Estas fechas navideñas que estamos viviendo, son supuestamente días de felicidad, alegría y paz. ¡Y una mierda! Cuando tienes una vida relajada, y entiéndase por relajada, gozar de buena salud y buena cuenta corriente, puedes vivirlas de forma alegre e incluso feliz, si te da la gana. También puedes comprarte un belén napolitano, simplemente por lo preciosas de sus figuras.
Todas las personas que pasan tantos apuros económicos, en paro, viviendo una crisis, incluso antes de que dicha crisis existiera, que pasan los rigores del crudo invierno, sin poder permitirse encender la calefacción, por no poder pagar la factura y que tienen el frigorífico en tal estado que solo puede producir tristeza, no pueden pensar en la navidad como en unos días de felicidad.
Veo en televisión, en las noticias de la sexta, que una familia han cenado, en la noche buena, ensaladilla rusa, unos mejillones y embutido. Muy rico todo, pero nada de lujos. No pueden pagar la calefacción y cenan con una manta sobre sus piernas. Y por supuesto, la madre explica, con dolor, que su hijo no encontrará nada debajo del árbol. Otra mujer, sale diciendo que cenará el resto de pizza que empezó el día anterior. Te rompe el corazón. Y la asistencia a los comedores sociales, ha superado el doble de asistencia.
Inevitablemente, pienso en la cena que habrán disfrutado, en un salón comedor caldeado, el presidente del gobierno y toda su parentela política. Estando muchos españoles en la dramática situación en que se encuentran, debería atragantárseles el pavo, la lubina o el asado, cualquiera que sea el menú, me da igual, y además, agarrar una pirrilera. Es triste decirlo, pero sería de justicia. No puedo con esta gente. Me producen unas náuseas infinitas.
Incluso nuestro presidente, se empeña en decir y hacernos creer, que todo mejora. También se empeña en decirnos que el paro disminuye, aunque no sea así. Se crean contratos, inclso de un solo día y eso cuenta como descenso del paro. Mariano Rajoy, insiste en que ya se ve la luz al final del túnel. Parece que esa luz, cualquiera que sea esa puta luz, no ilumina a todos por igual.
Y lo de náuseas, es decir poco, si pienso en todos los galgueros y cazadores que habrán pasado una navidad, como mínimo relajada, calentitos y con la panza llena, después de haber abandonado a sus pobres galgos, podencos, bretones, etc. da igual. Son despreciables. Por supuesto, el destino de esos pobres seres, les importa una mierda.
Por si sus acciones no fueran suficiente para detestar a esas personas, leo el otro día, que los galgueros "no acarician a sus galgos por que se amariconarían". Eso es otra muestra de su actitud que les define muy bien. Un ejemplo más de la cerrilidad de esa gentuza. No es raro que esas inocentes criaturas tengan un aspecto tan triste. Ni una puta muestra de cariño han recibido en su vida.
Y les encierran en oscuros zulos, rodeados de sus propios excrementos (puedo ser fino si me lo propongo) y a temperaturas bajo cero, para desesperación de las personas sensibles que lo presencian.....
Aquí vive este pobre galgo encerrado por su galguero
Pensarlo, me rompe el corazón cuarenta veces al día, cuando veo a mi galga Lolita durmiendo en mi cama o el sofá, con su manta encima. ¿Las hebras también se amariconan, patanes?
Terrible también resulta, tener un perro al que adoras y que escape y se te pierda por los jodidos petardos de estas fechas. ¿Alguien, por favor, puede explicarme donde está la puta diversión de los petardos? ¿Donde está la gracia de ese estruendo? No lo comprenderé nunca. Es otro ejemplo más de las mentes simples y primitivas que nos rodean.
Esta perrita se ha perdido la tarde del 21 de diciembre en el parque de la comunidad de Madrid en Alcobendas. Responde al nombre de Angelica, se ha asustado con un petardo, está recién adoptada, es muy miedosa y encima no está esterilizada.
Si la encuentras acércate muy despacio o síguela y llama al tlf de su dueña, para que vaya ella, o a la guardia civil al 061 y envían a alguien para ayudar a cogerla
Contacto: 686868882 Vanesa
Quienes han perdido a un perro, no serán felices estas navidades.
