Al hijo de un vecino, un niño de unos seis ó siete años, le encantan los animales. A él y a su hermano, que tendrá dos años más que el.
Les gustan tanto, que compran cangrejos en la pescadería, y los meten en un acuario. Los alimentan, cuidan y observan. Se escandalizan de que la gente se los coma.
Donde vivimos, hay dos patios enormes. Patios con tierra, adelfas, lauros, hiedras... Lolita y Tallulah, mis galgas, corren y juegan en ellos. Esto es un lujo en el centro de Madrid. A los vecinos, en general, les gusta ver a las galgas jugar en los patios. Digo en general, por que en todos sitios hay un par de impresentables que detestan los perros y echan pestes, aunque no tengan motivos.
El caso es que a estos niños, pués les encanta ver a Lolita y Tallulah. Siempre juegan con ellas. Bueno, con Lolita, por que Tallulah tiene un trauma de la infancia, y se asusta de los niños. Ellos, cuando se encuentran un insecto en la acera de los patios, lo recogen y lo ponen en un arbusto, para que no lo pise nadie. Me hace mucha gracia por que yo, de pequeño, hacía lo mismo.
Yo, le dije a sus padres, que me parecía admirable esa pasión, curiosidad y protección hacia los animales. Ojala fueran así todos los niños. No existiría el maltrato animal
La cuestión es que un día, me dice el pequeño que en el colegio, hablando en clase sobre los elefantes, él dijo que los elefantes nadan muy bien. La profesora se partió de la risa: "¡Como va a nadar un animal tan grande y pesado!". Por supuesto, todos los niños de la clase, se rieron a carcajadas también. El pobre y único enterado de la vida de los elefantes, por supuesto, se murió de vergüenza y bochorno. Esto es muy grave.
Primero: La profesora debería estar más enterada o al menos, darle el beneficio de la duda.
Segundo: Hay muchos animales enormes y pesados que pueden nadar, como el hipopótamo. ¿Hay algún animal más grande y pesado que la ballena?
No se puede avergonzar de esta manera a un niño en clase, aunque estubiera equivocado. Y menos por el profesor. Ya se encargan muchos niños de cebarse con sus compañeros.
El niño, llegó a casa, buscó en Internet, imprimió fotos de elefantes nadando y las llevó a clase al día siguiente. La profesora y toda la clase, enmudecieron.
Esta historia, me hizo gracia por que me pasó exactamente lo mismo a mí, a su edad, Yo dije que la sal se extraía también de minas de sal. Mi profesora, y después de ella, toda la clase, se rieron. Lástima que no teníamos Internet.
Mina de sal.
Beautiful, surreal pictures! I just loved the story...I feel for that little boy, but the incredibly stupid teacher got a lesson taught to her at the end! Kudos on the salt mine as well.
ResponderEliminarThank you Marta. Yes, I love those pictures of elephants.
ResponderEliminarYes, espero que la profesora se avergüence!
Alberto que entrada más triste y bonita. ¡Vaya enterada esa profesora! Los elefantes mueren de gusto cuando pueden nadar, y son los animales más bellos del mundo para mi. Los amo.
ResponderEliminarBueno sigo dando vueltas por tu maravilloso blog. Yo también adoro a los galgos, tengo amigos que tienen y son tan bellos y cariñosos.
Gracias, Isabelnotebook.
ResponderEliminarEs vergonzoso que una profesora tenga esa actitud con un niño. Aunque el niño estubiera equivocado, no puedes hacer que toda la clase se ría de él y avergonzarle.
El otro día, el mismo niño, me dijo que su profesora (supongo que la misma) había dicho en clase que TODOS los perros tenían que ir siempre atados y con bozal. Que todos muerden y molestan. Yo con estas cosas me indigno. ¿¡Cómo puede una profesora decir eso!? ¿Que idea van a tener los niños de los perros? Si yo tengo un hijo y viene a casa contándome esas cosas, primero, la profesora me oye y luego saco a mi hijo de ese colegio.
Tiendo a enrollarme, perdóname.
Muchas gracias por tus comentarios y por ser mi seguidora.
Besos.