Pilar
Mi hermano, después de reirse, me dice que por ley de vida, al ser mayor que yo, él dejará este mundo cruel antes que yo. Yo, muy preocupado, he decidido tener un hijo a todo correr. O adoptarlo. Aunque esto último es muy peligroso pues, nunca sabes lo que puede haber en sus genes. Y lo más seguro es que cuando crezca, no tenga mucho interés de cuidar de su anciano y buen padre.
¡Ni siquiera hay que esperar a verle crecer!
¡Mejor que no!
¡Me casaré a todo correr con una buena y abnegada mujer! ¡Pondré un anuncio!
Tengo la solución definitiva. Me tocará la lotería y viviré en mi mansión del siglo XIX repleta de antigüedades, en Inglaterra, rodeado de mis galgos y enfermeras.
Howard Castle, que fué Brideshead en el cine, me vale.
Yo, con mi enfermera.
No. Mejor como esta. Tiene aspecto de ser más eficiente.
Nurse Jackie, también estaría muy bien.
No me importará que me vacien la bodega, ni que se diviertan con Paolo, el jardinero italiano de 25 años, detrás de los macizos de rosas.
Paolo y Nurse Millicent están detrás de esas rosas.
Siempre que después de perder su interés por la jardinería, al caer el sol empujen mi silla de ruedas del jardín repleto de wisterias, a la chimenea de la biblioteca.
Las wisterias de mi jardín.
Y de ahí, a una cama enorme con dosel, en la que dormirán conmigo mis galgos.
Algunos de mis futuros galgos
Algunos de mis futuros borzois
Algunos de mis futuros galgos italianos
No se me ocurre mejor compáñía. Las enfermeras, me comprarán libros, CD's y Blu Ray's (o cualquiera que sea el sistema que se utilice en esa época. Esperemos que sea uno que falta mucho por inventar) en Amazon. La artritis de mis manos me impedirá manejar el ordenador para comprarlos yo mismo. Yo seré un anciano elegante y encantador y las enfermeras me tratarán con tremenda devoción y cariño.
Seré elegante como Vincent Price,
pero daré menos miedo.
Ellas serán recompensadas. Serán mis herederas. Ellas y algunos refugios para perros. ¡Crearé una fundación!
Es muy importante tener dinero en la vejez (y también ahora, que aún estoy en la flor de la vida). Mientras tanto, esperando a que me toque la lotería, esta noche no podré dormir por la preocupación.