AVISO: Este post, ha resultado un tanto largo, por lo que, si queréis, prepararos antes algo de picar. Un bocadillo de fromage, sería muy indicado. Aunque, yo preferiría uno de sobrasada, gracias.
He usado la colonia "Le male" de
Jean Paul Galtier, durante años. Como no está el horno para bollos y tampoco para gastarme 60€ en una fragancia, ahora uso una cutre imitación de 6€ que aunque no es lo mismo, hace que yo huela muy bien, o eso dicen por ahí.
El otro día, mi hermano pagaba en la caja del Supersol y la cajera, le suelta:
"¿Te pones Jean Paul?". Así, tuteando a monsieur
Gaultier y en confianza, como debe ser. Y es que el pueblo llano español es muy campechano. Mi cutre colonia debe de ser una buena imitación, cuando la gente cree que es la autentica.
Silvibill, la mamá de
Syra, amiga y seguidora de este humilde blog, me lió el otro día para ir a ver la exposición de
Gaultier en la
Fundación Mapfre en Madrid. Y como a
Vientos, otra amiga y seguidora, le faltó poco para llevarme arrastrando de una oreja, incluso en la distancia, para allá que me fui.
Había que arreglarse un poco, pero no mucho por que luego, das el cante. Así que, ignorando a
Vientos que me sugería que con un jersey y un pantalón bastaba (yo opiné que era
Gaultier, no un partido de fútbol o una vendimia :), fui arreglao, pero informal. Una camisa china negra y granate que compré hace meses en
ebay, una chaqueta negra con rayas finísimas granate, unos vaqueros gastados y anchos y unas Martens negras.
Ma chemise chinoise
¡Ah! y un bolso negro enorme que como en el Prado, me obligaron a dejar en consigna. Lo cual, hará sonreír a más de una.
Oliver, mi hermano cabrón, cuando me vio vestido, me dijo:
"¡Vas muy Jean Paul!". Así, como la cajera del Hyper. ¡Él, que pronuncia
Jean Paul Gaultier como si hubiera nacido en la Place Vendôme, bebiera Pernod, comiera escargots, leyera a
Sartre todos los días y esnifara rapé! Y que si tuviera que hablar de las creaciones de
Gaultier, lo único que podría mencionar son los corsés de
Madonna y la célebre camiseta a rayas.
"¡Vas muy Jean Paul!".
Silvibill, llegó tarde a la cita. He de decirlo, por que yo también, pero antes que ella! Y llegó muy guapa, derrochando azules turquesa desde los parpados a las botas. Nos tocó nuestro turno en la cola y la chica de la taquilla nos pregunta que exposición queremos ver, pues había otra de retratos del centro Pompidou. Debió de pensar que teníamos un aspecto muy frívolo, pues antes de responderle nos dice:
"¿Vais a la de Jean Paul?". Nos da dos entradas (gratis) y nos dice que tenemos que esperar un rato. Como en el dentista. Nos sentamos en un banco de piedra del paseo de Recoletos a charlar. Hablamos de su galga
Syra, de las mías... y de sofás, pues me trajo un catálogo de "
Maisons du Monde", que me gusta bastante más que IKEA y donde ya he comprado algunas cosas por Internet.
Cuando llegó la hora, entramos en la fundación y una de las chicas uniformadas de la entrada, nos pregunta:
"¿Vais a la de Jean Paul?" (lo de
Gaultier debe ser muy difícil). Yo me tengo que morder la lengua para no decirle: "¿Crees que nos hemos puesto así de guapos para ver retratos?".
La exposición es una gozada. Incluso resultaría muy interesante para alguien que no le interese la moda ni sepa quien es
Gaultier. (O Jean Paul). Nada más entrar, Somos recibidos por un impresionante vestido de noche cuajado de abanicos de encaje.
Silvibill, estaba como una niña en una convención de
Barbies. O simplemente, como
Silvibill en una convención de
Barbies. Eso ya lo definiría a la perfección. Nos quedamos pasmados cuando nos encontramos con los hieráticos maniquíes que cantan, nos miran, parpadean y a mí me resultaron tan fascinantes como intimidantes, inquietantes e incluso un tanto terroríficos.
Silvibill, con los ojos como platos, me insistía en que a ella no le daban miedo. "¿Ni aunque te quedaras aquí sola con ellos?". Ella sonrió un tanto preocupada.
Este vestido de tul plisado y bordado con paillets doradas,
adornado con un corazón de latón, es impresionante.
Y el mismo que Kylie lleva en una foto de Pierre et Gilles
Y el vestido de la izquierda, en oro viejo,
es para verlo de cerca.
Multitud de exvotos cosidos a él.
Silvibill transida de emoción ante un vestido-sotana con un icono
bordado con cuentas y paillets
A la izquierda, vestido de sirena con caracolas en el pecho.
El negro, es como el que lució Marion Cotillard
al recibir el Oscar
Allí mismo, en esa misma sala, mientras los maniquíes cantaban, oíamos a
Gaultier presentarse. Primero en francés y luego en castellano:
"¡Hola! ¿Que tal? Soy Juan Pablo Gaultier". También inquietaba un tanto verle en un maniquí, hablando.
Rincón repleto de rayas marineras,
otra de las constantes de la firma
El vestido de la derecha de las plumas,
fue popular por Carolina de Mónaco
Gaultier hablando y mirandonos, como si pudiera vernos
y juzgar nuestros atuendos
En esta sala, los maniquíes se desplazaban por la pasarela como autómatas, aunque en las curvas el mecanismo chirriaba un tanto.
