Ya dije en el post anterior, que casos como esos que mostraba, los vemos a diario, es un no parar. Hay una total y vergonzosa impunidad, por lo que los gañanes sin sentimientos no se van a privar de acabar con sus pobres perros de la manera que les resulte más práctica, cómoda y barata, ya sea de un tiro, ahorcados o arrojados a pozos.
Hace dos días, eran unos cachorrillos de escasas semanas encontrados en un contenedor de basura, a la espera de ser engullidos por el camión.
¿Que clase de persona es capaz de arrojar a dos criaturas con esa cara a un contenedor de basura y marcharse a casa a dormir? Alguien sin entrañas, por supuesto.
Pocas personas parecen avergonzarse de que este sea un país de insensibles hacia el sufrimiento de los animales. Desde el Rey, que disfruta cazando cruelmente, pasando por pseudointelectuales que escriben increíbles sandeces para defender lo indefendible como es torturar y asesinar toros y llamarlo arte, hasta los políticos y gobernantes que no parece que les importe una mierda el sufrimiento y abuso hacia los animales.
La Reina Sofia unico miembro de la familia Real que siempre ha demostrado
su Amor por los animales en su visita a 100x100 mascotas fue informada
por Matilde Cubillo presidenta de FAPAM
(Federacion de Protectoras de Madrid)
de la terrible vida y muerte que sufren los galgos españoles
Al menos, ella parece ser bastante más sensible a este tema
Hoy he difundido este caso en el blog de las difusiones de perrillos necesitados, que me ha conmovido.
Copio:
Como toda buena persona llamó a los bomberos (Bomberos de Alcalá de Guadaira) y los guió hasta el pozo. Cuando llegaron vieron a un galgo subida con las patas delanteras a un bidón de plástico (el que se puede ver en las fotos). Los bomberos tiraron una cuerda a modo de guía para conocer la profundidad del pozo y cuando la empiezan a subir notan que pesa… empezaron a tirar y tirar y vieron que la perra venía sujeta a la cuerda mordiendo fuertemente la misma... no la soltaba ni cuando ya estaba en suelo firme... subió agarrando sin soltar hasta el bidón que le había servido de apoyo allá abajo.
Cora aún aferrada a su cuerda salvadora
No tuvieron que bajar a por ella, sus ganas de vivir le habían hecho aferrarse a esa cuerda que la liberaba. Tenía las uñas de las patas delanteras rotas y ensangrentadas en su intento de subir por ese pozo imposible. Se quedó exhausta encima de la cuerda y según nos contaros los bomberos no paraba de lamer en agradecimiento.
Se la llevaron a la estación de bomberos. ¿Y entonces? Pues la administración dio aviso al servicio municipal de recogida de animales y esta pobre superviviente acabó en la perrera. Irónico, los bomberos ponen todo su esfuerzo y profesionalidad en rescatarla de la muerte y acaba minutos después en otro corredor de la muerte, esta vez institucional.
Yo, voluntaria de ARCA-Sevilla, tengo conocimiento de esta historia por casualidad por uno de sus rescatadores unos días después y no puedo quedarme impasible. No es justo que esta galguita acabe sus días así, no es justo para ningún perro, pero ella había sobrevivido al pozo, los bomberos se habían desvivido por sacarla y no puede ser que acabe sus días en la perrera. TIENE que salvarse por segunda vez y tiene que ser adoptada para vivir feliz el resto de su vida. Se lo merece, se lo debemos!
ARCA-Sevilla la ha sacado de la perrera, a pesar de todo agradece las caricias, no nos guarda rencor, y pronto se pondrá en adopción para buscarle la mejor de las familias.
¿No ven nada en esos ojos los galgueros asesinos?
Ovbiamente no. Viven para matar.
PD: Las Gracias más sinceras al cuerpo de Bomberos de Alcalá de Guadaira por su excelente trabajo que no escatimaron esfuerzos por ir en ayuda de esta galga.
Al mismo tiempo que me alegro tremendamente por conocer que esta pobre galga ha sido rescatada y salvada de una muerte tan terrible, perpetrada por su despiadado amo galguero (ellos, los galgueros, siguen siendo los ofendidos), no puedo evitar pensar en todos los otros pobres galgos, podencos, bretones o mestizos, que se encontrarán en este momento en el fondo de un pozo, solos, sufriendo, desconcertados y sin que nadie llegue a salvarlos. Cuantos habrán muerto en triste soledad, en el fondo de un pozo, de hambre, sed y desesperación, en el mes pasado, en el año pasado o lo harán en el próximo mes o el próximo año. O ahorcados, disparados, atropellados... o en el interior de un camión de basura. Es terrible pensarlo.