Lolita y Tallulah, mis galgas, están gordas. Dicen que los perros se parecen a sus amos. Pues ellas son esbeltas, pero con sobrepeso, como yo. Las dos engordaron al ser esterilizadas. Cosa que dicen que es normal pero que yo no entiendo, pues todos los galgos adoptados se esterilizan y siguen delgados. Mi veterinario, o el de ellas mejor dicho, antes me echaba la bronca, ahora, me dice: "No te preocupes, Alberto, son galgas felices." Hay gente que me dice que se alegran de ver galgas que no están en los huesos. También hay gente que me suelta, en mis mismos morros, eso de: "¡Estas galgas están gordas!."
Ayer me encontré con una amiga del parque (de esos que luego resultaron no ser tan amigos, en momentos de necesidad) que hacía muchísimo tiempo que no veía. Ella tiene una bóxer tan gorda que parece un rottwailer. ¡Más gorda que un rottweiler!
Bóxer
Rottweiler
Iba con otra amiga. Al ver a mis galgas, la escena fue así:
La amiga de ella: "¡Pero que gorda está tu galga! (Lolita)
Mi amiga que resultó no ser tan amiga: "¡Si parece la mía!" (Mentira. Lolita tiene tipo de bóxer, pero su bóxer, insisto, tiene tipo de rottweiler).
La amiga de ella: "¡Uy! ¡No me había fijado en la otra! ¡Si está peor!"
Yo: "No pasan hambre y no quieren hacer ejercicio. Venimos de dar un paseo y están deseando llegar a casa. Apenas quieren correr."
La amiga de ella: "¡Pues dales menos de comer! ¡Y hazlas caminar! ¡Oblígalas! ¡Que hagan ejercicio y coman menos!"
Yo (mirándola): "Pues sí. Yo lo intento pero..."
La amiga de ella: "¡Nada, nada! ¡Que coman menos y más ejercicio!"
Yo (mirándola): (...mudo...)
Cuando ya me despido y me voy con mis galgas gordas, ella grita: "¡Sois la vergüenza de vuestra raza!".
Mi amiga que resultó no ser tan amiga: (...muda...)
Yo me voy mordiéndome la lengua y como no quiero soltar lo que pienso, pues me pierdo, me voy sonriendolas.
Juro que ella era así, pero peor vestida y en color:
Ser gordo, como ser delgado, no es grave a menos que derive en problemas de salud serios. No es algo por lo que se deba avergonzar a nadie.
Yo he sido toda mi vida delgadísimo y avergonzado de ello. ¡Ojalá tuviera ahora la cintura de mis veinte años! ¡Ojalá entrara ahora en los Levi's de esa época que aún conservo y no tiro a la espera de recuperar la esbeltez. Me decían que tenía tipito bailaor, que parecía una espingarda...
Hace poco hablaba yo aquí de las tonterías de Lagerfeld sobre Adele. Nadie puede decir que alguien debería adelgazar o engordar si están sanos y guapos.
No se debe de reír uno del exceso o defecto de peso de nadie. A menos que sea inevitable.
Hay gente gorda maravillosa y gente delgada que también lo es.
Ella
Audrey
Y hay personas que pesen poco o demasiado, da igual, pues tampoco importa. Igual que hay gente, según los cánones, aparentemente no atractiva, que resulta fascinante mirar. Y por que son interesantes exterior e interiormente.
Rossy
Tilda
Y otros que se pongan como se pongan, no puedo con su cara. No hay por donde encontrar un mínimo interés. No estoy hablando de ser feo o fea, que de eso nadie es culpable, como no sean los genes. Hablo de caras que me producen un enorme rechazo. Y cuando abren la boca, directamente me pongo enfermo. Debe ser por eso de que la cara es el espejo del alma. Se ve en sus caras como es su interior. (Pongo la foto pequeña por lo del mal rollo.)
Esa mujer llamada Fátima.
Como que también hay gente da gusto mirar, por que al margen de gustos y opiniones, que cada uno tenemos las nuestras, son rostros que pueden fascinar. Es un placer para mí, contemplar esas caras.
Marlene
Garbo
Otra vez, Audrey
Marilyn
Yul
Sophia
Capucine
Magali Noël en Amarcord
Angelina
Rachel Weisz
Douglas Booth
(Christopher and his kind, Great Expectations...)
(Si ahora, volvéis a subir y miráis de nuevo la cara de esa mujer llamada Fátima, sentiréis un escalofrío). A mí, me asusta más que esto:
Hace tiempo se me ocurrió poner en mi otro blog de los dibujos, un collage que hice hace años con unos piccolli levrieri, que acompañaba una frase de la duquesa de Windsor: "Nunca se es demasiado delagada ni demasiado rica."
Alguien me dejó un comentario en el que mencionaba la anorexia y que ese collage le parecía muy mala idea:
"La frase de la Windsor parece una apología del neoliberalismo y de la anorexia. Fatal, fatal. Menos mal que dentro de la imagen se puede interpretar de manera humorística, como una crítica a la "realeza" y a sus neuras.
Pero el collage, y el diseño de vestuario, así como las actrices o modelos, son realmente maravillosos. Esas miradas parecen salidad de una película Disney. De las antiguas, claro, de las buenas.
Felicidades, eres un creativo de lo más original, da gusto explorar esta página, nunca se sabe las sorpresas que deparará. Impredecible, como el arte bueno de verdad."
Es sacar las cosas de quicio (aunque me daba una de cal y otra de arena). Es una frase frívola dicha por alguien delgada y rica como Wallis Simpson, que me pareció divertida en su momento y pensada en una época en la que la anorexia no era lo que es ahora. Padecer anorexia es muy grave. Obesidad mórbida, también.
Wallis Simpson
(Ningún parentesco con Hommer)
¿Fotografiada por Irving Penn, quizás?
Yo con lo que o puedo es con la falta de respeto, la mala educación, los malos modos y el no saber estar. Mucha gente me dice que mis galgas son preciosas, ya lo he mencionado aquí antes.
Lolita
Otros, no. Hace unos días, una pareja entró, en un portal de mi comunidad mientras Tallulah estaba a su lado obsevandoles.
Tallulah
El mirándola, soltó en voz alta y con tono de asco: "¡Que cosa más horrenda!" A ella le dió un ataque de risa tonta que le contagió a él y entraron a la carrera en el portal dándose cuenta de que yo le había oído. No me dió tiempo a reaccionar. Estas cosas siempre me dejan anonadado. La falta de respeto y educación, unidas a la estupidez, me causan ese efecto. Enmudezco. Y me siento muy dolido. Y muy indignado con el género humano, como me ocurre contiuamente por diversos motivos. La gente no para de darme ocasión para desear aislarme en un Shagri La particular y alejado de toda la humanidad.
Esta casa es perfecta para mí.
(Estáis invitados. La mami de Tato, a perpetuidad)
Cada vez, con el paso de los años, encuentro menos gente que merece la pena. Curiosamente, los que estáis ahí, sois la excepción, que siempre me demostráis cariño y buenas maneras. Os doy las gracias. Pero nadie se hace misántropo por nada.