Una cosa que siempre he pensado,
es que Gaultier crea un corte inconfundible
en las chaquetas.
El precioso vestido negro lleva las rayas blancas,
formadas por botones de nácar, lo cual crea un bonito efecto,
además de una gran caída por el peso de los botones.
Y ahí estaba el también célebre
mono de pata de gallo
El precioso vestido cancán, lleno de piernas en su interior
y cubierto de volantes de tul por fuera
Los punks
Recorrimos las salas descubriendo muchos trajes que ya conocíamos de fotos de desfiles de
Gaultier. Muchos de ellos, ya clásicos, como el vestido-corsé estilo jaula que
Grace Jones lució en negro en 1989 en Nueva York en la ceremonia de los "Rock Awards".
Un detalle que me encantó fue la osita de peluche
Nana, de la infancia de
Gaultier, ya entonces con conos de papel en su pecho.
Nana incluso está maquillada
Silvibill se excitó especialmente, cuando divisó los célebres y archifotografiados corsés de la
Ciccone. Enseguida, escrutandolos tan cerca como el cristal que los protegía le permitía (Más vale protegerlos de algún loco fan, supongo), se dió cuenta de que el dorado, verdeaba por la zona de las axilas debido al sudor de tantos conciertos de la "Blond Ambition Tour"de 1990. Después de haber visto yo esos corsés en directo hace tantos años ya, volvía a encontrarmelos y ahora más cerca. ¡Que vida esta!
Incluso ha perdido gran parte de su brillo
Y el rosa
También vimos el traje de amazona que lució en la más reciente "Confessions Tour" del 2006.
Incluso el corsé que
Madonna luce en su última gira "MDNA".
Y que incluso Lourdes se prueba con descaro y talento,
como mofándose de su madre
Vestido-tutú sobre body de tul de seda
Abrigo de montar en jacquard,
de la colección "L'homme moderne" de 1996-97
No entendí por que esa ocurrente censura en los pechos del maniquí,
cuando Madonna los mostró tal cual en el desfile de los Ángeles,
en 1993 en beneficio de la Fundación Americana
para la investigación sobre el sida (AMFAR)
Vestido corsé 3D con multitud de cintas de seda
Body de gasa con bordado con cuentas, del riego sanguíneo,
homenage a Cocteau.
Mono de punto con efecto "desollado"
Corsé exoesqueleto en satén, terciopolo
y bordado de azabache.
Dita Von Teese lo llevó en el desfile de la colección
Y es que Dita, se ponga lo que se ponga,
o se quite lo que se quite, siempre da gusto verla.
Corsé de tul, paja y espigas de trigo
Otro icónico vestido en terciopelo y pechos como misiles
¿Alguien no conoce esta foto de Mark Liddell con Naomi?
Alguien capaz de pasar horas con un VOGUE, por supuesto.
Corsé lucido también por Kylie
Con este vestido de novia, yo me caigo de culo.
La falda está cubierta por una enorme chaqueta de húsar
en faya de seda, con mangas, hombreras y kilos de pasamanería.
Todo en marfil. Impresionante
Este vestido, siempre que lo veía, me horrorizaba.
La piel entera de un leopardo... me enferma.
Cuando lo vi aquí, de lejos, sentí lo mismo.
Hasta que me acerqué.
¡Todo va bordado en pailletes!
Absolutamente fascinante.
Esto si que nos puso un poco enfermos a Silvibill y a mí.
Cocodrilos despellejados a mogollón. Y algún caparazón de tortuga carey.
La guinda y lo más escandaloso y absurdo,
el carro de la compra de visón. Una boutade
que por supuesto, no encontré graciosa
Eso sí, era increíble ver las escamas de cocodrilo
unidas con crochet. Y otro detalle poco agradable
(puede apreciarse en la foto anterior),
las medias bordadas con escamas de pitón.
Más pieles
Y trajes de torero en piel, tela vaquera, mantón y zorros...
El mantón, según Sivibill, era de los buenos :)
Este modelo tan hippie (¿o es folk?), era digno de verse de cerca.
Todas las flores van bordadas con cuentas de cristal de colores
Por supuesto, había varios modelos creados por Gaultier
para las películas de Almodóvar. Este lo llevó Gael García Bernal
en... ¿"La mala educación"? Yo no soy gran admirador
de Almodóvar y confundo los títulos.
Aunque me gusta cuando me hace reír.
Y ya basta por hoy. No sé si alguien habrá llegado hasta aquí. He visto que en algunos posts sobre esta exposición, todos en blogs blanquísimos, la gente pone solo un par de fotos y escribe dando información . Creo que lo que importa es lo que se puede ver allí y no lo que yo cuente. Son más de cien modelos los que componen esta muestra y no puedo poner pocas imágenes cuando había tantas cosas interesantes. Espero que a alguien le haya gustado. Además, he evitado decir cosas tan manidas como "L'enfant terrible de la mode", pues hasta Gaultier, ya se denomina "L'ancien terrible de la mode".
Inmaculada nº 3, por Miles Aldridge
Solo diré que
Silvibill y yo disfrutamos mucho de esta exhibición de, en general, una muestra llena de talento y gran creatividad. Disfruté mucho (ya lo conté en otro post) en la de
YSL del año pasado y lo he vuelto a hacer ahora. Además, iba yo muy bien acompañado.
Un beso Silvibill. Y dale a Syra otro de mi parte.