Las fotgrafías de Elliott Erwitt son muy conocidas, incluso para quienes no conocen al autor de las mismas. Muchas las hemos visto ya multitud de veces y forman parte ya, de la historia de la fotografía. Sus imágenes, una vez que las has visto, ya no las olvidas. Tienen ese poder, esa característica que consiguen los grandes.
Elliott Erwitt Nació en París 1928. Hijo de emigrantes judíos de Rusia, pasó su niñez en Italia y Francia, pero la Segunda Guerra Mundial obligó a su familia a emigrar a los Estados Unidos. Es un fotógrafo estadounidense. Trabajó para los más importantes medios de prensa. Su calidad artística y su gran impacto visual lo han situado en un lugar de privilegio entre los fotógrafos del siglo XX.
Erwitt comenzó en la fotografía a finales de los años 40. Inició su carrera en un estudio fotográfico en Hollywood y más tarde como fotógrafo para diversas publicaciones. En uno de sus viajes conoció a Robert Capa, Edward Steichen y Roy Stryker, quienes se convertirían en sus destacados mentores.
En 1953 fue invitado a formar parte en la prestigiosa agencia Magnum Photos por Robert Capa, uno de sus fundadores, convirtiéndose, quince años más tarde, en el presidente de la misma.
En la década de los años 60, comenzó a realizar documentales, programas de televisión y libros. Hasta la fecha, Erwitt es autor de 18 monográficos y sigue trabajando en nuevos títulos.
Su cámara ha fotografiado a muchos de los protagonistas de la historia contemporánea, tales como John Kennedy, Richard Nixon, Ernesto Che Guevara, Nikita Jrushchov, Marilyn Monroe y Jacqueline Kennedy, entre otros.
(Gracias Wikipedia)
Elliott Erwitt es el responsable también, de muchas inolvidables imágenes de Marilyn.
Y por si fuera poco, también es famoso por sus fotografías de multitud perros como modelos, realizadas por diferentes países y recopiladas en libros monográficos.
Sus imágenes poseen la virtud de atrapar el momento preciso, el instante que las hace valiosas. Y también poseen la cualidad del humor, muchas de ellas. Incluso la ternura.
Resulta fácil imaginar una historia, con cada una de estas fotografías. Puede que sea por que inspiran a imaginarse una historia. O es lo que hacen, contar una historia.
En cualquier caso, son imágenes de un genial fotógrafo que deja constancia de su amor por los perros. En general, se observan con una sonrisa.
Sería un crimen que un fotógrafo como yo no lo conociera... La primera foto siempre ha sido, es y será, maravillosa.
ResponderEliminarEsa foto maravillosa, la tengo en un marquito en el pasillo de mi casa desde hace más de diez años. Tan maravillosa me parece :)
EliminarGracias, Josu.
Alberto, gracias por esta entrada, yo no conocía la existencia de este genial fotógrafo. Me encanta ese toque de humor que tienen sus fotos de perros. De las fotos que has puesto me gustan todas,pero coincido con Josu Sein, la primera foto es maravillosa :)
ResponderEliminarBesos. Rosalía
¡Todos los días descubrimos cosas nuevas! Me alegra mucho haber hecho que lo descubras y que te haya gustado. Esta es solo una pequeña muestra. Tengo un libro de él, con muchísimas de sus fotos de perros y siempre que lo ojeo, lo hago con una sonrisa.
EliminarPor esa razón puse esa foto en primer lugar, es una joya. Ya digo que la tengo en casa enmarcada. También me encantan la del perrillo que salta en el aire con el señor de gabardina, la del chihuahua con jersey, junto a los pies de la señora y por supuesto, la del precioso borzoi con la rosa, que mira a lo alto. Pero es que lo mío con los borzois es obsesivo.
Muchas gracias a ti, Rosalía.
Besos.