Ya no resulta elegante fumar
Me había propuesto intentar dejar de fumar al comenzar este nuevo año. Demasiados años fumando. Demasiado nefasto para la salud y también para mi paupérrima economía. Tan paupérrima, que ni siquiera tengo economía.
Todo el mundo sabe que sufrir situaciones de nervios, estrés o ansiedad no ayuda a alguien que intenta dejar de fumar. No es el mejor momento.
Me he pasado como veinte días enfermo, postrado en la cama. Con casi la única compañía de mis galgas, que no se separaban de mí.
Al mismo tiempo, mi madre hospitalizada de urgencia con un principio de neumonía. Afortunadamente, ya está en casa. Con algunas guarrerías que ha traído consigo del hospital, que no tenía al llegar allí, pero en casa.
El martes pasado, por si esto no fuera poco, a las dos de la madrugada (Estas cosas siempre suceden de madrugada o en festivo), Mientras yo seguía enfermo, mi hermano, Oliver, Salió corriendo de casa con las galgas, camino de una clínica veterinaria de urgencias 24 horas que hay en la calle Bravo Murillo, cerca de Cuatro Caminos.
Tallulah, tenía los ojos inflamados, casi blancos y con el tercer párpado, cubriendo gran parte del ojo. Nos asustamos muchísimo.
Por causas ajenas a ellos, esa noche la clínica estaba cerrada. De allí, Oliver corrió (No tenemos coche) a la calle Conde Duque, donde hay otra. Les atendió un veterinario, que según mi hermano, daba un poco de miedo. Le recordó a Tom Noonan en "The Last Action Hero".
El veterinario, tomó la temperatura a Tallulah y dijo que tenía fiebre y que la inflamación de los ojos se debía a ello. La recetó Augmentine para bajar la fiebre (¡Nunca des Paracetamol o Aspirinas a un perro! Puede morir). Al día siguiente, parecía que se encontraba mejor. No tenía fiebre.
El viernes por la mañana, descubrimos que sus ojos están peor que nunca.
No le hice ninguna foto,
pero era algo parecido a esto
Corro con las dos a que la vea Carlos, su veterinario. No está, pero la chica que le sustituye, Mª Luisa, lo primero que me dice es: "¿Puede ver?". Yo me quedo helado. ¿¡¡Es posible que no vea!!? Pero en seguida reacciono y le digo que hemos pasado por el parque de camino a la clínica y no ha tenido ningún problema. No se ha chocado con nada y ha subido y bajado los bordillos de las aceras sin ningún problema. Después de unas cuantas preguntas y mirarla los ojos me recomienda hacerle toda serie de análisis y pruebas. Puede ser debido a muchas cosas. Y me dice que es muy grave. Yo me quedo absolutamente frío y me tengo que sentar. Si no se soluciona pronto, puede perder la vista o incluso, morir, pués el origen puede ser algo muy serio. Para no perder más tiempo, me recomienda que esa misma tarde lleve a Tallulah a un oftalmólogo. Me habla del mejor oftalmólogo que hay en Europa y que tiene su consulta en la calle Goya. Ella se encarga de llamar y explicarles que es un caso urgente, para que me reciban ya.
Como no tenemos coche, no nos gusta molestar a nadie y los amigos con coche, tampoco están disponibles, tenemos que llamar a un taxi que acepte llevar dos perros grandes (A Lolita no podemos dejarla en casa si nos llevamos a Tallulah. "Ansiedad por la ausencia", lo llaman los veterinarios y etólogos. Se la oye aullar desde la calle). Todo esto nos estresa muchísimo más.
El reputado oftalmólogo no está en la clínica, pero nos recibe su ayudante. Cómo nos verá, que nos tiene que decir varias veces: "Por favor, relajaros. Que estais atacaos!". ¿Como vamos a estar? Además, también nos pregunta si puede ver.
Le hace varias pruebas. Entre ellas, una ecografía. Como las que hacen a las embarazadas, pero en los ojos. También le pone varias inyecciones. Un de ellas, en los ojos (!!). Es increíble lo bien que se portó Tallulah. Se dejó hacer de todo sin rechistar.
Lo que tiene en los ojos, es uveítis.
