No se nada de esta fotógrafa. Un día, por casualidad, ví una de sus fotografías y como hago siempre que descubro algo que me gusta, busqué más.
Me gustan mucho. Son bastante surrealistas y al mismo tiempo, producen mucha paz y tranquilidad. También creo que son muy oníricas. Tremendamente irreales. La del gato en el bosque, da un poco de miedo, con ese fondo brumoso y esa luz. Y las de los planetas, una con el rinoceronte y el camello y la otra con el árbol, me recuerdan mucho al Pricipito de Saint-Exupéry.
Es un placer observarlas.
Beata Bieniak