El pescador y la sirena
Una cosa, de las muchas, que me hacen felíz de Internet, es descubrir pintores que no conocía en absoluto. Pintores de los que nunca he visto un cuadro suyo en un libro de Arte o en una enciclopedia. A mí, que no me vuelve loco el Arte Moderno, estas pinturas (especialmente el arte del XVIII y XIX), me entusiasman.
Recientemente he descubierto al pintor sueco KNUT EKWALL (1843-1912). Me han gustado muchísimo dos cuadros suyos El pescador y la Sirena y La pedida de mano.
Me parece una belleza la escena del pescador y la sirena. La seductora sirena de magnífica piel alabastrina atrapando al pobre pescador, condenado sin remedio.
Debo decir, que he sentido una enorme fascinación por las sirenas desde que era un crío. Una de las imágenes cinematográficas que recuerdo de mi más temprana infancia es la de una diminuta sirena encerrada en un frasco, también diminuto, en una escena de La novia de Frankenstein. Por lo que, una pintura con sirena, si es de mis periodos favoritos, ya me gusta. En otra entrada pondré mis cuadros favoritos con sirenas.
El otro cuadro de Ekwall, La pedida de mano, refleja una escena encantadora, muy diferente al anterior. Podemos ver en primer plano, a una joven de mejillas sonrosadas, En un abigarrado y acogedor salón de la Epoca Victoriana (¡como me gusta ese salón! Se parece lejanamente al mío.Tengo que trabajarlo más. Ana, sé que te estás riendo), escuchando tras una puerta entreabierta. Al otro lado, en otra habitación, un joven y gallardo de uniforme militar, informa a los padres de ella de sus intenciones.
A juzgar por las caras de la madre y la hija (del padre sólo podemos ver un lustroso zapato), todo va de perlas. ¡Me encanta esta escena!
La pedida de mano
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