Cuando yo era pequeño, tenía un circo de juguete. Me gustaba mucho, pues tenía figuras de payasos, trapecistas, equilibristas... y animales. El caballo, aún le conservo, pero no sé que habrá sido del resto. Me gustaban los animales y recuerdo que mis horas de juegos con ese circo de juguete no eran como se suponía que debería ser en un circo.
Mezclaba y reunía a todos esos animalitos de plástico, conviviendo todos en armonía y sin reglas. Ninguno corría riesgos y todos, humanos y animales eran felices. Nada que ver con la realidad.
Cuando veía unos instantes de una corrida de toros en la tele, sentía lástima por el toro; me parecía bonito, imponente y no entendía por que le hacían daño.
El torero no me gustaba. ¿¡Como me iba a gustar alguien capaz de hacer eso!?
Esa cara muestra a la perfección la crueldad.
Esa sangre, el dolor y el sufrimiento.
En los circos, el público no ve el maltrato a los animales. Todo es aparentemente alegre, lleno de color, música y aplausos. Lo que el público no ve, es la realidad de los circos.
No es natural que un elefante haga equilibrios sobre una esfera, ni que se yerga sobre sus patas delanteras. Esas cosas horrorizan a los elefantes, unos seres tan grandes y pesados.
Conseguir que realicen esas cosas que hacen aplaudir a la audiencia, supone ser adiestrados cruelmente. Muy cruelmente. Golpes, gritos, punzadas con ganchos, palos, descargas eléctricas...
Se consigue así, en los animales, sentimientos de pánico y terror hacia el entrenador, para evitar cualquier desobediencia y dudas en sus acciones.
La consecuencia son comportamientos psicóticos, como golpear la cabeza con las barras de las jaulas y constante rotación sobre sí mismos hasta el agotamiento. Las lesiones resultantes son raramente tratadas.
Y lo mismo puede decirse de los leones, chimpancés, osos, o tigres saltando a través de aros de fuego. Cualquiera sabe que los animales sienten horror ante el fuego.
Leo que en Los Ángeles, se proponen prohibir los circos con animales. Ya prohibieron la venta de pieles y el comercio de cachorros en tiendas. Si quieres un perro, lo adoptas en un refugio. Suena bastante sensato, además de sensible. Es una iniciativa que se debería imitar. Los refugios no estarían desbordados y las perreras no sacrificarían a tantos inocentes.
NO COMPRES. ¡ADOPTA!
Los circos, como los zoos, son cárceles para los animales. Son su triste y cruel cadena perpetua.
Son cualquier cosa, menos divertidos.
Si no te has convencido de lo cruel que puede ser la vida de un animal en el circo, simplemente, ve estos vídeos. Si esto tampoco lo consigue, tienes un problema serio.
Debería existir, como en Los Angeles, justicia para estas criaturas.
Entrada importantísima y cargada de razón,que me hacer ver que gracias a Dios no soy la única que hace campaña contra los circos y los zoos!
ResponderEliminarBravo Alberto!
Muchas gracias, Divinamente. Es bueno que mucha gente se de cuenta de esto y que en lugares como Los Angeles, se prohíba. Aquí, seguiremos con ello y con loas corridas de toros. Una lástima.
EliminarBesos.
¡Qué horror!!! Comparto en facebook. Es insoportable de ver!!!
ResponderEliminarYo ví el primer vídeo, pero el segundo, dejé de verlo a la mitad. Es demasiado doloroso ver como les maltratan tan cruelmente. Son unos hijos de puta esa gente.
EliminarGracias.
Besos.
Tienes razón Alberto:(
ResponderEliminarCiertamente los circos solo deberían ser como el del circo del sol.
Aunque somos capaces de cosas muy crueles, a veces se nos olvida que también podemos crear cosas muy bellas.
Este cortometraje de 20 minutos que habla precisamente de un circo me hace recordar nuestra capacidad de transformación :)
http://www.youtube.com/watch?v=itIy8jlVF6o
Un abrazo
Yo nunca estoy seguro de tener razón, salvo con cosas como las que se ven en esos vídeos. Es repugnante. El Circo del Sol es la muestra clara de que no hace falta maltratar animales para hacer un espectáculo brillante y con éxito.
EliminarEl hombre, es capaz de lo mejor y lo peor. Ese es el drama.
Gracias por ese enlace. He visto ese corto y es muy bonito y conmovedor.
Gracias y besos.
En argentina ya hace un tiempo que están prohibidos los números circenses con animales .
ResponderEliminarNo sabía que todavia quedan paÍses que lo permiten!!!
Realmente muy CRUEL!!!!
¡Bien por Argentina! Me temo, Marta, que los circos con animales deben de estar permitidos en más lugares que prohibidos; pero todo llegará, como las corridas de toros, también muy crueles, pero cada día con más gente en contra.
EliminarMuchas gracias.
Besos.
... este video está mejor pues no está doblada pero trae subtítulos http://www.youtube.com/watch?v=od2lg1ZC20s
ResponderEliminar¡Gracias!
EliminarDonde esté el Cirque du Soleil que se quiten los putos circos con animales no humanos.
ResponderEliminarComo ya le he dicho a Aleja, le Cirque du Soleil, es una clara muestra de que no es necesario maltratar animales para ser creativos en un espectáculo. Es cuestión de talento y sensibilidad.
EliminarGracias, Josu.
No puedo comprender que p*ta gracia tiene ver a animales hacer tonterias. Es asquerosamente aberrante ponerle a un elefante un tocado como si fuese una miss, es ridículo, es estúpido... Cuando vivía en Madrid se instaló un circo en un descampado junto a mi casa. Salía a pasear con los perros y se veía a los animales en las minúsculas jaulas y era algo espantoso. Los orines de los elefantes corrían acera abajo como torrentes, y ahí tenias leones, a bajo cero, tras los barrotes y cada fin de semana el barrio se atestaba de paletos con niños que iban tan happy-happy. Luego pusieron verjas cubiertas, para que no se viesen. Como lo odiaba. Como odio los circos con animales.
ResponderEliminarEve, la gente no se cuestiona cosas. Además, desconocen el precio que cuesta, lo que supone para esas pobres criaturas, someterse a realizar esas cabriolas y virguerías aberrantes para ellos. Y muchos, incluso si lo saben, les importa una mierda. Aún es más obvio lo que se les hace a los toros, pero poco a poco, la gente se va indignando más y eso es muy bueno.
EliminarConociéndote, es lógico que odiaras los circos.
Muchas gracias y besos.