Hoy paseaba a mis galgas por la calle. Una calle ancha con cinco carriles para coches.
Viene un coche. El gorrioncito salta y se coloca en la calle delante del coche. yo me quedo helado y giro la cabeza rápidamente, temiendo lo peor. Pasa el coche y miro al gorrión. Sigue en el mismo sitio dando saltitos. Viene otro coche. Lo mismo. Aterrado, desvío la mirada rápidamente. Cuando el coche ha pasado, miro deprisa y pego un grito al ver un amasijo de plumas y sangre, aplastado por un neumático del coche. Hace un instante había un tierno y precioso pajarito que nos miraba a Tallulah y a mí. He huido horrorizado tirando de las correas de Lolita y Tallulah con una mano y la otra, tapándome la boca para no seguir gritando. El único consuelo que tengo es que no ha tenido tiempo de sufrir.
Mi tortura es ¿debería haber intentado agarrarle antes de que saltara al otro lado de la valla? ha ocurrido todo demasiado rápido. En cuestión de segundos. Yo soy lento para reaccionar ante estas cosas.
Todo esto a mí, me da que pensar. ¿Por que la vida te hace presenciar esto? Y lo que es peor ¿Por que suceden en la vida estas cosas? ¿Para que ha nacido ese pobre pajarito? ¿Absolutamente inconsciente de lo que le venía encima?
Habrá quién diga: ¡Como se pone este por una mierda de pájaro! No era una mierda de pájaro. En ese momento, mirándole, no se me ocurría nadie menos inocente para morir.
Ya sé que hay gente (¡Luego dicen que yo soy raro!) en los pueblos, que los dispara con escopetas de aire comprimido y se los come fritos. ¡Matar y freir pajaritos! Pajaritos de 26 gramos. Yo que cada día me siento más culpable por comer pollo, lo de disparar y freir gorriones, me parece una costumbre de posguerra. Que estoy seguro sería necesaria para sobrevivir en tiempos duros. Claro que cazar cualquier animal, hoy en día, por diversión, no por necesidad, me parece una costumbre de épocas bárbaras.
¿Todo esto por un gorrión? Sí. Por un gorrión y por ese en concreto. Que visto dejar de existir en un parpadeo. Delante de mí. Yo que soy incapáz de matar una cucaracha... Además. dicen que las cucarachas son prácticamente indestructibles. cada día cuesta más exterminarlas. Leí que después de un ataque nuclear, sólo sobrevirían las cucarachas y Cher. ¡Bien por ella!
Como decía de Rue McClanahan, me gustaría pensar que ahora, en algún sitio, ese gorrión es felíz y ha aprendido a volar.
Te entiendo perfectamente,a mi me pasó algo parecido,pero por suerte mi historia si tuvo un final feliz.No te mortifiques mas,no fué culpa tuya...
ResponderEliminarTienes mucha razón, Maria José. No fué culpa mía, pero fuí testigo y me afectó. Debería ser más duro. Soy especialista en mortificarme.
ResponderEliminarMe alegra que tu historia tuviera un final feíz.
Muchas gracias y un beso.
ANONIMO:
ResponderEliminarHace tiempo, decidí no publicar comentarios anónimos que fueran desagradables. Afortunadamente, sólo he recibido tres de esta clase.
He pensado que debería decirte por qué no publico los tuyos. Son ofensivos y muy desconcertantes. En un renglón suenas ofensiva, pero en el siguiente, halagadora, para volver a ser ofensiva. No lo entiendo.
NO me decepciona que seas una chica. me decepcionan las personas al márgen de su género. Me gustan y me llevo mejor, con las chicas.
Primero, haces coñas de algo que para mí fué muy serio. Lo del gorrión (lo de las plumitas, mejor lo ignoro) te parece exagerado, pero reconoces que es brutal y algo así no se te iría de la cabeza. Si entiendes y compartes mis sentimientos hacia los animales, no comprendo tu actitud.
Das por hecho que admiro a Rupert Everett. Sí. desde "Another Country", "The Madness of King George"... ¿Y?
Te gustan mucho cosas de mi blog, incluida la música, pero... "Aunque sea super(guay...)". NO me siento para nada, super(guay) ni he ido NUNCA de superguay. No me conoces.
Tú misma dices "siento si te he ofendido en algo". Gracias, pero si lo piensas así, ¿por que escribes unos comentarios como esos?
No lo entiendo.