Es bueno ver cine, pues entre otras cosas, tienes la opción de desconectar y evadirte durante 90 minutos. Si además, la película que contemplas, te gusta mucho, se convierte en un placer.
He visto "Solo los amantes sobreviven" ("Only Lovers Left Alive"), dirigida por Jim Jarmusch y protagonizada por la siempre genial Tilda Swinton, Tom Hiddleston, John Hurt, Mia Wasikowska y Anton Yelchin. En realidad, todo el reparto está genial. Todos son actores célebres por su talento.
Adam e Eve están casados y se aman a pesar de que hace mucho, mucho tiempo que se conocen. Aunque viven separados, él en Detroit y ella en Tánger, se aman. Ambos son dos personajes fascinantes, intelectuales, y amantes de la música, la literatura y la ciencia. Adam es músico. Compone música underground y colecciona guitarras antiguas que le proporciona un encantador y servicial Ian (Anton Yelchin), que le ayuda resolver problemas y encargos, pues Adam apenas sale de casa.
Debido a su estado de depresión, le encarga a Ian que le consiga una bala de madera...
Eve, desde Tánger, habla por teléfono con Adam y preocupada, decide ir a visitarle en un vuelo nocturno. Ambos son inteligentes, cultísimos, hablan muchos idiomas e Eve, incluso conoce los nombres científicos de la fauna y la botánica, nombrando con ellos a las plantas y animales que encuentra. Se sorprende al ver unas setas en el jardín de Adam, en la época del año inadecuada. Y cuando una mofeta se cruza en su camino, ella exclama encantada: "¡Mephitis Mephitis!". Además, en sus maletas solo carga con libros. El Quijote, entre ellos.
Adam e Eve poseen razones para haber adquirido tanto conocimiento, pues tienen siglos de edad. De hecho, la foto de su boda es un daguerrotipo. Adam e Eve son vampiros.
También es vampiro, un buen amigo que vive cerca de Eve en Tánger; nada menos que Christopher Marlowe, que por supuesto, afirma haber escrito Hamlet. Marlow (John Hurt) es quien le proporciona sangre de donantes de hospital a Eve, pues es demasiado arriesgado, en pleno siglo XXI, ir por ahí bebiendo la sangre de cualquiera.
También Adam consigue su sangre en un hospital de Detroit, cuyo procedimiento es idéntico al de conseguir drogas de un dealer.
Compone música desde hace tiempo y le regaló a Schubert una pieza que él hizo suya. Y tiene mal recuerdo de Lord Byron y excelente de Mary Wollstonecraft, la cual, dice, era adorable. Conserva, en una pared de su ruinosa casa en un desolado y siempre nocturno Detroit, una colección de retratos de personalidades que admira y con seguridad, habrá llegado a conocer, como Bach, Poe, Buster Keaton, Billie Holiday, Kafka, Oscar Wilde, Tesla, Beckett, Gerónimo, Newton, Mark Twain, John Coltrain, Rimbaud, Hedy Lamarr, Henry Purcell, Baudelaire, Iggy Pop, Jane Austen, Mary Wollstonecraft o el mismo Christopher Marlowe.
No es extraño que Adam se plantee dejar de existir, debido a lo mucho que le indigna la lamentable sociedad actual de los zombies, que es como ambos se refieren a los humanos.
La llegada de Ava (Mia Wasikowska), la hermana de Eve, a la que no ven desde hace tiempo, por algo que ocurrió hace 87 años en París, alterará la existencia de ellos.
Que nadie se equivoque, esperando que se trate de una película de vampiros al uso. Este film de vampiros, de Jim Jarmusch, está lejos de parecer una película del género convencional. La historia es triste, hermosa y romántica. Y sí, también de vampiros.
A Adam e Eve, pronto se les coge cariño y fascinan por como son. Son coherentes, honestos, cultos y nobles. Y muy agradables; en especial, Eve, cuyo personaje es totalmente encantador. Desearías absolutamente, conocerla. Puede que lo mucho que me gusta a mí Tilda, ayude también a ello.
No se puede decir lo mismo de la caprichosa e infame Ava, que con su no deseada visita, comprobamos enseguida lo insoportable que es y entendemos perfectamente que Adam se negara a verla y que dijera que debería estar durmiendo en un ataúd, con una estaca de madera clavada en el corazón.
Hay muchas referencias históricas y literarias a lo largo de la película. Stephen Dedalus y Daisy Buchanan, son los nombres que utilizan en sus pasaportes. El primero, sacado de la obra de James Joyce y por supuesto, el de ella, de la Daisy de El Gran Gatsby, de Scott Fitzgerald.
Son una pareja con una larga, larguísima relación de amor, que merecen seguir existiendo durante unos cuantos siglos más. Si los zombies no dejan de joder.
Me gustan los vampiros, hasta la obsesión. De hecho, hace mucho tiempo y durante una época, deseaba con fervor ser un vampiro. Me parecían los seres más fascinantes y románticos del mundo. ¿Quien no querría vivir durante siglos, sin envejecer, adquiriendo una enormidad de conocimiento?
Aunque la existencia de Adam e Eve, parece más delicada cada vez y eso, entristece el comprobarlo. Y también, que resulten más interesantes que loshumanos zombies.
La película, optó a la Palma de Oro en el Festival de Cannes del 2013.
(Por favor, pon antes en pausa el reproductor de música, en la barra inferior de la pantalla. gracias.)
