, hazte un blog nuevo para que podamos seguir disfrutando de tus posts.