A mí, estas cosas me impresionan más que un Tapies, sé que escandalizaré a algunos. De hecho, estoy muy lejos de caerme de culo contemplando un Tapies.
Se trata de una de las nuevas Barbies Silkstone, diseñadas por Robert Best. Concretamente, la "Walking Suit Barbie Silkstone". Ya hablé de este genial diseñador AQUÍ. Y le considero genial, por que su estilo es inconfundible y siempre inspirado en un estilo clásico. Moda clásica como la que ya, raramente se ve. Rebosante de esa expresión tan mal utilizada hoy en día: "glamour". Como si fuera tan fácil conseguirlo... Y sentido del buen gusto, también.
Los looks de sus Barbies están cuidados al máximo. Siempre merecen un aplauso. Otras muestras:
Delphine
Muffy Roberts
Siren
Fashion Designer.
No le faltan ni las gafas
para parecerse a Edith Head.
Yo no soy un fanático de Barbie, a pesar de tener más de treinta de ellas. Lo soy de las que me dejan estupefacto. De muchas de las llamadas "Barbies de colección", que son creadas para adultos y para ser guardadas en vitrinas y no para jugar y despeinarlas. Eso sería una herejía. Para eso están las baratas.
Y el aspecto de esta "Walking Suit Barbie" es impecable. Hasta el maquillaje.
Pues eso, que yo ante estas cosas, me caigo de culo.
Querido Alberto: tal como están las cosas no sé si darte mi aquiescencia para que te caigas de culo o sugerirte que te caigas de boca. En cualquier caso comprendo tu admiración: ¡¡la muñequita estrella es preciosa!!
ResponderEliminarEn mis cándidos tiempos infantiles no había barbies, pero sí jugué y muchísimo con la
Tressy Mini-maniquí, que, por lo que he leido costaba 275 pesetas en el año 1968 (no sé si esto era mucho o poco; me imagino que se trataba de un juguete bastante carito). No le llegaba a la Barbie, ciertamente, pero me procuró muchas horas de solaz, y quién sabe si del germen de una vocación acallada; entonces, como pequeña aprendiza de cirujano plástico, gustaba yo de aplicarle prótesis de plastilina... pue me parecía un poco falta de curvas.
Jugando en el balcón con ella se me cayó a la calle, viniendo a pasar un bóxer en ese instante para llevársela entre sus salivosas fauces.
Lloré mucho, horrorizada de aquel final, pues en aquel entonces aún me quedaban largos años de sufrimiento a causa de mi cinofobia...
Besitos.
¡De boca, no! ¡Que ya estoy pasandolo bastante mal con lo de las muelas! Y hoy a las 12:00 empiezo con lo de la endodoncia. Prefiero de culo.
EliminarNo conzco o no recuerdo a esa muñeca, pero me ha encantado eso de que le aadías prótesis de plastilina. Y lo del bóxer, tuvo que ser traumático.
Y aún me maravilla que tú, precisamente tú, padecieras cinofobia.
Y esta Barbie en cuestión, me parece digna de vitrina.
Mchas gracias por pasar por aquí!
Un beso
Querido Alberto, ayer he subido tu Blog a mi facebook con la imagen del caracal y ya tienes nuevos seguidores. Estamos indignados con las fotografías de los cazadores de tan bello animal. Qué verguenza!
ResponderEliminarPero lo maravilloso de tu Blog es que tiene este otro lado de belleza y glamour, que me hace sonreir y pensar que ni todo está perdido en este mundo.
Continúo poniéndome al día con tus antiguas entradas.
Gracias!
Querida Tenchy Tolón, hace tiempo que me dí cuenta de que había elegido este fondo rojo para el blog, muy acertadamente; siempre digo que me sonrojo con las cosas que decís de mí, pero puedo achacarlo, por vergüenza, al reflejo del rojo del blog :)
EliminarTe agradezco muchísimo todo lo que dices y esa difusión en Facebook. Lo de los cazadores, siempre es vergonzoso y doloroso, ya sean caracales, zorros, o ciervos. Es gente cruel, con un problema mental, estoy convencido.
Si continúas poniéndote al día con antiguas entradas, acabarás decepcionádote.
Muchas gracias a ti!
Besos.