Yo, fotografiado por mi hermano
En la época de mi ya popular foto del "Young Narcissus" (aún hay quién me dice que por qué he puesto la foto de un modelo en mi avatar), en mis18 ó 19 tiernos años, la hermana mayor de un amigo mío, siempre me decía que yo era el chico más guapo que había conocido. Yo, que además de gilipollas tenía muchos complejos, mirándola avergonzado, le decía que debía haber conocido pocos. El caso es que, ahora que lo pienso, ella me miraba de una manera que incluso ahora, hace que me sonroje.
La hermana de mi amigo no era tan seductora.
Nunca me consideré guapo. En realidad, nunca he sido un joven Narciso.
Echo and Narcissus por Waterhouse
Ahora que ya no soy joven y he perdido la lozanía y tersura de la juventud, viendo fotos de esos años, sí pienso que era guapo. La pena es que me doy cuenta ahora. Habría sido muy bueno para mi autoestima haberme dado cuenta entonces.
Otra foto de la época de las que
me hizo mi hermano.
Entonces me avergonzaba de mi delgadez. Ahora, de los kilos que me sobran. Esta vida es un drama. Un drama injusto y cruel.
Se supone que podemos vivir, si no ocurre una desgracia, hasta los 70 u 80 años fácilmente. ¿Por qué empezamos a deteriorarnos a los veintitantos? Se empieza a perder pelo, a perder la figura, aparecen las primeras arrugas... Deberíamos empezar a envejecer a los 60. ¡Nos pasamos la vida en decadencia!
No sé por que razón, yo creo que las mujeres envejecen mucho mejor que los hombres. ¿Por que Sharon Stone, Glenn Close o Demi Moore envejecen mejor que los actores masculinos de su edad?
¿Y que decir de Sophia Loren?
72 esplendorosos años cuando posó para
el calendario Pirelli.
A mí me deja impresionado Carmen Dell'Orefice. Nació en 1931. Es decir, tiene 79 años. Empezó a trabajar como modelo para VOGUE en 1946. Ha posado para Horst P. Horst, Cecil Beaton, Irving Penn, Francesco Scavullo, Norman Parkinson, Richard Avedon... Continúa trabajando como modelo y yo creo que está más guapa que nunca. Impresionante con ese maravilloso pelo blanco.
Carmen fotografiada por Avedon
Fascinante y desbordando clase
a los 79 años.
En el grupo de amigos de mi hermano, había un conocido diseñador de esa época. No diré su nombre, sólo P. Tenía su tienda-taller en la zona de Alonso Martínez de Madrid.
Una de las bonitas y tranquilas calles de la zona
Un precioso portal del lugar.
Recuerdo haberme parado frente a él
cada vez que pasaba por delante
y admirar esas cariátides y atlantes
Zona llena de tiendas de ropa modernísima, incluso ahora. En esas tiendas me compraba ropa cuando podía permitírmelo.
Una de esas tiendas y que aún existe. ¡Que tiempos!
Yo tenía mi grupo de amigos y además, me relacionaba con los de mi hermano. Eran todos mayores que yo y me gustaba estar con ellos. Eran más adultos y sus conversaciones diferentes, inteligentes, divertidas y siempre más interesantes para mí.
En la tienda de P. pasábamos muchas noches varios amigos alrededor de la enorme mesa de su taller, charlando (yo escuchando), oyendo música y tomando té. Mientras P. hacía patrones, cortaba telas, etc. En los probadores de la tienda situados en el sótano, había fantasmas. Pero esa es otra historia que ya contaré.
Una noche que yo estaba en casa, supongo que dibujando, leyendo o viendo una película en la tele, pués es lo que hacía yo en casa si no estaba con amigos, me llamó mi hermano y me dijo: "¡Ven corriendo a la tienda. Están haciendo fotos y les falta un modelo! ¡P. quiere que seas tú!" ¿Yo, modelo?
Además de otras cosas, para ser modelo, me faltaba seguridad y arrogancia.
No habría podido llevar esa camiseta
entonces. Hoy, tal vez sí. ¡Por joder!
"No soy arrogante
sólo soy mejor que tú"
Yo no era Babtiste Giabiconi
Y tampoco poseía una maravillosa sonrisa.
Asombrado y avergonzado fui volando a la tienda.
Yo además de joven era muy, muy tímido, inseguro y ya he dicho que lleno de complejos. Era muy delgado. Me ataba un pañuelo bandana a la cintura con los pantalones con pinzas.
Se lo había visto a Fred Astaire en una película y me fascinaba.
Un amigo con sobrepeso se indignaba. Decía que a él apenas le daba para el cuello.
Una gitana que me leyó la mano un día y me dijo que tenía "cara y tipito de bailaó".
Una de mis postales bordadas
con bailaores con tipito.
Yo y mi cintura en la mili.
(El de la izquierda con gafas)
Yo pensé: "¿Como La Lollobrigida?"
Ahora, mi cintura ya no es como un junco del Ganges.
Cuando llegué a la tienda y ví al fotógrafo, los focos, los otros modelos... quise salir corriendo, pero antes de poder hacerlo, ya estaba sentado y siendo maquillado.
...no tanto
El maquillador hizo un comentario desagradable sobre mi nariz que me causó más inseguridad y nervios. Le odié por ello.
En un pis-pás, estaba vestido con un modernísimo y sorprendente, para la época, traje que yo mismo había visto crear y posando entre los otros altíiiisimos modelos, mucho más relajados que yo, cegado por los focos y sudando por los nervios. Yo era el más joven.
Antes de que me diera cuenta, habíamos terminado.
Sí, yo el del centro
Sudando y deseando terminar
Me volví a poner mi ropa y volví caminando para casa a las 2 de la madrugada, aún con el maquillaje puesto.
Mi madre, cuando se lo conté, encantada, no paraba de decir: "¡Cuando cuente a todo el mundo que tengo un hijo modelo...!" ¡Pobre!
Sí. Fuí modelo por un día.
Y ya me estoy arrepintiendo de haber hecho esta entrada.
"