Nos cuenta que hay que descubrir el origen de la inflamación ocular. Hay que hacerle radiografías, ecografías, análisis de sangre... Tenemos que ir, en la mañana del sábado a otra clínica del barrio de San Blas. Después de volver a una revisión a Goya.
Angustiados y asustados, volvímos caminando a casa, para evitarnos el estrés de otro taxi. Atravesando el barrio de Salamanca, presenciamos a multitud de personas que abarrotan finísimas tiendas en rebajas de las calles Goya, Hermosilla...
El sábado, otro taxi para Goya. "¡Tallulah! ¡Estás mucho mejor!". Le dicen nada más verla llegar. Y era así. La medicación, le iba haciendo efecto.
Otro taxi para la clínica de San Blas. Allí estaba Maria Luisa, la veterinaria que la vió el primer día y que dió la voz de alerta. También dijo: "¡Tallulah! ¡Estás mucho mejor!" Aquí, ella y la encantadora Paola, le hacen todos los análisis y pruebas. Nos dan los resultados a los 20 minutos y nos comunican que todo está bien. No tiene ningún organo interno afectado, que es lo que se temían y que fuera la causa de todo. Leishmania, negativo. Erliquia, negativo... Respiramos aliviados. Gracias, besos y otro taxi para casa.
El lunes volvemos al oftalmólogo de Goya. Ven los resultados de los análisis y nos cuentan que algunos tipos de erliquia, en los análisis dan negativo. Y que puede seguir siendo la causa de todo. Tallulah está tomando mogollón de pastillas y un colirio todos los días, Sigue mejorando. Y esperamos que la pobre, se recupere pronto del todo.
Tenemos una vecina, Begoña, que es duquesa. Pobre pero duquesa. Además, muy beata. Tiene casi 80 años y nos tiene mucho cariño a todos, galgas incluidas. Se parece a Sophie Tucker.
Como Sophie Tacker, pero menos sofisticada
El caso es que como es muy creyente, siempre nos dice que hay que rezar a dios para que se nos solucionen los problemas. Ella lo hace por nosotros. Yo siempre le digo que dios, debería antes evitarnos esos problemas. Que no nos ocurrieran nunca. Llega un momento en el que los malos trances, te rebosan. Parece que no puedas soportar otro más, cuando te cae uno nuevo.
Todas las navidades hemos estado al límite del límite, de lo soportable. y cuando esperas que pase la racha, Tallulah enferma. ¿Dios manda desgracias a quienes no le rezan? Creo que no. En todo caso, manda desgracias a muchísimos creyentes. Y si no es él quién las manda ¿Por qué hay que rezarle para que nos las solucione? Lo de la religión, no lo entiendo. Lo de los agujeros negros del espacio, tampoco.
Después de todo esta ansiedad, ayer me compré, pués necesitaba ver algo agradable, el VANITY FAIR español. Angelina estaba en la portada fotografiada por Patrick Demarchelier. Siempre es un placer ver a Angelina.
Lo malo, es que en la misma revista también viene una entrevista con Marina Castaño, que es justo todo lo contrario a Angelina. Nefasta y desagradable.
También compro el ¡HOLA! Especial Alta Costura. No me he aburrido más en mucho tiempo.
Hasta Galliano, que ya es difícil, me ha causado el efecto de una infusión de valeriana. Lo mejor, Dita Von Teese desfilando para Gaultier. Pero claro, pensando yo que donde aparece ella, nadie le hace sombra... Y ni siquiera sale en la revista. Dita debe ser demasiado para ellos. Tambien es un tremendo placer para mí ver a Dita.
Al final, lo único bueno de estas navidades ha sido que me he hinchado (literalmente) a roscón de reyes relleno de nata. Es terrible y demasiado tentadora la oferta de dos al precio de uno.
El otro día me pesé y salté de la bascula como si me diera calambre. Espero perder algún kilo de aquí al verano. También puedo comprarme una faja o un corsé...
Ya en el XIX los caballeros británicos
estilizaban su talle con corsés
Bueno, además de los roscones, también me alegran la vida los spots de Charlize y Keira Nightley para Dior y CHANEL, respectivamente. No me canso de verlos cada año.
Lo único que deseo, es que Tallulah se recupere muy pronto y podamos relajarnos dentro de lo posible.
Y que no se me vuelva a joder el ordenador. Han estado dos días reparandolo.