He visto "Solo los amantes sobreviven" ("Only Lovers Left Alive"), dirigida por Jim Jarmusch y protagonizada por la siempre genial Tilda Swinton, Tom Hiddleston, John Hurt, Mia Wasikowska y Anton Yelchin. En realidad, todo el reparto está genial. Todos son actores célebres por su talento.
Adam e Eve están casados y se aman a pesar de que hace mucho, mucho tiempo que se conocen. Aunque viven separados, él en Detroit y ella en Tánger, se aman. Ambos son dos personajes fascinantes, intelectuales, y amantes de la música, la literatura y la ciencia. Adam es músico. Compone música underground y colecciona guitarras antiguas que le proporciona un encantador y servicial Ian (Anton Yelchin), que le ayuda resolver problemas y encargos, pues Adam apenas sale de casa.
Debido a su estado de depresión, le encarga a Ian que le consiga una bala de madera...
Eve, desde Tánger, habla por teléfono con Adam y preocupada, decide ir a visitarle en un vuelo nocturno. Ambos son inteligentes, cultísimos, hablan muchos idiomas e Eve, incluso conoce los nombres científicos de la fauna y la botánica, nombrando con ellos a las plantas y animales que encuentra. Se sorprende al ver unas setas en el jardín de Adam, en la época del año inadecuada. Y cuando una mofeta se cruza en su camino, ella exclama encantada: "¡Mephitis Mephitis!". Además, en sus maletas solo carga con libros. El Quijote, entre ellos.
Adam e Eve poseen razones para haber adquirido tanto conocimiento, pues tienen siglos de edad. De hecho, la foto de su boda es un daguerrotipo. Adam e Eve son vampiros.
También es vampiro, un buen amigo que vive cerca de Eve en Tánger; nada menos que Christopher Marlowe, que por supuesto, afirma haber escrito Hamlet. Marlow (John Hurt) es quien le proporciona sangre de donantes de hospital a Eve, pues es demasiado arriesgado, en pleno siglo XXI, ir por ahí bebiendo la sangre de cualquiera.
La filosofía de Eve es muy clara y sensata.
También Adam consigue su sangre en un hospital de Detroit, cuyo procedimiento es idéntico al de conseguir drogas de un dealer.
Compone música desde hace tiempo y le regaló a Schubert una pieza que él hizo suya. Y tiene mal recuerdo de Lord Byron y excelente de Mary Wollstonecraft, la cual, dice, era adorable. Conserva, en una pared de su ruinosa casa en un desolado y siempre nocturno Detroit, una colección de retratos de personalidades que admira y con seguridad, habrá llegado a conocer, como Bach, Poe, Buster Keaton, Billie Holiday, Kafka, Oscar Wilde, Tesla, Beckett, Gerónimo, Newton, Mark Twain, John Coltrain, Rimbaud, Hedy Lamarr, Henry Purcell, Baudelaire, Iggy Pop, Jane Austen, Mary Wollstonecraft o el mismo Christopher Marlowe.
No es extraño que Adam se plantee dejar de existir, debido a lo mucho que le indigna la lamentable sociedad actual de los zombies, que es como ambos se refieren a los humanos.
La llegada de Ava (Mia Wasikowska), la hermana de Eve, a la que no ven desde hace tiempo, por algo que ocurrió hace 87 años en París, alterará la existencia de ellos.
Que nadie se equivoque, esperando que se trate de una película de vampiros al uso. Este film de vampiros, de Jim Jarmusch, está lejos de parecer una película del género convencional. La historia es triste, hermosa y romántica. Y sí, también de vampiros.
Y por supuesto, no es una película de terror.
A Adam e Eve, pronto se les coge cariño y fascinan por como son. Son coherentes, honestos, cultos y nobles. Y muy agradables; en especial, Eve, cuyo personaje es totalmente encantador. Desearías absolutamente, conocerla. Puede que lo mucho que me gusta a mí Tilda, ayude también a ello.
No se puede decir lo mismo de la caprichosa e infame Ava, que con su no deseada visita, comprobamos enseguida lo insoportable que es y entendemos perfectamente que Adam se negara a verla y que dijera que debería estar durmiendo en un ataúd, con una estaca de madera clavada en el corazón.
Hay muchas referencias históricas y literarias a lo largo de la película. Stephen Dedalus y Daisy Buchanan, son los nombres que utilizan en sus pasaportes. El primero, sacado de la obra de James Joyce y por supuesto, el de ella, de la Daisy de El Gran Gatsby, de Scott Fitzgerald.
Son una pareja con una larga, larguísima relación de amor, que merecen seguir existiendo durante unos cuantos siglos más. Si los zombies no dejan de joder.
Me gustan los vampiros, hasta la obsesión. De hecho, hace mucho tiempo y durante una época, deseaba con fervor ser un vampiro. Me parecían los seres más fascinantes y románticos del mundo. ¿Quien no querría vivir durante siglos, sin envejecer, adquiriendo una enormidad de conocimiento?
Aunque la existencia de Adam e Eve, parece más delicada cada vez y eso, entristece el comprobarlo. Y también, que resulten más interesantes que los
La película, optó a la Palma de Oro en el Festival de Cannes del 2013.
Jarmusch, Hiddlestone y Tilda, en Cannes
(Por favor, pon antes en pausa el reproductor de música, en la barra inferior de la pantalla. gracias.)