Hace unos posts, escribía yo sobre el fallecimiento de
Luna, una amada perrilla de nuestra querida
Lucía. A los 15 días, les dejaba también
Pancho, otro más de su familia. Tampoco serán estas unas navidades muy alegres para ella y los suyos.
Lo siguiente, es lo que escribió Lucía, cuando Pancho se fue.
EL CIELO DEBE ESTAR EXCASO DE ESTRELLAS, CUANDO SOLO HACE 15 DIAS QUE SE LLEVO A LUNA.
AHORA ADORABLE GORDITO, MI PANCHO, MI NIÑO TE LLEVA A TI TAMBIÉN.
HEMOS ESTADO TODA TU VIDA JUNTOS, TE MARCHAS IGUAL QUE LLEGASTE TRANQUILO Y SIN HACER RUIDO.
ESPERO QUE TU VIDA TE MERECIERA LA PENA, TE DIMOS TODO EL AMOR DEL QUE DISPONIAMOS.
TU COMPAÑERA DE VIDA PITU Y TU COMPAÑERO GATUNO PITPI YA TE ECHAN DE MENOS.
LOS TRES INSEPARABLES MOSQUETEROS, SOLO PODÍA SEPARAROS LA MUERTE.
HAN SIDO CASI 13 AÑOS DE BUENOS RECUERDOS Y TAMBIEN DE DESGARRADORES, PERO ESA ES LA VIDA!! TU CICLO TERMINA Y NOSOTROS NOS QUEDAMOS CON EL CORAZON ROTO, ECHANDOTE DE MENOS.
CORRE FELIZ CARIÑO YA SABES A QUIENES TIENES QUE BUSCAR, ESPERARNOS TODOS JUNTOS.
HASTA ENTONCES TE LLEVAMOS EN NUESTRO CORAZÓN POR SIEMPRE.
GRACIAS PEQUEÑO POR COMPARTIR TU VIDA CON NOSOTROS HASTA EL FINAL.
NOS VEMOS!!!!!
Y por supuesto, no nos olvidamos del querido
Tato, que vivió una vida desbordante de amor, después de que su galguero le depreciara. Y también recientemente desaparecido.
Pero no hay que ser galguero para sentir yo indignación hacia la gente. Simplemente me indigno al bajar la basura a la calle y encontrarme ayer, junto a los cubos de basura, la enorme caja de cartón de una televisión de plasma, otra de un microondas y una tercera de... un juego de sartenes, no recuerdo bien. Hace poco, fueron un montón de cajas de cartón, de una reciente mudanza. O te encuentras con cuatro cajas de pizza y varias de zapatos, dentro del contenedor de basura orgánica, que me impiden a mí, meter mi basura. A 15 metros de mi portal, hay un contenedor para reciclar papel. Yo, que hasta arranco las etiquetas de las bolsitas de té, para reciclarlas (son muchas etiquetas a lo largo de la semana), es lógico que me indigne. Me dan ganas de llamar a cada uno de los alrededor de ochenta botones del portero automático, para insultarles. Si no fuera que sería injusto para los pocos que si se preocupen de andar esos 15 metros hasta el contenedor.
Esos vecinos disfrutaran las navidades con su televisor y microondas nuevos, muy relajadamente. Poca educación y concienca social, tienen algunos. ¡Muchos!
Y demasiadas muestras navideñas, no me producen a mi, otra cosa que depresión. Hace dos días, estuve hora y media en la sala de espera de un hospital. Alguien se había empeñado en "alegrar" la permanencia a los nunca mejor llamados "pacientes", con la visión del más terrible y patético árbol de navidad que nunca ha existido. Pobrecillo. Nadie puede verse imbuido por la alegría y las fiestas navideñas, ante semejante despropósito:
Parecía como si le hubieran vomitado encima,
los restos de una fiesta de nochebuena.
En cualquier caso, más vale tarde que nunca, o eso dicen, para todos vosotros, buenas y sensibles personas que leáis esto...
Y abrigaros, los que no podáis disfrutar de una casa calentita. No solo en el exterior, en estas fiestas, incluso en el interior de muchas casas hace mucho frío.