Como me gustan mucho los perros, es natural que me gusten las pinturas o fotografías con perros como modelos. Además, no hay mejores modelos que ellos. Tienen una tremenda fotogenia y si salen mal en una foto, siempre es culpa del fotógrafo, estoy convencido.
Las fotografías antiguas de perros, me encantan. Tanto, que me he comprado varios libros sobre el tema este año.
Hay algo que me conmueve muchísimo en estas fotos antiguas recopiladas por Libby Hall en sus libros y es el comprobar como estas personas que posan con sus perros, debían de quererles. En esa época, no era tan común y cotidiano hacerse una fotografía. Era todo un acontecimiento que no sucedía todos los días y elegían a sus perros, para posar con ellos en sus retratos. Personas de diferentes clases sociales y edades, posando con sus amados perros.
Para la clase trabajadora, acudir al estudio de un fotógrafo a hacerse un retrato con su querido compañero, e incluso, fotografiar a su perro como único modelo en el retrato, suponía el sueldo de una semana de trabajo. Ello significa lo importante que para ellos era esa fotografía. Me parece impensable en la España de esa época. Incluso entonces, esta gente parece admirar a sus perros más de lo que se hace aquí ahora en el siglo XXI.
Cada una de estas fotografías, es una preciosa y eterna muestra de amor y lealtad.
Me conmueven especialmente en las que los amos posan mirando a sus grandes amigos, cediéndoles el protagonismo y dando una clara muestra de su admiración y amor por ellos.
Aunque para mí, todas son únicas y observándolas, es fácil reconstruir mentalmente una historia con cada una de ellas. Y todas conmovedoras.
Estos son los libros de Libby Hall, que no he podido evitar comprarme (¡A un precio de ganga!) y de lo cual, estoy encantado.
Es difícil no cogerles cariño, aún siendo de otra época.
© Libby Hall Dog Photo