Creo que ya he dicho en alguna ocasión lo que admiro a Oscar Wilde. Creo que también he mencionado antes esta genial cita suya:
"El dinero no da la felicidad, pero proporciona una sensación tan parecida, que se necesita un especialista muy avanzado para descubrir la diferencia" Oscar Wilde.
Una vez más, no puedo estar más de acuerdo.
Estoy harto de que sean los ricos, precisamente, los que dicen que el dinero no da la felicidad. ¡Nos cambiamos las cuentas bancarias y luego hablamos! En cualquier caso, prefiero ser infelíz siendo millonario, a serlo siendo más pobre que las ratas.
Un día, estando en el dentista, quejándome (¡que otra cosa iba a hacer para sobrellevar eso de que te hagan de todo dentro de la boca con utensilios metálicos y guantes de latex! Hay que ser sádico para ser dentista).
Quejándome, decía, de mi pobre vida. Le aseguraba a la dentista, que mi vida sería mucho mejor si fuera millonario. Ella, muy convencida, me dijo que no. "Yo tengo amigos multimillonarios y no son felices". Entonces, yo volví a decir que les cambiaba sus cuentas corrientes.
Por supuesto que hay cosas que no consigue el dinero. Dejadme pensar en una:
................?.............!!........................??......!....................!?............................. Bueno, alguna habrá.
Hasta la salud, si tienes dinero puedes mejorarla. Me largo a Suiza al mejor traumatólogo especialista en rodillas, y listo!
El dinero no compra el amor. ¿Y?
Si no consigues amor siendo pobre, rico puede que tampoco, pero siempre puedes encontrar a alguien que te diga que te adora y no puede vivir sin ti y tu talonario. Con eso me vale, pues como no creo en el amor, siendo pobre, tampoco siendo muchimillonario.
Todo el mundo sabe que hasta un perro es más feliz,
si su amado amo también lo es.
Aunque para él, la felicidad sea estar con su dueño,
por muy pobre que sea.
Sí creo en el amor desinteresado de algunos seres
Además, si yo fuera rico, no tendría tiempo para el amor. Ahora que lo pienso, siendo pobre, tampoco. Es patético. Tengo el amor de mis galgas, mi madre (aunque ella no se acuerde) y del cabrón de mi hermano.
Sí, pone FIRI.
Señoras y señores, mi hermano Oliver se ha tatuado el apodo con que me llama él (no preguntéis por qué, Sólo diré que tiene relación con que no sé silbar). Esto es una prueba de amor ¿No? Aunque cuando me enfado con él, le pido que se arranque el tatuaje a bocados (!!).
Mi dentista, decía, mientras hurgaba en mi boca, me contaba que ella había pasado una depresión terrible y para superarla, se había largado quince días a casa de una amiga en Londres.
La pedazo mansión en cuestión, era del siglo XIX y tenía docenas de habitaciones y una burrada de cientos y cientos de hectáreas de terreno alrededor. Enormes praderas. Tambien maravillosos muebles de anticuario, pinturas y esculturas que estaban incuidas al comprar la casa su marido. Sí. Esa mujer hizo una buenísima boda. Mi dentista se pasó esos quince días durmiendo, descansando en un maravilloso jardín o rodeada de antigüedades. Siendo atendida por doncellas y un mayordomo. Sin hacer nada más que relajarse. Volvió a España nueva. ¡No me extraña! Yo quiero ser infeliz millonario antes que infeliz pobre.
Decía muy sabiamente Funny Brice:
"He sido pobre y he sido rica. Creedme, ser rica es mejor."
Funny Brice cuando dejó de ser pobre.
Y tambien se hizo millonaria Miss Streisand
por interpretar a Miss Brice.
Y le dieron un Oscar.
Y se lo mereció.
¡Claro! La diferencia sólo la pueden apreciar los que han vivido antes como pobres. O los millonarios que lo pierden todo. Pero, hasta estos, pueden estar en disposición de volver a recuperar su estatus.
Yo tengo muy, MUY claro, que si fuera multimillonario, mi vida sería muchísimo mejor. Además de felicidad, o infelicidad de rico, el dinero, como decía no se quién, calma los nervios.
Los millonarios también sufren y se suicidan.
Pobres millonarios. ¡Pero lo harían mucho antes siendo pobres! Y en escenarios más cutres.
Yo juro que no me quejaría si tuviera la vida resuelta económicamente hablando. ¡MUY resuelta!
Todos queremos no sentir esa horrible sensación al pagar facturas desórbitadas que nos descolocan nuestro presupuesto económico. Privarnos de cosas que nos harían felíces. No tener que mirar el precio de unas simples y deliciosas setas shiitake en el súper. Y sobre todo, vivir relajados y despreocupados.
No necesito un yate. Puedo alquilar uno, si tengo la necesidad, por quince días. Pero quiero una casa espaciosa y preciosa llena de arte, antigüedades y con terrenos donde ver correr felices a mis galgas.
Lolita pensando en grandes praderas de su propiedad
donde correr libre.
Tallulah pensando en ser poseedora de grandes
praderas de su propiedad, donde revolcarse.
Y con habitaciones suficientes para llenar sus paredes de cuadros. A mí, ya no me quedan paredes. Señoras y Señores, sí, padezco de horror vacui.
¡Un huequito para colgar un cuadro,
por favor!
Y poder pasear a diario por lugares como este:
Y descubrir cosas como estas:
Foto: FRANJA
Y tambien, esto que ya dije en otra entrada:
Y sobre todo, vivir despreocupado y felíz. No privarme de nada.
Ese último párrafo, es para mí la felicidad.
Por favor, los que no son pobres, que dejen de decir que el dinero no da la felicidad. Por que merecerían ser perseguidos y linchados por el populacho enardecido portando antorchas.
¡¡A por el millonario que sufre tanto
a pesar de estar podrido de dinero!!
¡Le liberaremos de esa pesada carga de millones
que no le dan la felicidad!
(Gritos del vulgo vociferante)