Fotografiada por Avedon
Sinatra: "Cuando Judy canta una canción, muere un poco".
Vincent Minnelli: "No conozco a nadie con tanto talento como ella. Ni con tanto sentido del humor".
Podría contar los tópicos de siempre: Sus comienzos siendo una niña, con sus hermanas, en teatros de variedades... Su explotación hasta la extenuación, trabajando ya en la Metro, a manos del bastardo de Louis B. Mayer... Su adicción a las drogas, por culpa de ese bastardo: "Ahora tienes que rodar, ¡Pastillas para espabilarte!", "Ahora, pausa de rodaje, ¡Pastillas para dormir!, "Otra vez a rodar...", "Otra vez pastillas..." Esa adicción, la arrastró toda su vida y la llevó a la muerte en 1969.
Feliz encuentro de Judy y Marilyn en el cielo.
(Si no están ellas allí, dime tú quien).
No hay nadie que se le parezca. A excepción de su hija Liza. En todos los sentidos. Artísticamente y en lo referente a sus vidas personales.
Tenía un enorme talento en el drama, la comedia, bailando y cantando. Puro SHOW BUSSINES!
A mí, personalmente, me fascina cantando en la última época de su vida. Con una voz, aún más poderosa. Podemos comprobarlo en sus numerosos shows televisivos Y grabaciones de conciertos, como el del Carnegie Hall (no hace mucho calcado por Rufus Wainwright), y el del Palladium, junto a una primeriza Liza. Esta es una Judy madura, delgadísima, pero llena de energía y fuerza, a pesar de ser tan pequeña y frágil.
¡Me entusiasma!
Ella misma dijo que se pasó la vida buscando El Arco Iris. Nunca lo encontró.
¡Bendita sea!
Como advierte en un comentario un admirador en YouTube, atención al minuto 4:29. Can´t...go...ooooon... ¡No se puede cantar mejor esta canción! (Y adoro a Billie Holiday y me encanta Lena Horne).
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